Diego Martínez se alivió y sonrió por la versión de Boca ante Racing, pero no se conforma: “No nos falta jugar mejor, sino dominar más tiempo al rival”

Diego Martínez, siempre calmo, destacó lo intenso que fue su equipo al vencer a Racing, pero admitió que las actuaciones colectivas aún no son las ideales en la Copa de la Liga.
Diego Martínez, siempre calmo, destacó lo intenso que fue su equipo al vencer a Racing, pero admitió que las actuaciones colectivas aún no son las ideales en la Copa de la Liga. - Créditos: @LA NACION/Enrique Garcia Medina

Diego Martínez volvió a dejar la Bombonera con una sonrisa y más aire. No porque estuviera en la cuerda floja ( cumplió apenas su décimo compromiso en Boca ), pero necesita que su equipo le regale resultados positivos de forma más constante y, en efecto, tranquilidad para trabajar mejor. De esa manera, generar confianza recíproca con su plantel. “Tenemos una final enseguida para poder revertir lo que nos pasó”, había advertido el entrenador cuando el miércoles pasado fue derrotado por Unión, en Santa Fe (0-1). Su conjunto fue más que Racing, se repuso cuando le dieron vuelta el resultado y pudo haber ganado por un resultado mayor al 4-2 conseguido. Un examen propio -y colectivo- aprobado.

Boca reaccionó a tiempo con el poder del juego en un clásico electrizante y dejó muy complicado a Racing

Martínez no tiene temor a aceptar que en Santa Fe “fue nuestro peor partido”, y sentencia: “El de hoy (por anoche) no siento que haya sido el mejor”, como expresó en la conferencia de prensa posterior al triunfo.

“Fue uno de esos partidos que no sé si te marcan a fuego, pero en los que sí es muy importante la muestra de carácter que tuvimos. Lo hablamos con los muchachos en la charla previa: lo de Unión nos tenía que dejar un aprendizaje como grupo. En el fútbol argentino los partidos se hacen más o menos simples dependiendo de cómo los jugués. Si el equipo tenía la intensidad que mostró en otros partidos, si volvíamos a tener los dientes apretados, íbamos a poder sacar adelante este clásico. El aprendizaje era entender que, semana tras semana, hay una final que es la más importante”, detalló el camino que agarró al mirar los ojos de sus dirigidos para levantarlos de cara al duelo con Racing. Entonces, otra conclusión: “Era el partido más importante del año. No porque fuera Racing y estuviéramos en casa, sino porque era el que tocaba”.

Esa es la mentalidad que quiere impregnar el entrenador de Boca en su plantel. Es la manera en la que quiere que viva su conjunto. Un triunfo así no lo conforma ni le corre el foco: “Se dio un partido abierto, entretenido, contra un rival que tiene mucha vocación ofensiva y que te obliga al palo por palo. Mi sensación es que generamos más oportunidades que Racing en un partido disputado. El equipo puede jugar más. Queremos que juegue más. No mejor, sino más tiempo, sostener las tenencias. Poder tocar en las dos bandas. Tener mayor control del partido”.

Edinson Cavani anotó en la Bombonera por segundo encuentro consecutivo, pero coincidió con el análisis de su entrenador y la necesidad de sostener una identidad intensa.
Edinson Cavani anotó en la Bombonera por segundo encuentro consecutivo, pero coincidió con el análisis de su entrenador y la necesidad de sostener una identidad intensa. - Créditos: @Gonzalo Colini

Incluso, Edinson Cavani, autor del tercer tanto xeneize, trasladó esa necesidad de afirmarse colectivamente para meterse en el cuarteto principal de la zona B de esta Copa de la Liga a la que le restan apenas cuatro compromisos hasta conocer a sus clasificados a los cuartos de final. “Boca tiene que ser un equipo más sólido, que repita partido a partido una identidad como la que vimos hoy (por este domingo)”, coincidió el crack uruguayo al dialogar públicamente una vez consumado el 4-2.

No es casualidad el discurso: la palabra “intensidad” vuelve a repetirse puertas adentro. “Tener eso cubre algunos errores. En el fútbol pasan muchas cosas y adentro tenemos que estar fuertes para revertir situaciones. Lo intenso que sea uno, muchas veces sirve para salir de situaciones difíciles”, explicó el N°10, que hizo alusión a los goles de Juan Fernando Quintero y Adrián Martínez a los que debieron reponerse: “Estuvimos bloqueados en un momento porque nos dieron vuelta el partido, pero tuvimos la cabeza fuerte para volver a ganarlo”.

En esa sintonía, Martínez sí recalcó que esa mentalidad colectiva es lo que más lo conforma desde que comenzó el torneo: “Por lo emotivo y por ser un clásico, eso sí fue importantísimo. Esperemos que nuestro mejor partido sea el de la semana que viene. El de hoy (por ayer) fue positivo desde lo actitudinal, lo grupal, su compromiso. Siempre lo tienen, pero en cada pelota dividida hoy se vio que el equipo no paró de correr y neutralizar. Creo que los cambios también nos han ayudado a encontrar soluciones en momentos justos”, concluyó su análisis de la victoria.

Aunque, al mismo tiempo, le quedaba un concepto fundamental por dejar sobre la mesa: para él, ¿cómo se gana a lo Boca? “Para mí, es ganar con la intensidad con la que lo hicimos. Sin dudas. Y con esta contracción a la hora de no tener la pelota. Pero nos falta dominar más al rival”, insistió en su búsqueda.

Frente a la “Academia” apostó por las apariciones de Mauricio Benítez y Luca Langoni para acompañar a los ya titulares Jabes Saralegui, Cristian Medina y Nicolás Valentini. Incluso, en el complemento le dio minutos a Aaron Anselmino y necesitó del ingreso del arquero Leandro Brey por la lesión de Javier García. “Estos chicos se criaron en un club que te exige estar con los dientes apretados. El partido de Mauri fue más que aceptable. Con Lea no nos conocíamos, pero estamos contentos de que haya sumado minutos en el arco. Todos ven las condiciones que tiene Aaron. Me gusta cómo está enfocado, lo serio que es. Si no confunden el camino y van con el rumbo bien claro, tienen algo muy importante que es la formación en este club: te da un plus”, repartió elogios.

Martínez había avisado que el encuentro con Racing era
Martínez había avisado que el encuentro con Racing era "una final" y su conjunto le dio el gusto de entender el mensaje que hubo puertas adentro tras perder con Unión. - Créditos: @Manuel Cortina

De hecho, Medina terminó como capitán, algo que también valoró: “Lo decidieron ellos. Estaba también Nico [Valentini]. Están serenos los dos, con los pies sobre la tierra, vienen de hacer un buen Preolímpico. Me gusta eso, la seriedad con que se toman cada entrenamiento. Los chicos son importantes para esta institución. Todos tienen que hacer pasos chiquitos, cortitos, pero positivos”.

Por otro lado, halagó a los experimentados, especialmente a Marcos Rojo: “El abrazo que me di con él en el final fue más por agradecimiento. Recién esta semana está dado de alta. Es muy importante en el día a día: hacés un trabajo de tenencia y el tipo se tira de cabeza. Cada momento que se entrena, él juega una final. Nos gustaba tenerlo en la concentración y en el banco: le dije que no iba a entrar y esperábamos que no pasara nada para no tener que arriesgarlo”. “Es un líder. Nuestro capitán. Como lo es Sergio [Romero], ‘Pol’ [Fernández] o Edi [Cavani]. Son los que marcan el rumbo hacia dónde queremos ir y lo que queremos construir como grupo”, finalizó.

La Bombonera tuvo un momento de reclamo de actitud, pero terminó a puros aplausos y cerrando una fiesta. Diego Martínez respira. No sólo por los tres puntos, sino porque su equipo le sirvió una actuación parecida a lo que pretende: intensa y con la cabeza llena de fortalezas para mostrar la capacidad de sacar adelante no sólo un partido, sino también un clásico atrapante.