Diagnostican a la primera 'mujer árbol': una niña de 10 años procedente de Bangladesh
Sahana Khatun, una niña de 10 años de Bangladesh, es la primera mujer en la historia en ser diagnosticada con la rara enfermedad conocida como ‘hombre árbol’.
La pequeña está siendo tratada en el Hospital Universitario de Dacca, en la la Unidad de Quemados y de Cirugía Plástica. La jefa de este departamento, Samanta Lal Sen, ha asegurado en declaraciones que recoge la BBC que “Creemos que es la primera mujer que la sufre”.
El primer síntoma que apareció en el rostro de Sahana fue una pequeña mancha, a la que su padre no prestó mucha atención. Pero poco a poco, su cara se fue llenando de verrugas, el signo más característico de esta enfermedad, cuyo nombre técnico es el de epidermodisplasia verruciforme.
La menor puede llevar una vida normal por el momento. Solo presenta verrugas en el rostro, concretamente, en la barbilla, en la mejilla, orejas y nariz. Otros casos diagnosticados con este problema han cursado con la aparición de las formaciones verrugosas en otras zonas del cuerpo, sobre todo en las extremidades.
Este último rasgo es el más incapacitante: muchos de los que han nacido con este síndrome de origen genético se quejan de que no han podido tocar a sus seres queridos en años, por miedo a contagiarles -algo que es imposible, pero que muchos creen que puede suceder por superstición- o porque directamente no sienten nada porque las verrugas impiden el contacto.
Algunos de los enfermos han llegado a tener hasta cinco kilos de verrugas sobre su piel, como un joven de 27 años llamado Abul Bajandar, que fue el primer bangladesí en ser diagnosticado y tratado. Para poder volver a usar sus manos, tuvo que pasar por 16 operaciones en el mismo centro hospitalario en el que está siendo tratada Sahana.
Mohammad Shahjahan, padre de la niña, espera que los doctores sean capaces de limpiar el rostro de su hija. “Somos muy pobres y mi pequeña perdió a su madre cuando solo tenía 6 años. Espero que los médicos recuperen su bello rostro”.
Por su parte, los médicos creen que la niña sufre una versión rebajada del problema, y que su pronóstico es bueno.