Yahoo Noticias Deuda pública creció con AMLO pero no 64%, como dijo Ricardo Anaya
Ricardo Anaya, exaspirante presidencial y candidato al Senado por la vía plurinominal en el proceso electoral reciente, criticó que la deuda pública subió 64% durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que este rubro aumentó más que en los últimos seis sexenios. Pero su dicho es falso.
Víctor Gómez Ayala, director de análisis de datos en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explicó que lo correcto es revisar la deuda de acuerdo con el tamaño de la economía, mirando a cuánto equivale respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
Para 2024, se estima que la deuda pública sea de 50.2% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en 2018 la deuda equivalía a 43.6% del PIB. Entonces, la deuda aumentó 6.6 puntos porcentuales y no un 64%, como mencionó Anaya.
Y con los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón creció más, 8 y 7.4 puntos, respectivamente.
El Sabueso solicitó a Anaya las fuentes de su afirmación, así como el método utilizado en su conclusión, y hasta el momento no se ha recibido una respuesta.
La única forma en que se obtiene una cifra similar, de 64%, es comparando el saldo total de la deuda del 2018 con la de 2024, pero considerando que hubiera llegado a 54% del PIB, equivalente a 18 billones de pesos, y sin hacer el cálculo de inflación.
Si comparamos el saldo de la deuda, considerando la inflación y la proyección más reciente de la Secretaría de Hacienda, entre 2018 y 2024, el aumento en realidad es de 22%, un nivel más bajo que lo mencionado por Anaya.
¿Cómo se ha comportado la deuda?
Para conocer cuánto ha aumentado la deuda pública, se utilizan los datos del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), el cual considera toda la deuda del sector público federal y cuenta con cifras desde 2000.
En 2018, el gobierno de López Obrador recibió una deuda de 43.6% del PIB, mientras que en 2024 la deuda tiene un estimado de 50.2%.
En el sexenio anterior, de Enrique Peña Nieto, tuvo un aumento mayor, al pasar de 35.6% en 2012 a 43.6% en 2018, lo cual equivale a un aumento de 8 puntos porcentuales. Mientras que en el gobierno de Felipe Calderón la deuda tuvo un crecimiento de 7.4 puntos.
Por su parte, el sexenio de Vicente Fox tuvo una disminución de 1% de la deuda pública, en relación al Producto Interno Bruto.
Si observamos el saldo de la deuda entre estas administraciones, el mayor crecimiento se dio en el sexenio de Peña Nieto, al aumentar 3.8 billones de pesos en términos reales.
Le sigue el gobierno de López Obrador al incrementar la deuda en 3.1 billones, y Felipe Calderón con un aumento de 2.8 billones de pesos.
Si se miraran las cifras sin contemplar la inflación, en términos nominales, el gobierno de López Obrador tendría el mayor incrementó del saldo de la deuda, con 6.4 billones de pesos.
“La deuda creció de manera muy similar a otros sexenios. El mensaje es que la deuda sí ha crecido… ha crecido en proporción al tamaño de la economía que tiene el país”, dijo Gómez Ayala.
A pesar de que los datos oficiales muestran que la deuda pública no tuvo su mayor aumento en el gobierno de López Obrador, también es un hecho que el endeudamiento se aceleró desde el 2020, e incluso la Cámara de Diputados aprobó un techo de deuda de 1.9 billones de pesos para 2024, el mayor en 10 años.
Informes del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) y del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) detallan que la deuda por persona sería de 126 mil pesos en 2024, dato que sí coincide al mencionado por Anaya en su tuit.
Previamente El Sabueso te contó que la deuda es una herramienta para que los gobiernos puedan diferir sus gastos en el tiempo “y así poder cumplir el conjunto de funciones que le son encomendadas”.
El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Carlos Moreno Brid, señaló que la deuda se debe evaluar según su uso y de acuerdo con los ingresos que tiene un país.
La organización México Evalúa critica al respecto que solo el 59% del endeudamiento que se propone para 2024 se gastará en inversión, es decir, en proyectos de los que se espera obtener ganancias en el futuro. Este porcentaje es “la proporción más baja desde 2009”.
