Así ha sido el desfile del Día de la Fiesta Nacional y día de la Hispanidad en Madrid
La lluvia, inesperada invitada, ha decidido hacer acto de presencia, obligando a los organizadores a realizar ajustes de última hora. El cielo madrileño, que normalmente se viste con los colores de la bandera española gracias a la destreza de la Patrulla Águila, permanece gris y silencioso.
El salto del paracaidista, otro momento icónico del evento y que en 2019 dejó un espectáculo único, también ha sido cancelado, dejando a los espectadores con una mezcla de decepción y expectativa por lo que sí podrán presenciar.
A pesar del clima adverso, el desfile militar ha sido impresionante con más de 4.000 efectivos de las Fuerzas Armadas, incluyendo un creciente número significativo de mujeres.
La presencia femenina, que alcanza casi el 12% de los participantes, refleja los avances en igualdad dentro de una institución tradicionalmente masculina. El desfile se complementa con una imponente muestra de maquinaria militar: 266 vehículos motorizados rugen por las calles, mientras que la caballería añade un toque de elegancia clásica al espectáculo con 210 caballos.
La marcha recorre en total poco más de 1,5 kilómetros comenzando en el Paseo del Prado aproximadamente en el Jardín Botánico y acaba en la Plaza de Colón.
Tras su llegada en el Rolls Royce de la Casa Real, los Reyes han sido galardonados con honores militares, y a continuación han sido saludados por los líderes del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles, el líder del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el líder del Departamento de Defensa, Almirante Teodoro López Calderón.
La Familia Real al completo preside el desfile
La familia real española, encabezada por el Rey Felipe VI y la Reina Letizia, preside el evento. La Princesa Leonor de Borbón, heredera al trono, participa activamente, simbolizando la continuidad de la monarquía y su compromiso con las tradiciones nacionales.
Felipe VI viste el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, mientras que la Princesa de Asturias, el de guardiamarina.
Su presencia no solo es protocolar; la joven princesa acompaña a su padre en el solemne acto de homenaje a los caídos, un momento que subraya la conexión entre la corona y las fuerzas armadas.
La familia política se reúne: presencia del president de Cataluña 14 años después
En el ámbito político, la celebración se desarrolla en un contexto de alta tensión. La semana previa ha estado marcada por controversias que han sacudido el panorama nacional.
El debate sobre la legislación penitenciaria relacionada con los presos de ETA ha generado fricciones entre partidos, mientras que un informe de la Guardia Civil ha puesto en el punto de mira a un exministro, amenazando con desencadenar una nueva crisis política.
A pesar de estas turbulencias, el evento logra reunir a gran parte del espectro político español. La presencia del Gobierno de coalición, con representantes tanto del PSOE como de Sumar, junto a líderes de la oposición y presidentes autonómicos, ofrece una imagen de unidad nacional, aunque sea momentánea.
Destaca especialmente la asistencia del presidente de la Generalitat catalana, Salvador Illa, cuya presencia rompe con años de ausencia catalana en este acto, simbolizando un posible deshielo en las relaciones entre Cataluña y el Gobierno central.
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Fin del desfile con una recepción en el Palacio Real
Tras el desfile, los Reyes ofrecen la tradicional recepción en el Palacio Real, un evento que reúne a lo más granado de la sociedad española. Este cóctel, que comenzará con el protocolar besamanos, servirá como escenario para encuentros informales entre políticos, empresarios y figuras públicas, posiblemente allanando el terreno para futuros acuerdos y negociaciones.
En resumen, el Día de la Fiesta Nacional de 2024 se presenta como un evento que, a pesar de los desafíos climatológicos y las tensiones políticas subyacentes, logra mantener su esencia como símbolo de unidad y tradición española.