Descubren otros dos depósitos repletos de cadáveres en el cementerio municipal de La Plata y amplían la denuncia
LA PLATA.– El director del Cementerio Municipal de esta ciudad, Jorge Melo Penau, se presentó ante la Justicia para ampliar la denuncia sobre el hallazgo de centenares de ataúdes y restos humanos sin la debida investigación y en medio de un gran desorden. En su exposición el funcionario informó sobre el hallazgo de otros dos depósitos repletos de cadáveres. Se estima que en los nuevos espacios descubiertos habría unos 1000 cuerpos.
En tanto, la familia del testigo desaparecido Jorge Julio López requirió a la Justicia que se ordene medidas urgentes para cotejar sus muestras genéticas con las de los centenares de restos humanos sin identificar hallados en el cementerio de esta capital.
El abogado Alfredo Gascón confirmó a LA NACION que solicitó ayer a la Justicia Federal la adopción de una medida de no innovar que permita la preservación de esos cuerpos para llevar adelante una pericia de contraste con muestras del ADN de López, cuyo paradero se desconoce desde 2006, tras participar como testigo clave en el juicio contra el ex jefe de Inteligencia de la policía bonaerense condenado por delitos de lesa humanidad, Miguel Etchecolatz.
Rubén López, uno de los hijos del testigo, reconoció que “es necesario agotar todas las instancias y cuando vimos la noticia le pedimos al abogado que haga la presentación”. En la causa del misterio alrededor del destino de López aún está pendiente una pericia sobre 66 cuerpos inhumados como NN en el cementerio platense que fue ordenada por la Justicia hace más de un año y aún no pudo concretarse.
El Gobierno comunal conducido desde diciembre por Julio Alak presentó el martes pasado una denuncia por averiguación de posibles ilícitos luego de que al realizar un relevamiento en el cementerio dio con 501 féretros y centenares de bolsas de consorcios con restos humanos incluyendo 22 rotuladas con el apelativo “angelitos”, correspondientes a niños.
Auditorías
El relevamiento realizado por la comuna forma parte de una serie de auditorías en todas las áreas de la administración iniciadas por orden del intendente Alak luego de asumir el cargo en reemplazo de Garro que gobernó la ciudad durante los últimos ocho años.
El secretario general de la Municipalidad, Norberto Gómez, del que depende el cementerio, relató a LA NACION: “Cuando ingresamos al lugar nos dimos cuenta del gran deterioro en que estaba el predio, pero ni imaginamos lo que íbamos a encontrar”.
De hecho, el 22 de diciembre último, a poco de asumir el nuevo Gobierno, se dispuso la clausura del acceso principal que presentaba riesgo de derrumbe de su mampostería por falta de mantenimiento.
Dada la magnitud de las irregularidades que se iban constatando se decidió labrar un acta e iniciar un sumario interno y se requirió la participación de agentes del Registro Provincial de las Personas y del área de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad bonaerense. El procedimiento abarcó cuatro depósitos donde se encontraron diversas anomalías. Se aclaró que en todos los casos se trata de reductos que no están destinados a la conservación de cadáveres o restos óseos humanos.
En el galpón denominado “Protectora” se hallaron, bajo 15 cm de agua estancada, 16 féretros con una protección interior metálica, lo cual denota, según se indicó, que su procedencia pudo ser de una bóveda o un nicho. “En este caso han sido suprimidas las identificaciones correspondientes, dado que no contaban con las chapas que contienen la información necesaria. En el lugar, que es un subsuelo con escalera, se encontró olor fuerte y nauseabundo, además de féretros en el piso con agua estancada”, señalaron desde la Comuna.
En el segundo ambiente inspeccionado, denominado “Sala de velatorios”, se hallaron arrumbadas cerca de 200 bolsas de consorcio con restos óseos, en su mayoría sin ningún tipo de identificación. En este espacio también se encontraron otros 15 cajones mortuorios.
En el tercer depósito, ubicado en el segundo piso del edificio central del cementerio, el panorama cambió ya que al descubrimiento de cuerpos se sumó un fuerte olor nauseabundo. Allí se encontraron cientos de féretros de personas adultas y 22 correspondientes a niños que llevaban la identificación de “angelitos”. De igual modo, también hay bolsas de consorcios con restos óseos y huesos desparramados por el piso.
Por último, en el cuarto depósito, llamado “galpón de arena”, se detectaron cuatro lugares separados con 107 ataúdes indiscriminadamente arrumbados junto a más bolsas con restos humanos.
Muy mal estado
Las autoridades remarcaron que todos estos sitios se encontraban en muy mal estado de conservación y limpieza, con olores nauseabundos. “La gravedad del hallazgo también reside que en muchos casos no se encontró la placa de los datos identificatorios”, indicó Gómez. Y aclaró: “Una vez que advertimos que no se trataba de una cuestión de ordenar el desorden decidimos dejar todo como estaba y recurrir a la Justicia”.
“No encontramos ni un cuaderno con los movimientos internos, apenas algunas fichas totalmente desordenadas escritas a máquina sin respaldo digital”, aseguró el funcionario. Y aclaró que la instrucción del intendente fue que “en la medida que la Justicia lo permita y se realicen las identificaciones proceder a la inhumación como una forma de reparación frente a una situación de maltrato y desidia inaceptables”.
Hasta el 10 de diciembre el cementerio platense era administrado por Andrés Ferreyra y en su reemplazo el nuevo Gobierno designó a Jorge Melo Penau.
“Esto lo sabía todo el mundo. Hace décadas que está así”, aseguró Ferreyra, en diálogo con LA NACION. El ex funcionario municipal, que subrayó que sus superiores estaban en conocimiento de la situación, evitó hacer otras declaraciones y dijo que todas las explicaciones que sean necesarias “las dará a la Justicia”.