Descubierto un arrecife de coral en la desembocadura del Amazonas
Un equipo de investigadores ha descubierto algo sorprendente. Han encontrado un arrecife de coral en la zona tropical del Atlántico. Pero, ¿qué tiene de novedoso que haya una estructura de este tipo en aguas donde es normal encontrarlo? Que, en este caso, el arrecife está en la desembocadura del Amazonas, el río más caudaloso del planeta.
De hecho, siempre se ha considerado que justo en la zona en la que el Amazonas vierte sus aguas en el océano se interrumpía la barrera de coral. En las aguas circundantes hay arrecifes, pero hasta ahora no había evidencia de que justo en esta zona hubiese.
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Porque, realmente, ¿cómo lo iba a haber? El Amazonas, precisamente por su caudal, arrastra una gran cantidad de sedimentos. Esto hace que las aguas que forman su pluma – la masa de agua dulce que penetra en el mar – sean mucho más turbias que las del océano. Y los arrecifes no suelen desarrollarse en aguas turbias.
Pero no sólo eso. Ya hemos comentado que la pluma es de agua dulce. Esto cambia las condiciones del hábitat, y no sólo por la salinidad. El agua del Amazonas tiene una acidez – un pH, si queremos hablar con propiedad – que no es la misma que la del Atlántico. Todas estas condiciones, en principio, dificultarían la presencia de arrecifes de coral.
Sin embargo, no lo han hecho. No sólo eso, si no que precisamente esta condiciones son las que han mantenido oculto el arrecife. Especialmente la turbidez, que impide ver los corales desde la superficie. Y tal vez los haya protegido de muchos “visitantes”.
¿Cómo lo han encontrado los investigadores? Pues en parte por intuición, en parte por un trabajo muy pormenorizado, y en parte por contar con muchos conocimientos. Aunque todo hacía indicar que en esta zona no había corales, los científicos estaban convencidos de que debía haberlos. Y de que merecía la pena estudiarlo.
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Pero también contaban con una publicación anterior, de mediados de la década de 1970, en la que se explica que se habían encontrado trazas de los corales. No el arrecife en sí, si no pistas de que podría estar. El problema es que los mapas de dicho artículo no cuadraban con los que tenían en los GPSeses.
Finalmente, consiguieron encontrar el arrecife, y obtener muestras de la flora y la fauna presente. Y, tal y como explican los propios investigadores, es tan asombrosa como acostumbra a ser en estos ecosistemas.
Aunque, por desgracia, las malas noticias no han tardado en llegar. El ecosistema recién descubierto ya está amenazado. Los mismos factores que afectan a otros arrecifes en el resto del planeta, están en marcha aquí. El cambio climático y la acidificación de las aguas ya están poniendo en peligro este descubrimiento.
Crédito de la imagen: Lance Willis