México logra un triunfo histórico inspirado en el ejemplo de Julio César Chávez a 33 años de una hazaña en el ring

Benji Gil no estaba contento con jugar el viernes en el Clásico Mundial. Después de todo, su equipo tenía asignado el choque de cuartos de final para el sábado con un día de descanso por el medio después de venir a Miami tras un vuelo de casi 2,500 millas de distancia al otro lado del país.

No es que fuera una injusticia, pues siempre se supo que si Estados Unidos clasificaba también el sábado sería su jornada de juego debido a contratos de televisión, pero Gil pensó que el cansancio podía afectar a sus muchachos en un choque vital contra Puerto Rico.

Así y todo, Gil aseguró que no habría excusa alguna y que saldrían al terreno a darlo todo, como en efecto sucedió, porque México no creyó en distancias ni agotamientos para venir de abajo, borrar una desventaja de cuatro carreras e imponerse 5-4 a un Team Rubio que venía creando una mística increíble.

“Fue un juego intenso, cerrado, un juego para disfrutar’‘, comentó Benji Gil, manager de los mexicanos. “La clave fue no rendirse, seguir luchando y aprovechar la oportunidad. Puerto Rico fue un gran y respeto mucho a sus jugadores. Pero este es un gran triunfo para nosotros’‘.

De hecho, Gil usó una analogía que recuerda algo muy importante para el deportes de su país, poque un 17 de marzo de 1990 Julio Cesar Chavez venció a Meldrick Taylor de manera impresionante, renaciendo en los finales cuando parecía que iba a una derrota segura.

“Chávez ha sido un seguidor de este equipo y nos ha enviado mensajes’‘, agregó Gil. “El logró una victoria que nunca olvidaremos cuando estaba perdiendo. Nosotros seguimos ese ejemplo y no nos rendimos. Seguimos peleando hasta el final’‘.

“Fue un juego intenso, cerrado, un juego para disfrutar’‘, comentó Benji Gil, manager de los mexicanos. “La clave fue no rendirse, seguir luchando y aprovechar la oportunidad. Puerto Rico fue un gran y respeto mucho a sus jugadores. Pero este es un gran triunfo para nosotros’‘.

Tras encajar un duro golpe en la primera entrada, cuando los boricuas le pisaron cuatro veces el plato al estelar Julio Urías, México no se amilanó y, por el contrario, se dio a la tarea de ir descontando poco a poco hasta llegar a una séptima entrada donde empataron primero y luego tomaron el control del encuentro que les asegura el pase a semifinales.

Ahora chocarán el lunes contra un rival formidable como Japón, que se mantiene invicto y ha tenido, sin lugar a dudas, uno de los desempeños más sólidos hasta el momento con un grupo de peloteros curtidos entre las Grandes Ligas y su circuito doméstico, el segundo mejor del mundo.

Como si quisieran negar cualquier impacto negativo tras la lesión de Edwin Díaz tras el éxito sobre la República Dominicana, Puerto Rico le cayó con todas sus fuerzas a Julio Urías, quien no pudo validar ese talento enorme que ha demostrado con los Dodgers, pero que no pudo demostrar en esta edición del Clásico Mundial.

Uriás comenzó ponchando a Francisco Lindor, pero luego otorgó boleto a Kike Hernández y permitió sencillo de Nelson Velásquez antes de que Emmanuel Rivera pegara un elevado de sacrificio que empujó a Hernández con la primera carrera del juego.

Los problemas de Urías continuaron cuando Javy Báez bateó jonrón de dos carreras por el jardín derecho y posteriormente Eddie Rosario sacó la pelota por la pradera jardín central para redondear un cuarteto de anotaciones que en ese entonces parecían demasiadas para un primer inning.

Pero México comenzó la labor de desmontaje de esa diferencia, primero con un cuadrangular de Eric Paredes en la segunda entrada, luego con un sencillo impulsor de Alex Verdugo y finalmente en en una séptima entrada el propio Paredes volvería a ser vital con un sencillo que trajo dos más.

Con el choque empatado a cuatro, Luis Urías disparó un sencillo que congeló a la mayoría de los 35,817 aficionados presentes en el loanDepot park que pedían vehemente una victoria del Team Rubio y que vivieron un momento adverso en la octava, cuando el cubano Randy Arozarena capturó en la zona de seguridad un batazo que habría significado el empate.

“Esta es una jugada que recordaré por siempre y creo que es la más grande de mi carrera’‘, apuntó Arozarena. “Sé lo importante de esa atrapada, pero es algo más de lo que hago para este equipo mexicano que me ha acogido como uno más’‘.