Desaparecidos en Israel. “Ella estaba con sus hijos en brazos y se ve cómo la empujan para subirla a un camión”

El argentino José Luis Silberman, de 67 años, y su esposa Margit, de 63, residen en el kibutz Nir Oz
El argentino José Luis Silberman, de 67 años, y su esposa Margit, de 63, residen en el kibutz Nir Oz

José Luis Silberman es argentino y vive en el kibutz Nir Oz, ubicado al sur de Israel, a 4 kilómetros de la frontera con la Franja de Gaza. Llegó hace 40 años al país y allí formó una familia con Margit, con quien tuvieron a su hija Shiri.

Silberman fue una de las primeras personas en trabajar en los cultivos del kibutz. La comunidad conformada por aproximadamente 400 personas se vio gravemente afectada por los ataques del grupo Hamas, que ya dejó más de 1600 muertos desde el sábado 7 de octubre cuando comenzó el ataque terrorista perpetrado sobre Israel.

DESESPERACIÓN. LOS ARGENTINOS DESAPARECIDOS EN ISRAEL TRAS LOS ATAQUES DE HAMAS

El ataque de Hamas fue sorpresivo y coordinado contra varios puntos del sur del país de Medio Oriente. Muchas de las personas se encontraban desayunando y celebrando la festividad judía Simchat Torá cuando el grupo entró en sus hogares.

Este fue el caso de la familia Silberman. “La casa de mi tío José Luis está en la entrada del kibutz, seguramente fue una de las primeras en ser atacada. Los agarró por sorpresa, en medio de la persecución. Entraron a las casas, mataron a las personas y a otras las secuestraron”, contó Giselle Edelstein.

“No sabemos con seguridad qué es lo que sucedió. Mi prima Shiri vive en la misma comunidad con su esposo Yarden y sus dos hijos, Ariel, de tres años, y Kfir, de nueve meses. A ellos sabemos que se los llevaron”, dijo con angustia.

Shiri, hija de José Luis, y su marido Yarden, secuestrados por Hamas
Shiri, hija de José Luis, y su marido Yarden, secuestrados por Hamas

Giselle contó que la situación cuando suenan las sirenas siempre es la misma: quienes están en Israel se comunican por WhatsApp con sus familiares que viven en otros países y los mantienen informados. “Algunas veces suena la sirena y permanecen diez minutos en los refugios, otras veces van y vienen del refugio a sus casas entre cortos lapsos, todo depende. Pero todo se informa y la mayoría de las veces siempre está todo bien”, aseguró.

Sin embargo, la situación del sábado fue muy distinta. Cuando Giselle se despertó y se comunicó con una de sus primas para preguntarle por su familia las noticias la dejaron sin palabras.“Todo mal”, fue la frase que lanzó su prima y tras esas palabras le envió un video en el cual se puede ver a Shiri junto a sus dos hijos en brazos y siendo empujada por el grupo Hamas hacia un camión.

Ellos graban los ataques, las torturas y lo suben a internet. Ese video de mi prima cuando se la están llevando circuló pocas horas después desde que se la llevaron”, describió.

A Shiri se la llevaron junto a sus dos hijos. Al día siguiente circuló un video del esposo de Shiri, Yaden. “De él no supimos nada hasta el domingo cuando vimos el video en el que se lo ve ensangrentado y se lo llevan en una moto”, relató.

El momento en el que Hamas se lleva a Yarden
El momento en el que Hamas se lleva a Yarden

“De mis tíos no vimos ni fotos, ni videos. No están entre los muertos, pero tampoco están en la lista de los rescatados. Entonces están desaparecidos y a los desaparecidos se los considera secuestrados. Secuestraron a toda mi familia”, expresó con dolor.

Y dijo: “A las personas secuestradas las llevan a la Franja de Gaza. El gobierno Iisraelí dice que ya tienen ubicados en dónde están, pero nosotros no sabemos nada”.

Los celulares de sus familiares ya no reciben mensajes. El último mensaje que mandó José Luis fue: “Estamos bien”. Pero, Giselle aseguró que su tío siempre trataba de llevar tranquilidad en momentos difíciles. Luego de ese mensaje, ya no contestó más. La incertidumbre invadió a la familia completa.

“A esta altura no sé ni lo que siento. Esto nunca había pasado, tengo 46 años, siempre tuve familia allá, desde que nací. Con la crisis de 2001, mucha de mi familia se fue para Israel. Los misiles, las sirenas, eran algo normal. Pero esto es distinto a todo lo que vivimos. Dicen que se parece a un holocausto, que es peor. Son monstruos, les enseñan a matar”, expresó.

“Con mi familia somos muy unidos. Tenemos que estar fuertes para nuestros familiares que están en Israel, para que el tema no quede en el olvido y se siga buscando a todos los secuestrados”, concluyó.