La desaparecida Puerta Real de Sevilla renace en todo su esplendor

Recreación de la Puerta Real en su actual entorno urbano. <a href="https://doi.org/10.3390/heritage6070288" rel="nofollow noopener" target="_blank" data-ylk="slk:Gámiz, Antón, Barrero, 2023;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas" class="link ">Gámiz, Antón, Barrero, 2023</a>, Author provided
Recreación de la Puerta Real en su actual entorno urbano. Gámiz, Antón, Barrero, 2023, Author provided

En el siglo XVI, gracias al monopolio del comercio con América, la ciudad de Sevilla se encontraba en pleno apogeo. Aquel esplendor económico permitió la construcción de importantes edificios como el Archivo de Indias, el nuevo Ayuntamiento, la Casa de la Moneda, y el Hospital de las Cinco Llagas, hoy Parlamento de Andalucía.

Además, se renovaron las puertas medievales de la ciudad amurallada, con un lenguaje arquitectónico que evocaba a los antiguos arcos triunfales de Roma. Su diseño seguiría un informe que emitió en 1560 Hernán Ruiz II, el arquitecto que ideó y construyó el remate renacentista de la Giralda.

La Puerta Real, también llamada Puerta de Goles, se ubicaba cerca del puerto fluvial y era una de las más destacadas entradas a la ciudad. De ella partía un importante eje urbano, la actual calle Alfonso XII. Tras su profunda remodelación entre 1560 y 1566, el rey Felipe II hizo su entrada en Sevilla por esta puerta en 1570.

Detalle de la Puerta Real en el considerado 'primer atlas de ciudades del mundo', el  _Civitates Orbis Terrarum_, 1588.

Sin embargo, fue demolida hacia 1864 por ser considerada como un obstáculo para el desarrollo de la ciudad, al igual que ocurrió con la Puerta de Triana, la Puerta de la Carne, la Puerta de Carmona y otras bellas puertas de la ciudad histórica.

En una reciente investigación gráfica se ha recreado la Puerta Real y su entorno urbano, por primera vez con rigor científico. Como base documental se han reunido variadas imágenes que ilustran el esplendor de este hito arquitectónico y las transformaciones del lugar.

Imágenes históricas

Entre las vistas más significativas que se han localizado destaca el grabado de Sevilla de Ambrosius Bambrilla de 1585. Esta misma vista fue incluida en 1588 en una famosa obra titulada Civitates Orbis Terrarum.

Junto a la Puerta Real y al río Guadalquivir, se representaron el palacio y los jardines de Hernando Colón, hijo del almirante Cristóbal Colón. Allí estuvo su importante biblioteca, después se ubicó el convento de San Laureano y más tarde un patio de vecinos que aún existe.

Resultan de gran interés las vistas del viajero hispanista Richard Ford, que, además de otras puertas desaparecidas, dibujó la Puerta Real desde el exterior del recinto amurallado en 1832. También la representó desde la plaza interior a la muralla, detallando las capillas laterales que la ocultaban parcialmente. Una vista similar fue dibujada en ese mismo lugar por el pintor sueco Edgron Lundgren hacia 1849-1860.

La Puerta Real desde el interior de la ciudad, Richard Ford, 1832.

Las transformaciones de aquel entorno también se reflejaron en diversos planos históricos. El primero de ellos fue el plano de Olavide de 1771. De gran valor resultan los planos de alineaciones de fachadas de finales del siglo XIX conservados en el Ayuntamiento de Sevilla. En ellos se detalla la posición de la Puerta Real, que concuerda con la documentación gráfica sobre la excavación arqueológica que descubrió su cimentación en 1995.

La recreación virtual

Para recrear esta composición clásica se han consultado tratados de arquitectura de la época, como el manuscrito de Hernán Ruiz II, el tratado de Serlio y el de Vignola.

Fotografía de la Puerta Real tomada por Luis Masson hacia 1858.
Fotografía de la Puerta Real tomada por Luis Masson hacia 1858. Colección Duque de Segorbe

Como base de la reconstrucción, se ha usado una fotografía de Luis Leon Masson tomada hacia 1858, poco antes de su demolición. Dicha imagen ha sido “rectificada” para obtener, de forma fiable, las medidas necesarias en el modelado tridimensional de la Puerta Real. Se ha considerado cada elemento como parte de un todo, con proporciones relacionadas entre sí.

A continuación, la tecnología del escaneado láser ha permitido recrear con precisión el estado actual del entorno urbano y documentar los restos de muralla adyacentes aún conservados.

Para integrar y visualizar todo ello, se han usado técnicas de motor gráfico de videojuegos, aquí aplicadas al patrimonio arquitectónico, incorporando de forma rigurosa texturas, luces y sombras.

La reconstrucción científica

Dibujo de la Puerta Real de Rafael Manzano, en 2006.
Dibujo de la Puerta Real de Rafael Manzano, en 2006. R. Manzano

En 2006 se plantearon interesantes propuestas para reconstruir las principales puertas históricas de Sevilla hoy desaparecidas. Fueron dibujadas por el arquitecto Rafael Manzano Martos, catedrático y premio Driehaus 2010. Se trataba de generar una mayor concienciación en la sociedad y en los poderes públicos sobre su gran importancia para la ciudad.

Gracias a esta investigación gráfica, ahora es posible reconstruir con rigor científico la Puerta Real. Por ello, se pretende despertar el interés, más allá del ámbito universitario, por este destacado patrimonio arquitectónico y urbano.

A lo largo de la historia, muchos edificios importantes han sido reconstruidos tras su desaparición para revitalizar su entorno. Así ocurrió con el Campanile de San Marcos en Venecia, que se desplomó en 1902, o con el pabellón de Mies Van der Rohe de 1929 en Barcelona, entre otros muchos casos.

La Puerta Real era sin duda una de las más bellas del recinto amurallado de Sevilla. Por todo ello, esta joya del siglo XVI debería reconstruirse como símbolo de identidad y fuente de progreso para la ciudad.

Recreación gráfica de la Puerta Real en Sevilla.
Recreación gráfica de la Puerta Real en Sevilla. Gámiz, Antón, Barrero, 2023

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation, un sitio de noticias sin fines de lucro dedicado a compartir ideas de expertos académicos.

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Daniel Antón recibe fondos de la Universidad de Sevilla a través de un contrato como investigador postdoctoral que emana del VI Plan Propio de Investigación y Transferencia (referencia VIPPIT-2020-II.5).

Antonio Gámiz Gordo y Pedro Barrero Ortega no reciben salarios, ni ejercen labores de consultoría, ni poseen acciones, ni reciben financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y han declarado carecer de vínculos relevantes más allá del puesto académico citado.