DeSantis no pudo mantener el interés de donantes mientras su campaña y sus aliados gastaban $150 millones

A medida que las encuestas mostraban que los electores perdían interés en Ron DeSantis, los donantes mostraban a su campaña lo mismo, según muestran los nuevos informes federales de financiación de campaña, dejándole sin aliento al llegar a los caucus de Iowa y dependiendo en gran medida de un superPAC que ya había gastado la mayor parte de su dinero.

Un análisis de las declaraciones de campaña presentadas el miércoles ante la Comisión Federal Electoral pinta un cuadro de una campaña de DeSantis al borde de la ruina financiera en las semanas previas a que pusiera fin a su candidatura presidencial tras un distante segundo lugar en los caucus de Iowa. En los últimos tres meses de 2023, el equipo de DeSantis ingresó solo $6.7 millones –su peor recaudación trimestral hasta la fecha–, mientras gastaba $9.3 millones.

Todavía comenzó el nuevo año con alrededor de $9.7 millones en efectivo a mano, muestran sus documentos más recientes. Pero gran parte de ese dinero no podía ser usado en las primarias debido a los límites federales sobre la cantidad de dinero en efectivo que los donantes pueden dar por elección.

Los problemas de dinero de la campaña de DeSantis ponen de relieve cuán drásticamente cambió la suerte del gobernador de la Florida en los ocho meses que pasó haciendo campaña oficialmente por la nominación presidencial republicana. Cuando entró en la contienda en mayo, fue ampliamente visto como el más formidable retador republicano a Donald Trump, pero en última instancia no logró el enfrentamiento uno-a-uno en las primarias con el ex presidente que había esperado.

Las declaraciones de financiación de campaña más recientes de DeSantis abarcan hasta el 31 de diciembre, exactamente tres semanas antes de que suspendiera su candidatura presidencial. Al anunciar su decisión de abandonar la contienda, dejando a la ex embajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley como la única candidata republicana que se enfrenta a Trump, DeSantis dijo que simplemente no había un camino hacia la victoria para él. Apoyó a Trump, argumentando que era el candidato mejor posicionado para enfrentar al presidente Joe Biden en noviembre.

Sin embargo, los documentos financieros de su campaña sugieren que DeSantis también estaba sometido a una enorme presión financiera. Casi todo el dinero que recaudó en los últimos meses del año fue a para gastos de nómina y viajes, diversos honorarios de consultoría, pago de la deuda de la campaña y una enorme compra de publicidad de $2 millones.

LEA MÁS: DeSantis se ofreció a ‘Hacer de EEUU una Florida’. Los electores de Iowa y N.H. se encogieron de hombros

Never Back Down

El gasto de campaña solo cuenta parte de la historia del costo operativo de la candidatura presidencial de DeSantis Never Back Down, el principal superPAC que apoyó su candidatura, asumió el año pasado la responsabilidad de organizar muchos eventos para el gobernador y pagar por lo menos algunos de sus viajes en jet privado, ya que la campaña trató de reducir sus gastos.

Never Back Down gastó dinero rápidamente. Desde su lanzamiento en febrero pasado –meses antes de que DeSantis anunciara su candidatura presidencial– el grupo recaudó aproximadamente $145 millones. Un comité a nivel estatal que una vez recaudó dinero para la campaña de reelección del gobernador en 2022 transfirió más de $80 millones al superPAC el año pasado, una flexión financiera que hizo de Never Back Down uno de los grupos externos mejor financiados de la política estadounidense.

A finales de 2023, sin embargo, el grupo había gastado todo salvo $14.5 millones, según sus registros federales. En la segunda mitad del año, Never Back Down gastó casi $97 millones, pero solo recaudó unos $14.5 millones.

Mientras DeSantis todavía era candidato, el grupo a menudo se jactaba de su amplia organización de campo y de sus esfuerzos de proselitismo en los estados de votación anticipada, sobre todo en Iowa, el primer estado del caucus en el que DeSantis y sus aliados hicieron una fuerte apuesta política.

De julio a enero, Never Back Down invirtió unos $23 millones en proselitismo y operaciones sobre el terreno, así como millones más en encuestas, costos de nóminas, honorarios de consultoría y transporte, según sus registros federales. El grupo también transfirió casi $10 millones a otro superPAC, Fight Right, que fue formado en noviembre por aliados de DeSantis en medio de una serie de sacudidas en el equipo de Never Back Down.

Los problemas de dinero de Never Back Down también coincidieron con la agitación interna en el grupo. En noviembre, el director ejecutivo del superPAC, Chris Jankowski, renunció tras varios días de luchas internas. A su marcha le siguieron otras, entre ellas la de Jeff Roe, el estratega republicano al que se atribuía gran parte de la estrategia del superPAC.

Entidades vinculadas a Roe recibieron más de $36 millones del superPAC en el segundo semestre de 2023, por servicios que incluyen proselitismo y operaciones de campo, compra de medios, consultoría de estrategia política y diseño gráfico. La campaña de DeSantis también pagó más de $100,000 a Axiom Strategies, la firma de consultoría política dirigida por Roe.

LEA MÁS: DeSantis cambia de opinión sobre los medios convencionales: ‘Debería haber ido a todos los programas corporativos’

DeSantis baja, Haley sube

Los mediocres resultados de recaudación de fondos tanto de la campaña de DeSantis como del superPAC se produjeron en medio de un aumento del apoyo a la campaña de Haley y al superPAC que apoya su candidatura. La campaña de Haley recaudó cuatro veces más en contribuciones políticas que la campaña de DeSantis en los últimos tres meses del año. Esto se produjo después de que la campaña de DeSantis superara a la campaña de Haley por más de $2 millones en los tres meses anteriores.

Y el superPAC de Haley, el SFA Fund, que respalda a Haley, informó haber recaudado más de $50 millones en el segundo semestre de 2023, gracias en parte a antiguos donantes importantes de DeSantis. Entre sus principales donantes está Ken Griffin, ex patrocinador de DeSantis.

El multimillonario de los fondos de cobertura dio $5 millones al grupo pro-Haley en diciembre, poco más de un año después de que se había comprometido públicamente a apoyar a DeSantis en su candidatura presidencial. El ex gobernador de Illinois Bruce Rauner, otro de los principales donantes de DeSantis, también donó más de $200,000 al grupo pro-Haley.