Para DeSantis la Florida es ‘donde el progresismo va a morir’. Algunos líderes del sur de la Florida no concuerdan

Joyce Price recuerda un Miami diferente, en el que el único baño del downtown que ella y otras personas de color podían usar estaba en el sótano del edificio de tribunales, y la mayoría de las tiendas no permitían a la gente de color probarse zapatos o ropa sin cubrirse la piel con bolsas.

Conocida cariñosamente por los vecinos de South Miami como un “icono” y una “madre” de la comunidad, Price incluso tuvo que abandonar la Florida en los años 50 para asistir a la escuela de Enfermería porque muchas escuelas no aceptaban a estudiantes negros, y las que lo hacían se estaban desapareciendo poco a poco.

Price fue una de las docenas de personas que el jueves asistieron a uno de los eventos de Stay Woke Florida Rolling Protest, organizado por la Transformative Justice Coalition, en la Mount Olive Baptist Church en South Miami. El grupo ha estado viajando por toda la Florida durante junio con la esperanza de movilizar a los electores en medio de los ataques del gobernador Ron DeSantis contra la historia negra y el “progresismo”.

“Nuestro gobernador, que se postula para presidente, necesita mirarse en el espejo”, dijo Price. “Hemos estado en la estructura, en el sistema, desde la concepción de Estados Unidos. ¿Y va a eliminar los estudios negros en las escuelas?”

DeSantis ha sido criticado por prohibir la enseñanza de la teoría crítica de la raza; la diversidad, la equidad y la inclusión en institutos superiores y universidades, y los debates sobre la raza en las aulas. En enero, el gobernador rechazó un nuevo curso de Colocación Avanzada sobre Estudios Afroamericanos, alegando que violaba la ley estatal y carecía de valor educativo.

Mientras la multitud se acomodaba en los bancos de la iglesia, un reverendo rezó una oración antes de una interpretación de “Lift Every Voice and Sing”. En el escenario se sentaron varios oradores, entre ellos Daniella Pierre, presidenta de la sección de Miami-Dade de la NAACP.

“Luchadores por la libertad, debemos permanecer progresistas”, dijo Pierre. “Debemos conocer nuestros derechos, conocer nuestra historia en este país y exigir que se enseñe con precisión. Nos resistimos y rechazamos todos y cada uno de los intentos... de negar y destruir y disminuir lo que somos”.

Lo que está ocurriendo en la Florida, y en todo Estados Unidos, es una prueba de cómo será la historia en el futuro, dijo el senador estatal demócrata Shevrin Jones.

“Hace 160 años, a los hombres negros como yo... no se les permitía votar, no se les permitía sentarse a la mesa a cenar, pero mírennos ahora”, dijo Jones. “Hace más de 160 años, a las mujeres no se les permitía votar. No podían tomar decisiones por sí mismas, pero mírenlas ahora”.

Para Jones, es hora de que la comunidad pelee por su futuro, y por las mujeres, los inmigrantes y las personas LGBTQ.

“Ya hemos estado aquí antes”, dijo Jones. “El hecho que ustedes estén donde están ahora me hace saber que podemos salir de este lío de una forma u otra”.

Maestros y estudiantes están en la primera línea de las batallas de DeSantis debido a las prohibiciones de libros, las leyes antisindicales dirigidas a los maestros y la prohibición de discusiones relacionadas con el racismo, dijo Karla Hernández Mats, presidenta del sindicato de maestros United Teachers of Dade y compañera de fórmula del contrincante demócrata de DeSantis en 2022, Charlie Crist.

La educación, dijo, debería estar libre de cualquier agenda política o ideología fascista. Las prohibiciones de libros no solo van contra la educación y la libertad, sino que obstaculizan el desarrollo de la empatía y las habilidades de pensamiento crítico de los niños.

“Si bien los padres tienen derecho a tomar decisiones para sus propios hijos, es igualmente importante que no impongan sus decisiones a los hijos de otras personas”.

Cuando Marvin Dunn se acercó al atril, empezó a contar una historia de cuando estaba en segundo grado. Corría el año 1947 cuando estaba en la oficina de Correos con su madre y se dio cuenta que los blancos se los saltaban en la cola. Le preguntó por qué, y su madre le contestó que porque ellos eran negros.

“He vivido lo suficiente como para haber tenido que pasar por la puerta de atrás de las casas de los blancos”, dijo Dunn. “He vivido lo suficiente para tener que sentarme en la parte de atrás del autobús.. He vivido lo suficiente como para haber sido el estudiante negro al que mandaban a una escuela de blancos y tomaba los libros de texto que dejaban los blancos porque les estaban dando libros nuevos”.

Dunn señaló que no puede contar este tipo de historias en las aulas de la Florida porque pudiera incomodar a un alumno y sus padres pudieran quejarse ante el estado. Pero la historia, dijo, se supone que debe ser incómoda.

“No se trata solo de la prohibición de libros”, dijo Dunn. “Se trata de la prohibición de ideas. No se puede hablar de racismo. No se puede hablar de discriminación. Han prohibido las ideas, y esa es la primera señal de decadencia de la sociedad”.

Indignada por las medidas del gobernador, Price, presidenta de la Junta de la Oficina de Acción Comunitaria de Miami-Dade, escribió una carta al gobernador el 31 de mayo. Dijo que le frustra que se borre la historia de los negros, ya que esta comunidad fue la artífice de cosas como las bombillas, las lavadoras, los trenes y los viajes espaciales.

“Esto es Estados Unidos”, dijo Price. “Tengo seres queridos que lucharon y murieron por este país. Tengo seres queridos que fueron esclavos en este país, que lo construyeron, que hicieron historia con ciertas cosas que han hecho, incluso yo misma. ¿Cómo se atreve?”.