DeSantis dispara de nuevo contra Disney, y otros

Ron DeSantis está desarrollando su campaña presidencial sobre una narrativa particular: que las empresas que adoptan políticas inclusivas —las que muestran que las personas LGBTQ+ existen— están empujando la sexualidad en lugares donde no había estado.

Ese es el propósito general de la llamada legislación llamada Don’t Say Gay por sus críticos, que llevó al ex presidente ejecutivo de Walt Disney, Bob Chapek a hablar contra DeSantis. Ese proyecto de ley, que ahora es ley en la Florida, originalmente impedía cualquier mención de la orientación sexual para estudiantes de tercer grado o inferior.

La Junta de Educación de la Florida aprobó una ampliación de la legislación que en abril “prohibiría a los maestros hablar sobre orientación sexual y sobre género para todos los estudiantes de escuelas públicas”, informó Time.

El cambio se hizo a petición de DeSantis, quien decidió desarrollar su campaña presidencial en torno a su llamada guerra contra el progresismo.

Ahora un comité de acción política que apoya a DeSantis en su contienda por la nominación presidencial republicana de 2024 lanzó un anuncio que va no solo contra Disney, sino también contra Target y Anheuser-Busch.

El anuncio se ha estado emitiendo en Iowa y Carolina del Sur, dos estados clave en el proceso de nominación. Se basa en el tema que DeSantis ha convertido en la piedra angular de su guerra con Disney.

DeSantis quiere hacer de los temas culturales el centro de su campaña. Fuente de la imagen: Shutterstock
DeSantis quiere hacer de los temas culturales el centro de su campaña. Fuente de la imagen: Shutterstock

DeSantis amplía los objetivos de su guerra contra el progresismo

DeSantis ha estado cortejando a los electores conservadores con una narrativa que sugiere que lo que él llama empresas (y políticos) progresistas quieren sexualizar a los niños. En una reciente escala de campaña en Nevada, dijo que Disney estaba “apoyando la sexualización de los menores”.

Es una afirmación que ya ha hecho anteriormente.

“Ha sido muy decepcionante ver lo que ha hecho esta empresa en particular, defendiendo cosas como la sexualización de los niños”, dijo.

El anuncio de campaña de Never Back Down, un PAC que respalda la candidatura presidencial de DeSantis de cara a 2024, seguía temas similares, pero Disney no fue el único objetivo. Un anuncio de 30 segundos con estilo de cuento de hadas iba también contra Target y Anheuser-Busch (propietaria de Bud Light).

“Érase una vez que las películas de Disney eran para niños, sin contenido sexual secreto. Target y Bud Light no vendían agendas liberales extremas y las escuelas enseñaban el abecedario, no la CRT [Teoría Crítica de la Raza]. Esto no es un cuento de hadas. Es una pesadilla. Pero un hombre se puso de pie: Ron DeSantis”.

El anuncio continúa con un fragmento de sonido de DeSantis diciendo “estamos a favor de la protección de nuestros niños. Vamos a luchar contra aquellos que tratan de robarles su inocencia. Nunca jamás nos rendiremos ante la horda progresista”.

“Ron DeSantis nunca se echará atrás” aparece en la pantalla para cerrar el anuncio.

Los objetivos de DeSantis adoptan enfoques diferentes

Target se ha convertido en la némesis de la derecha porque vende productos relacionados con el Orgullo. La cadena ha retirado parte de esa mercancía para proteger a sus empleados de posibles actos de violencia.

Anheuser-Busch se ha convertido en un objetivo de la derecha después de que la marca se asociara con el influencer transexual Dylan Mulvaney para una campaña en las redes sociales.

Esa campaña fue denunciada por Kid Rock. El cantante publicó un video en las redes sociales en el que aparecía disparando a cajas de la cerveza, que ha caído de su primer puesto de ventas en Estados Unidos.

La empresa cervecera ha intentado recuperar clientes recurriendo a su imagen tradicional en nuevos anuncios, pero las ventas de Bud Light se han resentido.

El presidente ejecutivo de Disney, Bob Iger, ha abordado directamente la situación, dejando claro que pudiera ajustar su gasto previsto de $17,000 millones en la Florida durante la última década.

La empresa ya canceló un proyecto de sede de $1,000 millones cerca de Disney World que habría trasladado a la Florida a más de 2,000 empleados muy bien pagados.

DeSantis ha sugerido que la empresa eliminó ese proyecto para ahorrar dinero.

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