BOGOTÁ.– Cómo será el deseo de cambio y transformación de los venezolanos (80% sueñan con la salida de Nicolás Maduro, según las encuestas) que a los pocos minutos de anunciarse oficialmente la candidatura del diplomático opositor Edmundo González Urrutia ya había eslogan y dos canciones, la más pegadiza tecno, y una salsa estilo clásico. “¡Edmundo para todo el mundo!”, clamaban las redes sociales, a pesar de que quien fuera embajador en la Argentina entre 1999 y 2002 es un total desconocido para la opinión pública.

Los 10 partidos que conforman la Plataforma Unitaria, la líder opositora María Corina Machado y el controvertido gobernador Manuel Rosales acudieron este viernes a una cita histórica en Caracas para dar su apoyo a su tercer candidato presidencial con un objetivo: derrotar a Maduro el 28 de julio próximo. Una decisión unánime para que el exembajador en la Argentina (1999-2002), de 74 años, durante años en la sombra de la directiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se convierta en el candidato unitario tras la inhabilitación de Machado, triunfadora de las primarias del año pasado, y luego de la filósofa Corina Yoris, bloqueada por el régimen para impedir su inscripción.

Fue precisamente esta maniobra arbitraria e ilegal del Consejo Nacional Electoral (CNE) la que forzó que, con el plazo final del 25 de marzo sobrepasado, el gobierno permitiera inscribir a un “candidato tapa”, como se le llama en Venezuela: un abanderado provisional que debía guardar el puesto al definitivo, con el deseo de que ese candidato definitivo fuera el gobernador Rosales.

Jamás imaginó González Urrutia, que no ha concedido una sola declaración durante estas semanas, que el cerco chavista contra las dos Corinas y las circunstancias políticas lo convertirían finalmente en la gran esperanza que tienen los demócratas.

“Venezolanos, ¡avanzamos!”, clamó María Corina Machado en sus redes sociales tras alcanzarse el acuerdo. La dirigente liberal-conservadora está convencida de que puede conducir a su candidato a la victoria. De hecho, en una encuesta realizada por More Consulting esta semana y con distintos escenarios a la espera de la decisión, el “candidato apoyado por María Corina Machado” contaría con el 45,8% frente al 21,6% de Maduro.

“Machado es la gran decisora de este año en la política venezolana”, señaló el consultor político Luis Peche.

La decisión de la unidad conlleva también el abandono de Rosales de la carrera electoral, que había provocado las mayores fricciones en el seno de una oposición bajo asedio. De esta forma, la candidatura de González Urrutia debería aparecer en el tarjetón electoral como abanderado de la MUD, de Un Nuevo Tiempo (UNT, el partido de Rosales) y de Movimiento Por Venezuela (MVP), que inicialmente habían dado su apoyo a Rosales.

Registro

Al margen, queda por ver cuál será la decisión final de Fuerza Vecinal, un partido de alcaldes antiguos opositores, que en primera instancia apoyó a Rosales. Un trámite cuyo plazo acababa este sábado y durante el cual se volvió a comprobar que derrotar electoralmente a un régimen en una proeza de muchos capítulos. Los funcionarios del CNE ralentizaron el proceso a la espera, según la oposición, del visto bueno del Palacio de Miraflores.

Hasta la noche del sábado no se había conseguido culminar el registro en circunstancias muy parecidas a las del 25 de marzo con el bloqueo de Yoris, que el régimen no fue capaz de justificar más tarde y que provocó las críticas de sus aliados, los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva.

Finalmente decidieron ampliar el plazo 72 horas para facilitar que el resto de falsos candidatos opositores, entre dirigentes de partidos intervenidos y colaboracionistas, conformen una nueva alianza capaz de arrebatarle votos a la candidatura de la oposición real.

No obstante, González Urrutia ya es un candidato aprobado por el CNE como abanderado de la MUD y que además ha superado el periodo de impugnaciones. Su nombre y su imagen ya están incluidos en el “tarjetón electoral” hecho público por el árbitro electoral.

“Lista la jugada del lado opositor. Pelota en la cancha del gobierno. Por supuesto que va a mover. Ha sido obligado a ello. La tormenta está lejos de terminar, pero el juego está muy vivo”, vaticinó el analista Félix Seijas.

González Urrutia trabajó siempre entre bastidores de la Unidad Democrática, tanto de asesor en materia internacional como formando parte de su junta directiva. Diplomático de carrera, ejerció como embajador en Argelia (1991-1993) y la Argentina, hasta que fue cambiado por Hugo Chávez. También formó parte del Consejo Editorial de El Nacional.

En el seno de la Unidad se lo considera un hombre cercano a Ramón Guillermo Aveledo, que fungiera como secretario ejecutivo de la MUD en su mejor momento, con el apabullante triunfo en las elecciones parlamentarias de 2015.

Consultado por su amigo, Aveledo detalló algo más sobre su carrera diplomática: “Entró al servicio exterior como tercer secretario. Ascendió a embajador y Carlos Andrés Pérez [socialdemócrata] lo nombró en Argelia. Tras ser director general de Política Internacional en el Ministerio de Relaciones Exteriores, el presidente Rafael Caldera (socialcristiano) lo designó en la Argentina”.

Más allá de su ejercicio diplomático, en el que destacó por su ponderación, al nuevo candidato opositor se le valoran la discreción y la honestidad, siempre entre bastidores. Jamás quiso ni imaginó aparecer de esta forma ante la opinión pública.

“Entusiasma sentir finalmente el sonido de la unidad. El país tiene un candidato contra la barbarie. Luego de una fragua áspera y difícil, el liderazgo opositor elige unánimemente a Edmundo González. La consigna tiene una pegada poderosa: Edmundo para todo el mundo”, sentenció el escritor Leonardo Padrón.