Derrumbe en Villa Gesell: quiénes son las siete personas que buscan entre los escombros
VILLA GESELL.– Silvana Perhuac quiso volver a hablar con los medios. Se acercó anoche y llevaba bien apretadas sobre el pecho un puñado de fotos de su hijo, Nahuel, unas de las personas buscadas entre los escombros del Apart Hotel Dubrovnik. “Estuvo pescando en el muelle hasta que volvió al hotel, antes de medianoche”, dijo para dar seguridad de que allí estaba cuando la estructura se vino abajo.
“Buscamos a siete o nueve personas”, repetían ayer las autoridades, cuando todavía transcurrían las primeras horas de búsqueda y remoción de trozos de losa y ladrillos. Un número impreciso producto de la dinámica irregular que tenía este lugar en temporada baja, con algunos habitantes permanentes y otros que rotaban según el avance de las obras que se estaban ejecutando en su interior.
Este miércoles, por primera vez, funcionarios a cargo del operativo precisaron que tienen a “siete personas identificadas” y que son buscadas con el deseo de encontrarlas con vida, en medio de un laberinto que es la montaña de restos de un edificio que tenía diez pisos y dos subsuelos.
Hasta el momento, las autoridades no dieron a conocer esos nombres de manera oficial y la confección de ese listado se fue realizando de manera artesanal, a medida que familiares o vecinos se acercaban para saber de la suerte corrida por algún pariente que estaba vinculado con este período del Dubrovnik y con los que perdieron contacto.
La primera confirmación fue la de María Rosa Stefanic, dueña original del hotel. Lo había vendido a comienzos de este año, pero había acordado con los nuevos propietarios la posibilidad de quedarse. Permanecía allí en los pisos inferiores con su perro Mirko, un rottweiler que era su compañero a sol y sombra.
Con ella estaba el mencionado Nahuel, su sobrino y también de apellido Stefanic. Tiene 25 años y se había mudado al apart Dubrovnik hace seis, cuando sus padres se separaron. Lo acompañaba Dana De Simone, una joven de misma edad de la localidad de Juan N. Fernández, entre Necochea y Lobería. Los tres estaban en el interior del hotel la noche del derrumbe.
De a poco se empieza a reconstruir otra lista, la de los operarios que también se alojaban allí durante la semana. Habían llegado el mismo lunes para quedarse hasta el viernes. Poco después de la medianoche de ese día, se produjo el derrumbe.
Son entonces los familiares los que empiezan a sumar nombres y a dar una forma más definida a ese listado, todavía difuso para las autoridades. Así aparecen los de tres trabajadores oriundos de Mar del Plata y Batán.
Aquí, en Villa Gesell, espera novedades el entorno más cercano de Mariano Troiano, Matías Chaspman y Ezequiel Matu. Todos realizaban trabajos de plomería que combinaban con algún otro oficio vinculado a la terminación de sus trabajos.
El último nombre empezó a sonar a últimas horas de ayer. Es el de Javier Fabián Gutiérrez, vinculado más a tareas de carpintería. Se presentaron familiares y comentaron que era oriundo de Merlo, provincia de Buenos Aires.
Todos quienes se acercaron desde otros destinos, preocupados por la suerte de estas siete personas buscadas entre escombros, fueron alojados en hoteles que ofreció la Municipalidad de Villa Gesell. La mayoría está en el Medamax Club, que linda con el lote donde se derrumbó el Drubrovnik. Otros, en establecimientos ubicados a pocos metros del lugar.
Esta mañana recibieron la visita del gobernador Axel Kicillof, que viajó para tomar contacto con todo el personal que conduce el operativo de rescate de víctimas. Estuvo acompañado por el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Andrés Larroque, y el intendente local, Guillermo Barrera. Quienes quisieron verlo pudieron dialogar con él, hacerle consultas sobre el despliegue y cómo continuará.
Ninguna de estas identidades fue confirmada de manera oficial. El ministro de Seguridad provincial, Javier Alonso, habilitó un margen de duda por otras dos personas, también operarios, que podrían haber estado allí esa noche. “Hasta ahora las siete identificadas ratifican versiones de vecinos”, dijo en contacto con la prensa, aunque admitió que “puede haber dos más por algunos dichos, pero no están establecidas las identidades”. “Puede ser”, remarcó.
La comunidad de Villa Gesell vive dominada por este acontecimiento que ya tiene ribetes trágicos con un fallecimiento, confirmado ayer, de Federico Ciocchini, de 84 años. Solo se pudo celebrar con un aplauso la salida, entre toneladas de escombros, de la esposa de este, Josefa, de 79 años, que pudo ser rescatada con vida. La única sobreviviente hasta el momento. A partir de hoy, la municipalidad decretó tres jornadas de duelo por el derrumbe y sus consecuencias.