Nueva Zelanda vs. Sudáfrica, la final del Mundial Francia 2023, el mejor enfrentamiento que el rugby puede ofrecer

All Blacks y Springboks volverán a definir un mundial luego de 28 años; en Sudáfrica 1995 venció el anfitrión, y en Francia 2023 el ganador resultará el único tetracampeón de la copa Webb Ellis.
All Blacks y Springboks volverán a definir un mundial luego de 28 años; en Sudáfrica 1995 venció el anfitrión, y en Francia 2023 el ganador resultará el único tetracampeón de la copa Webb Ellis. - Créditos: @Shane Wenzlick

PARÍS, Francia.– La zona del húmero de las camisetas de los jugadores lleva el palmarés de los títulos de campeón mundial del seleccionado en cuestión, acompañado por un dibujo de la emblemática Copa Webb Ellis. Después de este sábado, uno de los dos estampará el 2023 por allí. Los All Blacks, campeones en 1987, 2011 y 2015, procurarán recuperar la corona del rugby frente a los Springboks, ganadores en 1995, 2007 y 2019. Entre los dos conquistaron seis de los nueve mundiales concluidos, incluidos los últimos cuatro, una hegemonía que se acrecienta más allá de la evolución de países como Francia e Irlanda, que hoy por hoy compiten de igual a igual pero todavía deben esperar. El enfrentamiento tendrá lugar este sábado a las 16 en el Stade de France, de Saint-Denis, con transmisión de ESPN, TV Pública y la plataforma Star+.

Para la gran definición, el entrenador de Sudáfrica, Jacques Nienaber, movió el avispero con su estrategia y con los nombres. Manie Libbok, que venía siendo titular, no estará ni entre los suplentes y Handré Pollard llevará la camiseta 10. El experimentado apertura, que por un problema físico había quedado fuera de la lista de 33 convocados para disputar la Copa del Mundo, se sumó al plantel por una lesión de Malcolm Marx en la segunda fecha y de a poco fue sumando protagonismo. En el cuarto de final contra Francia acertó un penal clave para aumentar la ventaja y en la semifinal convirtió el de larga distancia del triunfo sobre Inglaterra, a dos minutos del final.

¿Qué de distinto aporta? Serenidad, templanza y mejor ejecución de las patadas tácticas, al contrario de Libbok, que es más dinámico y elusivo, pero también irregular. “Handré se lesionó, y eso fue una de las principales razones por las que Manie tuvo que dar un paso al frente. Es un jugador de rugby brillante. Si hubiéramos optado por tres backs en el banco, habría jugado. Tiene mala suerte, debido a las tácticas que utilizamos”, manifestó Nienaber.

Jacques Nienaber, el head coach de Sudáfrica, que dispone muchos más forwards que backs en el banco de suplentes.
Jacques Nienaber, el head coach de Sudáfrica, que dispone muchos más forwards que backs en el banco de suplentes. - Créditos: @Aurelien Morissard

La estrategia de ubicar a siete forwards y sólo un back en el banco de reservas es una de las novedades sudafricanas para la final. El conjunto verde la utilizó por primera vez contra los All Blacks en el amistoso previo al Mundial, y luego en la derrota a manos de Irlanda en la etapa de grupos. “El equipo no es de 15: es de 23. Siempre decimos eso. Cuando se selecciona la alineación, hay muchas cosas que influyen, desde los aspectos médicos hasta las actuaciones pasadas y muchos análisis de Nueva Zelanda que incluyen en qué creemos que podemos sacarle ventaja. Luego comienzan las conversaciones entre los entrenadores, que van de un 5-3 a un 6-2 y a un 7-1, y después vuelven a empezar. No es una discusión de 10 minutos; son horas y horas”, explicó el entrenador sudafricano.

Ian Foster, head coach de los All Blacks, opinó sobre la composición del banco del rival: “Es lo que me encanta del juego. La gente prueba diferentes tácticas. Ellos tienen su forma de jugar y nosotros tenemos la nuestra. No cambia la manera en que nos preparamos. Su estrategia les conviene, la nuestra nos conviene y eso hará interesante el sábado por la noche”.

A diferencia de en los partidos en que ubicó siete forwards entre los suplentes, esta vez la principal controversia radica en no incluir un medio-scrum como alternativa. Faf de Klerk será el titular, pero no tendrá opción en caso de algún inconveniente: “El medio-scrum alternativo en nuestro caso será Cheslin Kolbe. Jugó como líbero en el seven, que equivale a medio-scrum. Siempre ha sido nuestra variante para, si recibimos una tarjeta amarilla, ser el medio-scrum. Se entrenó en esa función no solamente esta semana, sino durante un par de semanas”, sostuvo Niebaner, responsable de una elección no exenta de polémica, en un puesto que requiere especialistas.

Los All Blacks, por su parte, intentarán detener el poderío físico de su adversario y desactivar el Bomb Squad, el grupo de suplentes que generan impacto en los Springboks. Ian Foster no tocó la estructura del equipo y decidió una sola modificación respecto a los titulares que golearon a los Pumas: ingresa Brodie Retallick por el histórico Sam Whitelock, que esperará en el banco su chance de despedirse del rugby internacional.

Ian Foster no toca la estructura de los All Blacks, con los Springboks en la mira; el único cambio respecto a la formación inicial que le ganó a la Argentina será el de Brodie Retallick por Sam Whitelock.
Ian Foster no toca la estructura de los All Blacks, con los Springboks en la mira; el único cambio respecto a la formación inicial que le ganó a la Argentina será el de Brodie Retallick por Sam Whitelock. - Créditos: @Christophe Ena

Nueva Zelanda encara la final sin misterios y con la claras premisas de proponer un rugby dinámico, mover la pelota, sorprender con lanzamientos y aguantar el poder físico de sus rivales. El pack dio un salto de calidad desde la llegada de Jason Ryan, en 2022, y si se impone en esa lucha tendrá buenas chances de llevarse la copa.

El choque del sábado se presenta como uno de los grandes duelos de la historia del rugby. Por contexto, por el nivel de juego y la intensidad que vienen sosteniendo ambos equipos y porque el ganador será tetracampeón mundial, el único de la historia. En el caso de vencer los Springboks, serán por primera vez el seleccionado que más coronas tendrá.

Después de 28 años, las dos grandes potencias del rugby se medirán en el encuentro cumbre. En Sudáfrica 1995 se impuso el local, por 15-12. “Todos recordamos la final entre nosotros, que fue épica. Con suerte, ésta será igual. Alguien va a ganar su cuarta copa, así que es especial, ¿verdad? Tenemos un gran respeto mutuo, un gran respeto por su país y por cómo juegan. Es estimulante para prepararse”, expresó Foster, que se despedirá del seleccionado neozelandés tras la final.

En el Stade de France, un escenario acorde, los dos más grandes de este deporte van por la gloria.