Werevertumorro, el influencer mexicano que ocupa el lugar de los "expertos". Y hay quien 'no soporta'

El creador de contenido Gabriel Montiel, Werevertumorro, se estrenó como comentarista deportivo el pasado fin de semana en Paramount+, durante el partido entre el West Ham United y Chelsea, de la Premier League. La inclusión del influencer, que marcó una época en Youtube al ser el primer mexicano que rompió la barrera del nicho web, despertó un sinfín de comentarios en redes sociales. Como suele pasar, hubo críticas hacía él y también para la cadena que le ha dado esta oportunidad, pero también un gran respaldo de su base de fans.

El problema principal es que lo han incluido directamente como analista, un rol que, en teoría, debería estar reservado para auténticos especialistas en el tema. Sin embargo, también se abre una pregunta interesante: ¿no se ha cansado ya la audiencia de escuchar a las mismas personas de siempre, o personas nuevas que hacen lo mismo de siempre? Porque Werevertumorro, que estudió comunicación y también narración deportiva, quizá no tenga las credenciales de otros comunicadores enfocados plenamente en el futbol, pero cuenta con un gran punto a su favor: conecta con la gente.

Y esa virtud no la tiene cualquiera. Sus fans le siguen por lo que ha hecho durante más de quince años. Cierto, su punto fuerte, durante mucho tiempo, fue la comedia. Después empezó a incursionar en el ámbito deportivo —asistió a unos Juegos Olímpicos con ESPN, pero no todavía con un rol de comentarista—. Pero en realidad siempre ha estado ligado al futbol: realizaba contenidos humorísticos sobre el tema (la famosa serie de Youtube Pelusa Caligari), fue jugador profesional de Segunda División con Murciélagos, y en general, su contenido tenía diversas pinceladas y referencias futbolísticas (antes de ser famoso se probó en las Fuerzas Básicas del América).

Que hay voces expertas que podrían ocupar su sitio, sin duda. Sí, quizá no fue tan adecuado incluirlo como comentarista de manera inmediata o tan directa (porque además se le notó su falta de oficio, lo cual es normal). Pero está ahí por algo y esos motivos no pueden echarse en saco roto. Él opina mucho en redes sociales y lo hace quizá sin el rigor que caracteriza a los buenos analistas, pero lo hace con sinceridad. Dice lo que piensa sin importar que pueda o no ser popular su argumento. Y eso se agradece en un mundo de polémicas prefabricadas y manipulaciones.

Porque está la otra cara de la moneda. Los David Faitelson, los Álvaro Morales, que son los profesionales de esto, y que más bien operan como si fueran aficionados de sillón. Dicen lo que se les da la gana con una única intención: encontrar un cúmulo de respuestas que los mantenga vigentes en la conversación. Son provocadores y obtienen lo que tanto desean: atención y reflectores. No les importa el costo que deban pagar en cuanto a credibilidad. Y esa palabra sí que acompaña a Gabriel Montiel, porque durante mucho tiempo ha demostrado que él puede estar al margen de los grandes medios y de todas maneras ser un referente para millones de espectadores.

Aquí la crítica, más que a ver Werevertumorro, debería ser para los medios de comunicación: por qué no hay voces que logren que la gente se identifique con ellos. Algunos medios, como TNT Sports, han incluido a analistas como Pepe del Bosque, que durante un largo tiempo fue reconocido en Twitter por su vasto conocimiento del futbol mundial. Hay muchos más como él y también deberían tener una oportunidad en algún momento. Pero no es Werevertumorro el culpable ni quien les quita el lugar. Él hace su trabajo y la gente lo sigue porque le cree (y claro, a la cadena le conviene tenerlo). El problema está en las vacas sagradas y en quienes quieren hacerse de un sitio emulando a las vacas sagradas. Eso sí debería ser preocupante.

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