Cómo vivir con un fantasma
En una tarde común y corriente, Shane Booth, un profesor de fotografía que vive en Benson, Carolina del Norte, estaba doblando la ropa en su habitación, cuando se sobresaltó al escuchar un fuerte estruendo. Salió y se encontró con una ventana destrozada en el frente de su casa y a su perro sentado afuera. Estaba confundido, ¿cómo había podido su perro saltar a través de la ventana con la fuerza suficiente para romperla?
Booth narró que, después de recoger los cristales, regresó a su habitación y toda la ropa que acababa de doblar estaba desparramada y esparcida. “Fue entonces cuando pensé que lo sucedido era bastante aterrador”, dijo Booth, de 45 años.
En una entrevista, Booth describió otros encuentros inexplicables y espeluznantes que le han hecho creer que su casa centenaria está embrujada. Cuadros que había colgado en la pared y que descubrió más tarde colocados en el suelo a la perfección, sin marcos rotos que indicaran una caída. Notó que los jarrones de repente se encontraban en diferentes lugares, tuvo visiones fugaces de un fantasma (un anciano) y escuchó risas estruendosas cuando no había nadie más en la casa. “Hay muchas cositas que ocurren esporádicamente y que no se pueden explicar”, afirmó.
Muchos estadounidenses creen que su casa está habitada por alguien o algo que no es un ser vivo. Un estudio realizado en octubre por la empresa de seguridad doméstica Vivint, con sede en Utah, reveló que casi la mitad de los mil propietarios encuestados creían que su casa estaba embrujada. Otra encuesta de mil personas realizada por Real Estate Witch, una plataforma de educación para compradores y vendedores de viviendas, obtuvo resultados similares, pues un 44 por ciento de los encuestados afirmó haber vivido en una casa embrujada.
Los investigadores le atribuyen el aumento de la creencia en lo sobrenatural al auge de los medios de comunicación relacionados con lo paranormal, a la reducción de la afiliación religiosa y a la pandemia. Con tanta gente que cree que vive con fantasmas, surge una nueva pregunta: ¿Cómo convives con los fantasmas? ¿Existen maneras de sentirse cómodo con ellos o hay ciertas cosas que no hay que hacer para no molestarlos?
En un principio, la casa de Booth se construyó como una iglesia bautista en 1891, según descubrió al investigar en internet. Los vínculos religiosos lo hicieron pensar que tal vez los sucesos sobrenaturales podrían deberse a que era homosexual, y los espíritus no lo veían con buenos ojos. Por muy aterradoras que sean estas experiencias, Booth ya hizo las paces con ellas.
“Me encanta esta casa, la he convertido en mi espacio y no quiero dejar que nada me corra de aquí”, señaló Booth. “Cuando sucede algo, le hablo y le digo: ‘A ver, tómalo con calma’”.
Compañeros inesperados
Aunque cohabitar con un espíritu podría ser una experiencia aterradora, algunas personas lo disfrutan o, al menos, han aprendido a convivir con este.
“No me opongo a que haya algunos sucesos inquietantes”, comentó Brandy Fleischer, de 28 años, quien vive en una casa construida en el siglo XIX en Genoa City, Wisconsin. Fleischer dijo que cree que la casa está embrujada y que uno de los fantasmas se llama Henry. Explicó que lo averiguó colocando un péndulo sobre un tablero con letras y pidiéndole al espíritu que deletreara su nombre. “Le gusta hacer bromas. Cambia los zapatos de lugar”, narró.
No obstante, Fleischer no siempre se sintió tan cómoda con los fantasmas. “La primera vez que entré por la puerta, sentí que acababa de llegar a una fiesta a la que no estaba invitada. Sentía que todo el mundo me miraba”, dijo, “pero yo no podía verlos”.
Comparó el hecho de vivir con fantasmas con tener compañeros de departamento… solo que estos no hicieron solicitud. Fleischer pudo hacerse una idea de lo que debe evitar para convivir en armonía con Henry. En particular, le molesta cuando la gente en la casa está discutiendo, explicó. “Henry azotó un cajón para interrumpir una discusión”, relató.
Casas embrujadas en venta
Para los vendedores, los rumores paranormales también han sido una buena estrategia de venta. A principios de este año, la casa de tres habitaciones de Rhode Island que inspiró la película de terror “El Conjuro” se vendió por encima de su precio de venta por 1525 millones de dólares. En 2021, una propiedad de Massachusetts, que fue el lugar de los infames asesinatos de la familia Borden, se vendió por 1875 millones de dólares sin necesidad de hacer eventos para mostrar la casa. Decenas de entradas en Airbnb también anuncian experiencias fantasmales, como un “oasis embrujado en el segundo piso” o una “guarida de fantasmas”.
“Aceptar la historia embrujada de una casa puede ser una escalofriante estrategia de venta en la carrera por hacerse viral”, aseveró Amanda Pendleton, experta en tendencias del hogar de Zillow. “Las casas únicas capturaron la imaginación de quienes navegaban en el sitio de internet de Zillow durante la pandemia: cuanto más inusual es un anuncio, más vistas de página puede generar”.
Sharon Hill, autora del libro de 2017 “Scientifical Americans: The Culture of Amateur Paranormal Researchers”, añadió que “muchas personas ya no les tienen miedo a los fantasmas porque los medios de comunicación nos han acostumbrado a ellos”.
Las casas embrujadas también pueden ser “una manera de conectar con el pasado o con una sensación de embrujo en el mundo cotidiano”, señaló Hill. “Tenemos la sensación de querer averiguarlo solos y de poder sentir que hay algo más allá de la muerte. Saber que los fantasmas existen sería muy reconfortante para algunas personas”.
Aun así, la mayoría de los vendedores y agentes dudan de adoptar esa estrategia. De las más de 760.000 propiedades en Zillow en las últimas dos semanas, solo dos anuncios tenían descripciones que daban a entender que la casa podría estar embrujada, según los datos proporcionados por esta empresa. Una propiedad es un hotel de seis habitaciones en Wisconsin donde la descripción presume de haber sido objeto de la investigación de un grupo de cazadores de fantasmas de Minnesota en fechas recientes. El otro, un deteriorado hotel de tres habitaciones en Texas construido en 1910 dice: “Si tu sueño ha sido ser dueño de un Air BNB embrujado no busques más. El propietario ha recibido cazadores de fantasmas en la casa dos veces durante la noche”.
La mayoría de los estados no mencionan la actividad paranormal en las leyes de divulgación inmobiliaria, pero Nueva York y Nueva Jersey tienen requisitos explícitos al respecto. En Nueva Jersey, los vendedores, si se les pregunta, deben revelar la información conocida sobre cualquier fenómeno poltergeist posible. En Nueva York, un tribunal puede rescindir una venta si el vendedor ha reforzado la reputación de que la casa está embrujada y se aprovecha de la ignorancia de un comprador sobre esa detalle.
‘Búsqueda de sentido’
Hay diferencias generacionales en cuanto a quienes creen en los fantasmas. En la encuesta de Vivint, el 65 por ciento de quienes pertenecen a la generación Z (definidos como personas nacidas entre 1997 y 2012) y que participaron en la encuesta pensaban que su casa estaba embrujada, mientras que el 35 por ciento de los baby boomers encuestados (personas nacidas entre 1946 y 1964) pensaban lo mismo.
“Con tanta conversación en TikTok sobre crímenes reales, pódcasts sobre cosas embrujadas y documentales sobre crímenes, pensamos que eso podría estar propagando esta tendencia entre los más jóvenes”, aseveró Maddie Weirman, una de las investigadoras de la encuesta de Vivint.
La generación Z “podría estar buscando un significado en lugares nuevos”, explicó Hill. “Si el mundo moderno en el que viven no les proporciona alimento para el alma, si el capitalismo es un sistema que nos despoja de la iluminación personal, no es difícil deducir que los más jóvenes lo buscarán en otra parte y encontrarán la idea de un mundo alternativo (de fantasmas, extraterrestres, críptidos, entre otros) que les resulte atractiva de explorar”.
La pandemia también influyó en la relación de la sociedad con las casas y los fantasmas.
La consciencia de la muerte en nuestra cultura aumentó y detonó el deseo de obtener pruebas de una vida después de la muerte para algunas personas. “Pensemos en todas las muertes repentinas que hubo durante el COVID-19, las cuales con frecuencia no se lloraron lo suficiente. En muchas ocasiones, la gente perdía a sus seres queridos sin tener un último contacto ni un funeral”, afirmó Tok Thompson, folclorista y profesor de antropología de la Universidad del Sur de California.
La cuarentena y el trabajo a distancia supusieron pasar más tiempo en casa, lo que se tradujo en tener más tiempo para percibir ruidos o movimientos extraños. Algunos investigadores de lo paranormal informaron que hubo un aumento de las llamadas relacionadas con los fenómenos de embrujos.
“Por lo general, la gente no estaba todo el tiempo en casa para notar los ruidos normales de esta cuando se calienta por el sol durante el día y luego se enfría por la tarde. Como todo el mundo estaba adentro, incluso había menos ruido afuera para ahogar los sonidos habituales”, concluyó Hill, la autora.
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