Uriel Antuna, el futbolista injustamente criticado, y en realidad cumple con lo que debe hacer
Uriel Antuna ha sido reventado durante años, pero los números demuestran que es el mejor extremo derecho que puede tener la Selección Mexicana.
Uriel Antuna ha convivido con una imagen que es injusta para él. Se le critica de manera impiadosa por todo. Conviene decirlo: no es un crack, si por crack se entiende a aquel jugador superdotado, capaz de maravillar a los aficionados con sus incomparables cualidades técnicas. Por lo tanto, nunca hará felices a aquellos que le piden cosas que no puede ofrecer. Lo suyo es la velocidad y no el regate.
Y también es cierto: puede llegar a ser desesperante. Tanto por sus centros fallidos como por la tardanza que le acompaña al momento de amagar. Pero, en ese sentido, conviene dejar claro que ningún jugador del mundo tiene una efectividad del 100%. Los mejores delanteros del mundo fallan goles antes de hacerlos. Los mejores extremos del mundo mandan centros a la nada antes de acertar alguno que termine en gol. Aquí el problema es que ya existe una predisposición a destacar solamente los errores.
Antuna carga ya con una penitencia que no le corresponde. En el último par de partidos amistosos de México marcó dos goles. Y no fue ante rivales limitados. Ghana, una selección competitiva, y Alemania, una potencia pese a sus últimos años de capa caída. No es suerte. Nadie debe confundirlo. Antuna es el único extremo derecho en el país que garantiza peligro en la zona de finalización. No es un gambeteador, sino un rematador, que aparece para acabar las jugadas —y esa mera presencia ya garantiza peligro, acabe o no en gol—.
Sus condiciones son muy específicas: conviene darle el balón al espacio, porque entre menos tiempo tenga para resolver es mejor. Así no se enreda. Y el equipo debe garantizarle ciertos contextos: darle el balón en mano a mano con el defensa rival, para que así su explosividad se haga notar. Y cuando puede marcar diferencia, su presencia se siente: ha anotado 14 goles y ha puesto 15 asistencias en 56 partidos con la Selección Mayor (debutó en 2019, pero en noviembre de 2017 ya había sido convocado por primera vez, por decisión de Juan Carlos Osorio).
Todos los entrenadores que han pasado por el Tri en los últimos cuatro años lo han considerado titular: Gerardo Martino, Diego Cocca y Jaime Lozano, que además lo tuvo en la Selección Olímpica —Antuna terminó siendo titular en aquel plantel ganador del bronce en Tokio 2021—. Y sus números, citados arriba, lo convierten también en el segundo extremo más rentable (contando también la banda izquierda) para México al menos desde 2019 a la fecha. Por ejemplo, desde que Antuna debutó en el Tri, en junio de 2019, Hirving Lozano suma nueve goles y ocho asistencias en 31 partidos (Jesús Corona, el otro gran nombre, desde 2019 apenas suma tres goles y cinco pases para gol).
Sí, el promedio de Lozano es ligeramente mejor, además de que se ha perdido muchos partidos por diferentes lesiones, pero de todos modos, no hay una diferencia sustancial entre el rendimiento de ambos. Y vaya que hay un juicio dispar al momento de evaluarles: Antuna recibe todas las críticas posibles y Lozano pasa de puntitas, en gran medida al prestigio que ha cosechado en Europa y a lo que hizo en el pasado con el Tri, como ese gol histórico contra Alemania en Rusia 2018.
No hay material de sobra para la Selección Mexicana. Uriel Antuna es el extremo derecho que mejor ha respondido en los últimos años. Podrá haber nueva competencia con Julián Quiñones, que generalmente juega por izquierda, pero en general, el extremo de Cruz Azul ha cumplido. No tiene virtudes para arrojar al cielo, pero tiene las necesarias para ser útil en la Selección Mexicana. Por eso todos los entrenadores lo han considerado indispensable. Por eso ha jugado en dos de los equipos más importantes de México (Chivas y Cruz Azul) y algún día su ficha perteneció al Manchester City.
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