Tschofenig gana un Cuatro Trampolines convertido en recital austriaco
Daniel Tschofenig se proclamó, gracias a su triunfo en la última prueba, vencedor de la LXXIII edición del Cuatro Trampolines, el prestigioso torneo de saltos de esquí nórdico, que concluyó este lunes en el trampolín grande de Bischofshofen (Austria). Donde se confirmó el auténtico recital austriaco, con tres de sus saltadores en los tres puestos de honor de un certamen que se resolvió de una de las formas más apretadas de casi toda su historia.
Tschofenig, nacido hace 22 años en Villach (Carintia), que también había ganado en Garmisch-Partenkirchen (Alemania) el Día de Año Nuevo, firmó este lunes su cuarta victoria -todas esta temporada- en la Copa del Mundo, competición que lidera y para la que también puntúa este torneo: en cuyo historial sucedió al japonés Ryoyu Kobayashi. En un desenlace muy emocionante, encabezó -con dos saltos de 136 y 140 metros y medio, para un total de 308.6 puntos- un nuevo 'triplete' austriaco, que completaron de nuevo Jan Hörl y Stefan Kraft; que, por ese orden, también se inscribieron en la general final del 'Vierschanzentournee'.
Austria festejó de esta forma su primer triunfo en el afamado torneo desde hace diez años -Kraft ganó en 2015- y elevó a 17 su número de victorias finales, circunstancia que la coloca al frente de la lista histórica, tras deshacer el empate que la unía a Finlandia. Se impuso, además, de forma aplastante, haciendo sonar su himno tras las cuatro pruebas, firmando tres 'tripletes' y copando once de los doce puestos de podio en liza.
Alemania, co-organizadora del evento, apuntaba alto con Pius Paschke, que lo afrontaba como líder de la Copa del Mundo, después de haber ganado la mitad de las diez pruebas previas.
Nada más lejos de la realidad. La afición germana ya lleva sin festejar a uno de los suyos 23 años: los que han pasado desde que se impusiera Sven Hannawald -ahora comentarista de la televisión de su país-, el primero de toda la historia en vencer con un pleno de victorias en las cuatro rampas (los otros son el polaco Kamil Stoch y el nipón Kobayashi, decimoquinto en el torneo esta vez).
Paschke, duodécimo este lunes, se conformó con acabar sexto un torneo que el noruego Johan Andre Forfang -cuarto en Oberstdorf- y el suizo Gregor Deschwanden -undécimo- concluyeron en cuarta y quinta posición, respectivamente.
En la primera prueba, en Oberstdorf, en territorio alemán, empezó a vislumbrarse que la septuagésima tercera edición del certamen navideño más famoso del mundo iba a acabar siendo un auténtico festival austriaco. Kraft no sólo ganó la apertura, en el Schattenberg bávaro, la montaña sombría. Austria arrancó, además, con un triplete completado por Hörl -segundo- y Tschofenig que se repetiría -en distinto orden- otras dos veces. Y el muniqués Paschke, que competía 'en casa', mantenía a duras penas, al acabar cuarto, el liderato de la Copa del Mundo, aunque comenzando a asimilar que sus aspiraciones de éxito se complicaban.
En Garmisch, de nuevo en Baviera, la cosa empezaba a clarificarse aún más. Tschofenig ganó la tradicional prueba de Año Nuevo -por delante de Deschwanden y de otro austriaco, Michael Hayböck- y, de golpe, tomó dos lideratos: el de la competición de la regularidad y el del torneo.
Paschke, noveno el primer día de 2025, tiraba la toalla.
Austria repitió idéntico triplete en Innsbruck, donde Kraft había elevado a 45 su tercera mejor marca histórica de victorias en la Copa del Mundo con su primera en el olímpico Bergisel. Dejando claro que la afición austriaca festejaría triunfo en el 'Vierschanzentournee', sólo quedaba ponerle nombre al vencedor de la LXXIII edición.
El resultado de la capital del Tirol ofrecía un desenlace muy apretado y aún más emocionante. Kraft recuperaba el liderato del torneo, pero, con un total de 887.1 puntos, llegaba a Bischofshofen con sólo seis décimas de ventaja sobre Hörl; y con un punto y tres décimas respecto a Tschofenig.
Esa circunstancia motivó que no pocos contemplasen la posibilidad de un empate en la cima, algo que en las 72 ediciones anteriores sólo había sucedido una vez. En 2005. Ese año compartieron triunfo final el checo Jakub Janda y el finlandés Janne Ahonen, que se convertía en el único quíntuple ganador del torneo.
Cuarto, a 13.8 de Kraft -que también había dominado, ante su afición, en la Paul-Ausserleitner-Schanze larga, la calificación del domingo- y con opciones que pasaban de forma ineludible por una gigantesca debacle final austriaca, llegaba a Bischofshofen el suizo Deschwanden, que acabaría cediéndole la cuarta plaza final a Forfang.
El helvético había sido tercero, un puesto por detrás de otro austriaco, Maximilian Ortner, en la ronda previa -que ordenó, entre los 50 mejores, los 25 enfrentamientos de la cuarta y última prueba-
Tschofenig la había acabado cuarto; y Hörl, sexto.
La primera ronda de este lunes en el trampolín grande de Bischofshofen prolongó la exhibición local, con cuatro austriacos entre los cinco primeros. Kraft lideraba con un salto de 136 metros y 154.8 puntos, 5.4 más que su compatriota Maximilian Ortner, cuyo intento había sido dos metros más corto.
Hörl (con el salto más largo de la primera ronda, de 140 metros y medio) y Tschofenig ocupaban el tercer y el quinto puesto provisional, a 2.1 y 5.2 puntos, respectivamente. Por lo que la resolución, en territorio austriaco, con familiares y allegados de los implicados presentes, prometía emociones superlativas.
Forfang era cuarto, a 2.6 puntos de Kraft; y Paschke vio como en sólo nueve días pasaba de ser favorito a ganar el torneo a clasificarse para la segunda ronda de la ultima prueba como mejor perdedor -'lucky looser'- y decimoquinto. El alemán avanzó tres puestos entre mangas y acabó sexto el torneo.
Con las espadas en lo más alto y en Día de Reyes, tres austriacos se jugaban la corona en el último acto de la última prueba; para mayor alegría de Andreas Widhölz, que como deportista ganó el Cuatro Trampolines hace 25 años y fue campeón olímpico por equipos en Turín 2006 (Italia) -ocho años después de ganar dos bronces en los Juegos de Nagano'98 (Japón)-; y que ahora sigue brillando. Como técnico, al frente del equipo de la República alpina.
Tschofenig había mejorado a Hörl y ambos ocupaban los dos primeros puestos a falta del último salto, el de Kraft, que se demoró durante siete minutos a causa del viento. Convirtiendo en casi dramático el muy emocionante desenlace.
El astro salzburgués, que el año pasado ganó por tercera vez la Copa del Mundo -en la que sólo el fallecido mito finlandés Matti Nykaenen (46) y el plusmarquista histórico, su compatriota Gregor Schlierenzauer (53), mejoran sus 45 triunfos- no completó su mejor intento. Y Tschofenig no daba crédito cuando le confirmaron que encabezaba la general final del torneo. Con 1.194,4 puntos: sólo 1,4 más que Hörl; y con 4,1 de ventaja sobre Kraft.
Adrian R. Huber
(c) Agencia EFE