Tribunal de Kiev dicta arresto domiciliario contra jerarca ortodoxo prorruso
Kiev, 1 abr (EFE).- La justicia ucraniana dictó hoy una orden de arresto domiciliario por un plazo de 60 días contra el abad del Monasterio de las Cuevas de Kiev, el mitropolita Pavlo (Lebid), al que la Fiscalía investiga por justificar la invasión rusa de Ucrania.
La orden judicial fue emitida después de que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) registrara la casa del jerarca ortodoxo e hiciera públicas conversaciones interceptadas en las que Pavlo celebra la ocupación rusa de la ciudad ucraniana de Jersón y habla de la existencia de “laboratorios” biológicos estadounidenses en Ucrania.
En las grabaciones difundidas, el religioso también se refiere de manera despectiva a los voluntarios de la Defensa Territorial de Ucrania a los que el Estado dio armas para defender el país de la invasión rusa.
El mitropolita Pavlo pertenece a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú, una especie de filial de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Ucrania que rompió relaciones con su iglesia madre el pasado mayo por el apoyo del patriarca ruso, Kiril, a la agresión del Kremlin contra Ucrania.
Los críticos de esta denominación ortodoxa ucraniana consideran esta ruptura cosmética y exigen a su jerarquía que se integre en la Iglesia Ortodoxa de Ucrania si de verdad han dejado de tener lazos con Moscú.
La Iglesia Ortodoxa de Ucrania fue establecida en 2018 y reconocida un año más tarde por el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla como iglesia nacional autocéfala de Ucrania.
La orden de arresto domiciliario contra Pavlo llega tres días después de que venciera el plazo dado por el Gobierno ucraniano a los religiosos del Monasterio de las Cuevas de Kiev para que abandonaran este centro espiritual fundado en el siglo XI que es de importancia capital en las tradiciones ortodoxas de Rusia y Ucrania.
El abad Pavlo y los demás monjes han recurrido el desalojo ante la Justicia y permanecen en el monasterio en desafío de la orden del Gobierno, al que acusan de persecución religiosa.
Las autoridades ucranianas consideran a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarco de Moscú un foco de influencia rusa en el país.
Según desveló hoy el servicio secreto ucraniano, las autoridades de Kiev han iniciado desde el comienzo de la guerra procedimientos contra 61 curas de esta denominación por colaboracionismo con el enemigo.
Siete de estos religiosos fueron condenados por la justicia y dos de ellos fueron enviados a Rusia en el marco de un intercambio de prisioneros con Moscú.
El mitropolita Pavlo fue entre 2008 y 2014 concejal del ayuntamiento de Kiev por el Partido de las Regiones, una formación prorrusa que ha sido prohibida en Ucrania.
(c) Agencia EFE