Tremendo estallido en el Bosque: golazo, delirio, VAR y 0-0
LA PLATA.- El 0-0, en muchas ocasiones, es sinónimo de partido sin emociones. No fue el caso de este Gimnasia y Estudiantes. El clásico platense siempre genera sensaciones fuertes en la ciudad de las diagonales; esto no es ninguna novedad. Esta edición, sin embargo, contó con algunos condimentos extras. El clima, en el Bosque, se enrareció temprano por una lamentable amenaza de bomba que precisó de una exploración policial para descartar que hubiera un explosivo. Una preocupación innecesaria para la gente que, unas horas más tarde, colmó la cancha.
Cuando los futbolistas salieron al campo de juego se dio el otro momento saliente de la previa: el recibimiento para Gimnasia resultó ensordecedor y colorido. ¡Muy colorido! Las banderas blancas y azules le pusieron color a la tarde y taparon lo peor del fútbol argentino (la inseguridad) con lo más lindo: la pasión de los hinchas.
La primera media hora de juego fue como la previa: intensa y emocionante. En cuanto comenzó el partido Pablo De Blasis sacudió un parante del arco de Estudiantes, con un buen tiro libre. Enseguida el Pincha respondió con dos buenas maniobras de Javier Correa, que finalizaron con remates: uno desviado y otro atajado por Nelson Insfrán.
En la siguiente jugada de riesgo pasó de todo: gran pase largo de Matías Abaldo a la espalda de la defensa rival, enorme resolución de Ivo Mammini, estallido de la gente, festejo eufórico del delantero y anulación vía VAR por una posición adelantada milimétrica.
A pesar de la bronca Gimnasia volvió a atacar con profundidad, pero Federico Fernández le ahogó el gol con un cierre salvador. Y después tres situaciones claras para la visita: Mauro Méndez no llegó a empujarla, Insfrán le ahogó el tanto a Javier Altamirano y luego el propio Altamirano definió alto cuando estaba debajo del arco.
Todo esto en 30 minutos. Media hora sin goles, aunque explosiva. El resto del encuentro mantuvo la expectativa y la ambición de ambos, pero la intensidad bajó un escalón. La parte final del primer tiempo y el complemento estuvieron lejos de ese segmento inicial.
En la segunda etapa lo más destacado fue un cabezazo fallido de Mauro Méndez, que apareció sin marca, y otra tapada de Insfrán (la figura) a Correa. Del lado del Lobo hubo algunos avances prometedores que no prosperaron, casi todos generados por un movedizo Benjamín Domínguez.
Más allá del final caliente, con discusiones varias y algunos empujones, el punto les sirve a los dos. Estudiantes, que jugó como visitante, continúa en una posición privilegiada en su zona; mientras que Gimnasia elevó su rendimiento y estiró su racha sin perder ante su clásico rival (uno ganado y seis empatados).
Todo quedó en cero, es cierto. Pero en el Bosque hubo un estallido que borró el VAR.