Tomás Lavanini y su rol fundamental en los Pumas: de aquella expulsión por imprudencia en el Mundial 2019 a este presente de madurez

Tomás Lavanini es clave en el pack de los Pumas
Tomás Lavanini es clave en el pack de los Pumas - Créditos: @Prensa UAR

LA BAULE-ESCOUBLAC, Francia.- No piensa en revancha, no se queda en el pasado. De hecho, ni siquiera recordaba, dice, lo que ocurrió cuatro años atrás. La mira de Tomás Lavanini está puesta en el partido del sábado, la presentación de los Pumas en Francia 2023. El rival, Inglaterra, es el mismo ante el que en Japón 2019 debió dejar la cancha prematuramente luego de ver la tarjeta roja. No es que el destino de los Pumas, que necesitaban ganar por una buena diferencia para pasar a cuartos de final, hubiera cambiado 15 contra 15, pero en el momento representó un mal trago para el segunda línea. El olvido, entonces, está justificado.

“La cabeza de muchos cambió”, dice en referencia a la maduración que advierte en los Pumas después de lo que fue aquel regreso prematuro de Tokio. Sus últimas actuaciones dejan entrever que él no es ajeno a ese progreso.

Una operación por syndesmosis lo marginó del Tri-Nations 2020. Cuando regresó, en la ventana de julio del año siguiente, le tocó ingresar desde el banco, pero de a poco o recuperó su forma y volvió a erigirse en un jugador clave para el pack argentino. Por tamaño y despliegue (2,2 metros, 130 kilos), es un jugador fundamental para el seleccionado. El sábado en Marsella (a las 16 de la Argentina), su fortaleza para empujar en el scrum, para tacklear, para someter a los rivales en el breakdown van a ser determinantes. Cuando los Pumas logran mover la pelota y desequilibrar con los backs es porque antes hubo forwards como Lavanini que hicieron el trabajo sucio.

Tomás Lavanini, en el centro, un segunda línea de primer nivel en los Pumas
Tomás Lavanini, en el centro, un segunda línea de primer nivel en los Pumas - Créditos: @Juan Gasparini / Gaspafotos

“No me acordaba de ese momento. No me influye en nada, no me cambia en nada”, dijo en la conferencia de prensa en La Baule, donde los Pumas intensificaron el martes la preparación para el debut. “Sé lo que tengo que hacer adentro de la cancha. Vengo laburando de manera increíble junto al equipo y eso no está en mi cabeza.”

En los últimos dos años, particularmente, desde que Michael Cheika asumió la conducción, Lavanini ha logrado mantener un rendimiento alto y parejo, sin altibajos y, especialmente, ha reducido notablemente el número de infracciones. Más por razones técnicas y de exceso de energía que por imprudencia, se había convertido en el jugador más sancionado en la historia de los Pumas (ocho amarillas y tres rojas). Sin embargo, desde 2022 sólo fue amonestado una vez en los Pumas (ante Escocia en Edimburgo) y ninguna en su club, Clermont.

Aquella expulsión de 2019

Ante el nuevo criterio que aplica World Rugby a la hora de sancionar con tarjeta algunas infracciones, Lavanini reconoció que también los Pumas debieron incorporar a los entrenamientos técnicas de tackle y de rucking. “Buscamos en el tackle, sobre todo, ir un poco más abajo. Siempre en cada entrenamiento nos tomamos 10 o 15 minutos pero no más que eso. Ir al detalle, con técnica y hacerlo bien”.

Inglaterra representará un desafío especial para Lavanini, así como para el resto del pack argentino. Se trata de un equipo que basa todo su juego en la potencia y la fortaleza de sus forwards, con énfasis en las formaciones fijas. Quien gane esa batalla tendrá buena parte de la tarea realizada. Después de jugar dos temporadas en Leicester Tigers, Lavanini sabe bien de qué se trata, más allá de las bajas y las dudas con que los ingleses llegan al partido. “Todos los equipos son físicos. Sabemos que Inglaterra tiene un pack muy físico, muy duro”, advierte. “Nosotros nos tenemos que preparar de la mejor manera, hacer lo que venimos haciendo, incluso mejor, obviamente, para llegar bien. Sabemos que no va a ser un partido más y estamos preparados para ellos.”

Tomás Lavanini, en acción frente a Sudáfrica
Tomás Lavanini, en acción frente a Sudáfrica - Créditos: @Prensa UAR

A los 30 años, Lavanini se apresta a jugar su tercer Mundial. Debutó en el seleccionado con tan sólo 20 años y de inmediato se adueñó de la titularidad. La experiencia de esos dos antecedentes, augura “Lengua”, le sirvió a este equipo para no repetir los errores del pasado: “Creo que ahora llegamos mucho más preparados. La cabeza de muchos cambió. Somos un equipo mucho más profesional, que labura, que quiere cosas grandes. Eso está buenísimo.”

Cuando está enfocado, Lavanini es uno de los mejores segundas líneas del mundo. Se lo nota enfocado.