The Open Championship: Shane Lowry controló sus emociones y al viento para subirse a la cima del tablero

Shane Lowry regala una pelota a espectadores después del hoyo 18 de una vuelta que lo encumbró en Royal Troon: el irlandés gana por un golpe al cabo de la segunda jornada del Abierto Británico de golf.
Shane Lowry regala una pelota a espectadores después del hoyo 18 de una vuelta que lo encumbró en Royal Troon: el irlandés gana por un golpe al cabo de la segunda jornada del Abierto Británico de golf. - Créditos: @Scott Heppell

Primero, insultó a un camarógrafo que lo había distraído cuando ejecutaba un tiro. Enseguida, discutió con los oficiales de reglas por bastante más tiempo que los 20 minutos estipulados. Terminó haciendo doble bogey en ese emblemático hoyo 11. El temperamental Shane Lowry no se desencajó. Completó con dos birdies en los últimos siete hoyos y se acomodó solo en la cima del tablero. Royal Troon presentó condiciones aun más demandantes en el segundo día de acción del 152º Open Championship, que hicieron sucumbir a un buen número de favoritos. El campeón de 2019 resistió los embates del viento y su propio temperamento para tomar dos golpes de ventaja con 36 hoyos por jugar.

La calma que reinó en las costas del oeste de Escocia apenas apareció el sol fue aprovechada solamente por los afortunados que tuvieron salidas tempranas. El viento no tardó en aparecer y convirtió a Royal Troon, una cancha ya de por sí superexigente, en una verdadera prueba de carácter. Apenas 10 jugadores permanecen bajo el par. Varios de los favoritos quedaron en el camino y no estarán el fin de semana. Entre quienes se mantienen en la lucha por levantar la Claret Jug el domingo aparece el argentino Emiliano Grillo tras otra sólida vuelta.

Si bien excedió en tres golpes el par, Emiliano Grillo tuvo un día aceptable en el oeste de Escocia, donde marcha 28º, largamente arriba del corte clasificatorio.
Si bien excedió en tres golpes el par, Emiliano Grillo tuvo un día aceptable en el oeste de Escocia, donde marcha 28º, largamente arriba del corte clasificatorio. - Créditos: @Jon Super

El irlandés Lowry comenzó la jornada a un golpe del líder, Daniel Brown. Acostumbrado a jugar en estas condiciones, sacó a relucir su repertorio con golpes bajos y trayectorias de derecha a izquierda o de izquierda a derecha, según la circunstancia, para mitigar los efectos del viento cruzado. La cancha se extiende, casi en su totalidad, a la vera del Mar de Irlanda, hacia un lado y de regreso. Tres birdies, contra su primer bogey del certamen (en el hoyo 5, el más difícil de la cancha en las primeras dos vueltas), lo impulsaron a la cima. Hasta que llegó al hoyo 11, el “Ferrocarril”, uno de los más famosos.

Con el golpe de salida se fue a al rough de la derecha, casi contra el fuera de límites que marcan las vías, aunque en un lie donde la festuca no era tan tupida. Sin embargo, el segundo tiro le salió cruzado, atravesó todo el fairway y cayó en medio de los arbustos que están a apenas cinco pasos del fairway. “¡Cuando levanté el palo pude verte con la maldita cámara en alto!”, le gritó, frustrado, a quien filmaba. “¡Correte de ahí, por el amor de Dios!”. A continuación repitió el tiro con una pelota provisoria, que aterrizó en el green, con posibilidad cierta de hacer par o, a lo sumo, bogey. No obstante, un aficionado se metió en los espinosos arbustos y encontró la pelota que Lowry no tenía ninguna intención de hallar. Quería seguir jugando con la provisoria. La discusión con los oficiales de reglas se extendió por casi media hora, hasta que el golfista se vio obligado a jugar la pelota original. Liberación con un golpe de penalidad, de allí al ante-green, approach, putt: doble bogey y punta compartida.

Lowry escudriña el tercer green de la cancha, antes de enojarse con un camarógrafo y con jueces de reglas; a pesar del enfado, el irlandés no perdió el enfoque y está primero en el último major del año.
Lowry escudriña el tercer green de la cancha, antes de enojarse con un camarógrafo y con jueces de reglas; a pesar del enfado, el irlandés no perdió el enfoque y está primero en el último major del año. - Créditos: @ANDY BUCHANAN

Como cuando en 2019 ganó el Royal Portrush, el irlandés supo manejar su temperamento y recuperó la forma rápidamente. Terminó con birdies en los hoyos 16 y 18 y firmó una tarjeta de 69 golpes, que acumulados con los 66 del jueves lo dejan en la cúspide, con 7 bajo el par de 142 para ambas vueltas.

Lo escoltan dos ingleses, Brown y Justin Rose, con -5. Por primera vez desde 1951, tres jugadores de Irlanda y Gran Bretaña están en la vanguardia luego de 36 hoyos. Un poco más atrás acecha el Nº 1 del mundo, Scottie Scheffler, con 70 en el día y -2 en el acumulado. Un poco más lejos, en el puesto 28 asoma Grillo, que con un recorrido de 74, y +3 en total, pasó el corte con holgura.

Rory McIlroy espera para pegar en el hoyo 17, con un gesto que simboliza su producción en la difícil cancha escocesa; el norirlandés quedó fuera del resto del certamen.
Rory McIlroy espera para pegar en el hoyo 17, con un gesto que simboliza su producción en la difícil cancha escocesa; el norirlandés quedó fuera del resto del certamen. - Créditos: @Peter Morrison

Entre quienes no lograron superar la barrera del +6 y quedaron fuera de acción el fin de semana hay figuras, como Rory McIlroy, Bryson DeChambeau, Viktor Hovland y Ludvig Äberg. Tampoco estará el sábado y el domingo, por tercer major consecutivo, Tiger Woods, que registró +14 en la suma de ambos días. De todos modos, el legendario golfista dijo sentirse mejor físicamente y que espera jugar más torneos en 2025 y volver al Open.

Adiós... solamente por este año: Tiger Woods rindió muy mal en el Abierto Británico, del que se marchó con +14 en dos vueltas, pero volverá al campeonato más tradicional del golf.
Adiós... solamente por este año: Tiger Woods rindió muy mal en el Abierto Británico, del que se marchó con +14 en dos vueltas, pero volverá al campeonato más tradicional del golf. - Créditos: @Scott Heppell