Terrence Crawford suma kilos, objetivos y un gran riesgo: ¿será finalmente el mejor de todos si supera a Madrimov?

El estadounidense Terrence Crawford intentará esta noche ganar su cuarta corona mundial en pesos diferentes. Tiene 36 años y es parte de un debate permanente: ser escogido como el mejor púgil del momento pujando por tal nominación con el japonés Naoya Inoue y relegando en este sitial, vanidoso pero necesario, al boxeador más popular de la década: el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez.

Su nueva meta es el título Mediano jr. (Asociación Mundial de Boxeo (AMB) e interino Organización Mundial de Boxeo (OMB). Esta noche de sábado irá por su conquista y le resultará escabroso obtenerlo. Su pelea de doce rounds ante el campeón mundial uzbeko Israil Madrimov no será nada fácil; implica la más dura de su carrera profesional inmaculada con 40 victorias consecutivas (31 KO).

El match de doce rounds se efectuará esta medianoche, en Los Ángeles, California y será televisado por DAZN, sistema de streaming pago. El costo de este evento será de 22 dólares para la Argentina.

Crawford: entre la oscuridad y toda la gloria

Nunca podrá borrarse el pasado turbio y lleno de drama cada vez que se repase su vida. Se alimenta con historias mil veces contadas pero imprescindibles en las “previas” de sus grandes combates. Desde las riñas callejeras en su ciudad, Omaha, Nebraska, hasta el balazo que rebotó en su cabeza tras una apuesta de dados poco clara en un club nocturno, allá por 2008.

Su ingreso al boxeo profesional lo disciplinó y desde 2014 comenzó a coleccionar coronas ecuménicas. Primero, en categoría liviano (OMB): 61.237 kg y posteriormente, en welter jr. (63.500 kg) y finalmente, en welter (66.678 kg). En estas dos últimas divisiones marcó récords espectaculares, logrando los cuatro cinturones de las entidades oficiales. Cifras de connotación histórica, también logradas en tiempos recientes por Naoya Inoue, en peso gallo y supergallo, y Olexsandr Usyk, en crucero y pesado.

Mide 1.73 metros. Tiene talla y musculatura para incorporarse –ahora- a los 69.850 kg, apoyado en su frialdad y su pegada. Su última victoria por “demolición” frente a Errol Spence, el 29 de julio de 2013, lo eyectó hacia lo más alto. Hosco, poco sociable y difícil para los acuerdos con sus promotores. Hasta Bob Arum, el legendario presidente de Top Rank, decidió liberarlo de su compañía por considerarlo insoportable.

Las pizarras de apuestas, en promedio, lo proponen favorito 7 a 1 sobre Madrimov y llama poderosamente la atención. Hay una base de logros en el campeón que ameritan difundirse.

¿Quién es Madrimov?

Un campeón desconocido que aprovechó al máximo toda la inversión que Uzbekistán realizó en el pugilismo internacional.

Tiene 29 años y una carrera de 16 victorias (7 KO) y un empate. Debutó en el boxeo profesional (AIBA) en 2016 y consiguió dos notables victorias por puntos sobre el cubano Arlen López –bicampeón olímpico- merecedoras de un crédito absoluto.

Después de varios combates selectivos –dos de ellos ante el africano Michel Soro- se coronó campeón (AMB) ante el ruso Magomed Kurbanov, el 8 de marzo pasado, en Riad, Arabia Saudita, ante la atenta mirada del jeque Turki Alalshik, quien hoy realizará sus primeras inversiones boxísticas en territorio americano.

Es movedizo, raro sobre el ring y con puntería para atacar. Un boxeador para desconfiar mas allá del descrédito que el mudo del juego le otorga en sus opciones.

Crawford es el gran protagonista. No muchos lograron lo que él busca: cuatro coronas diferentes. Tiene aptitudes para hacerlo y también un adversario “endiablado” que le dará muchísimo mérito a su hazaña, en caso de lograrla. Y esto la hace valiosa e interesante.