El tenista Facundo Díaz Acosta superó a Tomás Barrios y ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos Santiago 2023
SANTIAGO DE CHILE.- Abrió los brazos cuando vio que la pelota de su rival se iba larga. Así, después de soportar máxima presión y varios insultos, llegó el momento de festejar para Facundo Díaz Acosta, que superó al chileno Tomás Barrios por 6-3 y 7-6 (7-5) y le dio a la Argentina la tercera medalla de oro en los Juegos Panamericanos Santiago 2023. El mismo jugador que durante la pandemia se entrenaba contra un colchón en su casa de La Lucila para no perder ritmo competitivo. Aquel que, aturdido por la inactividad, confesó que llegó a no sentirse tenista. Ahora es tiempo de celebrar una recompensa que buscó desde el mismo momento en que pisó la Villa Panamericana de Cerrillos.
“Traté de disfrutar hasta las puteadas que me comí. Estoy agradecido por el equipo que me alentó”, comentó el tenista de La Lucila, mientras que su cuerpo técnico le gritaba el “Dale campeón” a unos metros. Así se consagró aquel jugador que se hizo conocer de juvenil, con la medalla de plata en singles y de oro en dobles (junto con Sebastián Báez) en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.
De la mano de Barrios, Chile buscaba en la noche del domingo su sexto oro en el medallero, mientras que Argentina, 13° hasta entonces en el listado general, pretendía con el talento del zurdo salir de esos dos únicos oros en wakeboard conseguidos hace varios días. El historial indicaba que las dos veces que se habían enfrentado en torneos challengers disputados en el país trasandino, había triunfado el jugador de La Lucila, tanto en Santiago como en Coquimbo. A Facundo le tocaba enfrentarse ante un rival de 25 años, campeón en tres challengers y con similar ranking (107° contra 105°). El escenario era el mismo en donde Chile perdió su única final de Copa Davis, en 1976 y ante Italia.
El court central del predio de Ñuñoa, vecino al Estadio Nacional, se convirtió en una verdadera caldera desde el mismo inicio del partido, más allá del frío reinante y el cielo plomizo. Había efusividad total ante cada punto del jugador local, el adorado “Tomy”, y gritos eufóricos para apabullar al argentino frente a cada pelota afuera o doble falta. En medio de los cánticos, las banderas chilenas flameaban. Tampoco faltaba la presencia de los dos ilustres del tenis trasandino, los campeones olímpicos Nicolás Massú, que comentó para la televisión pública chilena, y Fernando González, el esposo de Luciana Aymar, que apareció en las tribunas ataviado con gorra e indumentaria negras. Cuando el pequeño grupo de argentinos -todos del cuerpo técnico o dirigentes- atinaban a alentar, eran tapados por los fanáticos de La Roja.
Más allá un comienzo de partido muy luchado, Díaz Acosta dispuso del primer quiebre para colocarse 3-1 y mantuvo un juego sólido desde la base, moviendo al trasandino y llevándolo a la red con certeros drops. En tanto había que soportar la presión en medio de esa multitud, al argentino le costó cerrar el parcial, pero salvó cuatro chances de quiebre y sacó adelante el primer capítulo, para ganar 6-3.
El tenis fue el deporte que más medallas le dio a la Argentina en los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Fueron cinco: oro en single masculino, plata en single femenino y bronces en el single femenino, doble mixto y doble femenino
Parecía un arranque a todo vapor de Díaz Acosta en el segundo set, porque dispuso de tres posibilidades de quiebre en aquel primer game, pero el jugador diestro nacido en Chillán escapó del aprieto. Sin embargo el argentino, ganador este año de los challengers de Milan, Oeiras y Savannah, pudo empezar a torcer el destino a partir de un quiebre que lo colocó 2-1. Las tribunas intentaban sostener el espíritu de Barrios, que fallaba más de la cuenta. Incluso, se lanzaron contra Díaz Acosta cuando intentó pasar una pelota al otro lado de la red entre las piernas, aunque nunca hubo un hostigamiento demasiado grave, como en otros enfrentamientos tenísticos entre Argentina y Chile.
La gente se volvió loca cuando Barrios quebró por primera vez en el encuentro y se colocó 4-4; todo el ambiente creyó que el rumbo podía torcerse a partir de ahí. Guillermo Coria, el capitán del equipo panamericano, no paraba de sufrir desde el costado de la tribuna, mientras intercambiaba diálogos con su jugador cada vez que podían. Cuando Barrios ganaba un punto clave, arengaba levantando su mano izquierda. Con esa olla de polvo de ladrillo en plena ebullición, la paridad condujo al tie-break.
La gente local bramó por un buen saque de Barrios -la pelota picó claramente en el medio del fleje- que el árbitro dio por mala. Díaz Acosta obtuvo un miniquiebre para ponerse adelante 5-4, en un punto en que Barrios cayó al quedar enganchado en la arcilla, pero enseguida lo perdió por una pelota que se detuvo en la red. Finalmente Facundo encaminó el partido y le dio a la Argentina el tercer oro, que se hacía rogar después de varios días de sequía del mejor metal.
“Desde que formé parte de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, los Juegos me encantaron y me parecieron increíbles, después de ahí le agarré el gustito a jugar para la Argentina. Era la primera vez y ahora, cada vez que me llamen, voy a estar ahí”, había contado en el transcurso del certamen panamericano.
Compartió a pleno la vivencia del día a día en la Villa Panamericana y aprendió a convivir con la frustración en un mundo ultracompetitivo como el ATP Tour: “Estoy disfrutando más allá de ganar o perder, tratando de que las derrotas no sean un drama como eran antes y sintiendo lo que estoy haciendo porque soy un afortunado”. Ahora, su gran sueño es estar en los Juegos Olímpicos de París 2024.
En este contexto, hay que mirar la letra chica del reglamento: en el cuadro del tenis olímpico pueden entrar, cómo máximo, 4 jugadores de una misma federación nacional, con prioridad para los 56 que ingresan de manera directa, de acuerdo con el ranking del 10 de junio de 2024. Si el corte de entrada fuera ahora, tres argentinos se estarían clasificando a los JJOO por aceptación directa: Francisco Cerúndolo (21°), Sebastián Báez (29°) y Tomás Etcheverry (32°), y en ese contexto Díaz Acosta sí mantendría su plaza. Pero, hasta entonces, tiene otras chances: ingresar de manera directa (pasar el corte por ranking), o esperar que no haya cuatro argentinos en la lista de 56 ingresos de junio próximo.