Telmo Zarra llega al teatro con el flamenco de su nieta Adriana

Madrid, 8 sep (EFE).- Zapatos de tacón que simulan las botas de los futbolistas, balones que ruedan en un escenario, camisetas con el nueve a la espalda y pantalones cortos que sustituyen a los voluminosos trajes característicos del flamenco. Todo hecho a mano y con motivo de homenaje al histórico deportista español del Athletic Club y de la selección española Telmo Zarraonandia (1921-2006).

Su nieta Adriana Bilbao creció entre balones, pero tuvo claro desde pequeña que lo suyo era la danza. Así ha conseguido que el fútbol y el flamenco se fusionen a la perfección en un proyecto novedoso de fútbol al ritmo de tacón.

“Durante los ensayos vino una persona del cuerpo técnico del Athletic, para vernos y darnos pautas y consejos con respecto a los movimientos y actitudes de los futbolistas”, confesó Adriana Bilbao a EFE.

Figura como el máximo goleador de la Copa del Rey en la historia del torneo con 81 goles, así como segundo máximo goleador de la historia de La Liga (251 tantos), solo por detrás de Lionel Messi.

Formó parte de la delantera histórica encabezaba junto a Iriondo, Venancio, Panizo y Gaínza en el club vasco. Con la selección española consiguió su gol más recordado que permitió clasificar a La Roja entre las cuatro mejores del mundo por primera vez en su historia en un duelo ante Inglaterra en el Mundial de 1950 de Brasil.

En una entrevista con EFE Adriana Bilbao habla sobre el proyecto, cómo era su abuelo, los pasos que tuvo que seguir o el Athletic.

-¿Cómo surgió la idea del proyecto?

Mi abuelo es un futbolista reconocido a nivel nacional e internacional. Siempre he tenido una relación muy cercana con él y quería hacerle un homenaje porque yo me dedico al flamenco y a la danza.

Fue una idea mía. En mi familia también le han hecho homenajes, en el 97 le hicieron uno. Mi madre siempre me ha estado apoyando desde que surgió la oportunidad. Ha sido idea mía pero toda mi familia ha estado ahí y me ha apoyado siempre y me ha ayudado mucho en este proyecto.

-¿Cuál es el objetivo de la obra?

El objetivo es hacer llegar al público sus historias, que sepan quién era. Mucha gente ya le conoce, pero igual las generaciones más jóvenes todavía no. La idea es que la gente disfrute igual que disfrutamos nosotros y que quede para el recuerdo este homenaje.

-¿Cómo es la vestimenta que utilizan? ¿Es un diseño único?

Quería hacerlo con trajes de futbolista. Me apetecía un vestuario especial para la obra, y decidimos hacer un guiño a cómo se vestía él. Mi abuelo se recortaba los pantalones porque decía que así podía correr mejor. A ellos les daban los pantalones más largos, y en las fotos si te fijas salen sus compañeros con el pantalón por encima de la rodilla y él más corto porque se lo cortaba.

También cambiaba las mangas. Todos solían recogérselas, y él siempre las llevaba largas. Son detalles que le caracterizaban y hemos querido hacer ese guiño en la obra. Hemos procurado cuidar todo al mínimo detalle.

Los ha hecho una modista que se llama Mariví, que suele coser para mí y para la compañía, y Juan López del Cerro ha diseñado como iban a ser las camisetas, los flecos… etc.

-¿Llevan botas de fútbol en forma de tacón?

Los hemos hecho en Gallardo. Les mandamos el diseño y la idea era hacer algo que recordase a las botas antiguas. Tienen su tacón de baile para taconear y son diferentes.

Cada tacón de baile tiene diferentes alturas, y cada uno de nosotros está acostumbrado a un tipo de tacón con unas medidas específicas. Normalmente te adaptas a uno y siempre usas el mismo. En este caso nos hemos tenido que acostumbrar todos a estas medidas. Al principio es raro pero ya nos hemos acostumbrado.

-¿Está vinculada la obra con el Athletic de alguna manera?

La relación en esta obra con el Athletic es simplemente a través de él. Tiene el vínculo de que al final el Athletic ha sido el motor de su vida, él ha sido durante 15 años jugador del club, entonces evidentemente el Athletic está presente en el espectáculo y lo va a estar siempre.

Durante los ensayos vino una persona del cuerpo técnico del Athletic, para vernos y darnos pautas y consejos con respecto a los movimientos y actitudes de los futbolistas… Cómo se mueven o cómo se llaman y se dirigen los unos a los otros.

Al estreno vinieron Iribar y Zubizarreta, jugadores veteranos. Jugadores de los actuales aún no ha venido ninguno, me gustaría que viniesen.

Hay gente que teme que la obra sea un poco localista, evidentemente el Athletic está ahí porque ha sido el equipo de mi abuelo, pero creo que tenemos que mirar un poco más allá. Ha sido una leyenda de la selección y al final son los valores que él ha transmitido jugando. Fue una persona muy querida, para mí es un referente y me consta que lo es también para mucha gente.

-¿Cómo era la relación con su abuelo?

Al final los abuelos son los que te consienten, los que te cubren trastadas, etc. Él me llevaba al cole, me recogía de la parada del autobús, venía a mis campeonatos de gimnasia rítmica. Siempre estaba para mí. Le encantaba hacer bromas, cuando estábamos enfermos siempre nos trataba de sacar una sonrisa.

-Es vasca, ¿Por qué el flamenco?

Mi abuelo no tenía una relación directa con el flamenco, a mí lo del baile me viene por mi madre, que era su hija, aunque nadie se lo inculcó a ella. A él le gustaba la música en general, además solía ir al teatro. Admiraba el mundo de la danza en general. Si hubiese estado ahora, le hubiese encantado.

La pasión me viene por mi madre, ella bailaba de pequeña y siempre le ha gustado. Lo que pasa es que allí en Bilbao tampoco era tan normal. Era un hobby, y, cuando te hacías mayor, tenías que estudiar, trabajar y dedicarte a otra cosa. Cuando yo tenía 10 años empecé a dar clases de sevillanas, y más tarde de flamenco. Allí ella retomó y empezó a bailar conmigo.

-¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a la danza?

Al principio no tenía claro lo que me gustaba, tenía que decidir qué carrera estudiar y hacia dónde ir. Yo he sido buena estudiante, se me daban bien todas las asignaturas, igual tenía alguna un poco más preferida, pero no iba de cabeza a por algo. Lo que sí tenía claro es que quería seguir bailando y quería más. En Bilbao estaba en una academia pero necesitaba más, y eso fue lo que les transmití a mis padres, les dije lo que quería hacer.

Ví a Susana Lupiañez (La Lupi), una bailaora malagueña por internet, y le dije a mi madre que me quería ir a Málaga a aprender con ella, y eso fue lo que hice. Fui a Málaga, y me matriculé también en la Universidad para hacer la carrera de Comunicación Audiovisual. Después me fui a Sevilla, estuve en escuelas, hice un Máster a distancia de Artes Escénicas, estuve seis años y luego ya me vine a Madrid y aquí hice el superior de danza.

Realmente el "me voy a dedicar a esto" fue en Málaga, allí fue el punto de inflexión, y fue donde aprendí lo que realmente era el flamenco, no era a lo que yo estaba acostumbrada. Allí el flamenco era con la guitarra y se jugaba con la improvisación y me llevé una bofetada. En ese momento tenía que decidir si realmente me llenaba para seguir o no.

-¿Sigue la obra un orden cronológico?

La obra son sobre todo anécdotas que él solía contar en entrevistas. Muchas veces esas entrevistas o llamadas las hacía en casa y yo estaba delante y las podía escuchar. Cada pieza está relacionada a algo que se me quedó grabado.

Hay una pieza que habla del Zarra goleador, del rematador de cabeza, el delantero centro. Otra habla de los momentos difíciles en su vida, de dos lesiones muy fuertes, de su única expulsión en la carrera. Otra del reconocimiento por su buen comportamiento en el campo, tirando el balón fuera cuando el rival cae al suelo a pesar de tener la oportunidad de marcar un gol. Al no tener rival, decide lanzar la pelota fuera. Hay varios equipos que le obsequian, que le reconocen ese gesto. Tiene la medalla de oro al mérito deportivo.

Otra hace alusión a los entrenamientos. Cuando terminaba se quedaba solo entrenando el remate a portería. Tenía un balón colgado en la huerta para rematar. Habla del Zarra deportista, la fuerza, la garra, y luego, al final, me guardo un momento para mí, más personal, más íntimo de abuelo nieta. Es la única parte así más sentimental .

-¿Cómo es de importante el fútbol en tu familia?

El fútbol siempre ha estado en casa muy presente. A mí me gusta el Athletic, si hay un partido de otros equipos pues quizás no lo vea. El Athletic sí.

Yo no he jugado al fútbol. Antes de hacer este proyecto, cuando estaba yo trajinando y empezando a pensar por dónde tirar, fue el centenario de su nacimiento. Realmente este espectáculo yo lo hubiese querido estrenar en el centenario, pero por la covid y la pandemia tuve que retrasarlo. El 20 de enero del 2021 hice un vídeo por el centenario, por lo menos quería hacer algo. Fue un vídeo casero con el móvil para mandar a la familia, pero de repente empezó a salir en la tele.

- La mujer en el deporte está cobrando gran importancia en los últimos años…

Sí, vamos avanzando y rompiendo fronteras. El mundial de fútbol conseguido por las chicas es una magnífica noticia. Además también ha habido otra campeona en marcha en el mundial de atletismo. Estamos en un momento muy bueno y tenemos que seguir trabajando. Sobre todo en fútbol y deportes que están asociados a los hombres. El mundial es un claro ejemplo de que también se puede.

Lucía González Vega

(c) Agencia EFE