El teléfono que llevas en la mano cambia tu manera de caminar
Si pasas un rato en cualquier acera concurrida, verás cabezas agachadas y ojos dirigidos hacia abajo. Un estudio reciente con estudiantes universitarios reveló que una cuarta parte de las personas que cruzaban los pasos peatonales estaban pegadas a un dispositivo.
“No creo que la gente esté consciente de lo mucho que se distrae y de lo mucho que cambia su propiocepción cuando camina y usa el teléfono”, afirmó Wayne Giang, profesor adjunto de Ingeniería de la Universidad de Florida, quien ha estudiado la relación entre el uso del teléfono y las lesiones al caminar.
De hecho, nuestros dispositivos pueden causar lo que algunos expertos llaman “ceguera por falta de atención”. Un estudio descubrió que los participantes tenían la mitad de probabilidades de fijarse en un payaso en monociclo (una provocación descarada) mientras caminaban y hablaban por teléfono.
Pero esa pantalla en la mano no solo desvía tu atención, también cambia tu estado de ánimo, tu manera de caminar y tu postura, además de que dificulta tu capacidad para ir del punto A al B sin meterte en problemas.
Así es como el teléfono interfiere en tu andar
Según Giang, cuando caminamos y usamos el teléfono al mismo tiempo, ajustamos reflexivamente nuestra forma de movernos. Los videos de peatones muestran que las personas que usan el teléfono caminan un 10 por ciento más despacio que las que no se distraen.
“Se observa una serie de cambios en la manera de andar que reflejan la ralentización”, aseveró Patrick Crowley, gestor de proyectos de la Universidad Técnica de Dinamarca que ha estudiado la biomecánica de caminar mientras usas un teléfono. “La gente da pasos más cortos y pasa más tiempo con ambos pies en el suelo”.
Estos cambios entorpecen el tráfico en las aceras y, si caminar constituye una gran parte de tu actividad física diaria, pasear con un teléfono puede tener repercusiones en tu aptitud física, señaló Elroy Aguiar, profesor adjunto de Ciencias del Ejercicio en la Universidad de Alabama.
Mirar hacia abajo a un teléfono inteligente mientras caminas (en lugar de mantenerte erguido) también puede aumentar la carga, o fuerza, ejercida sobre los músculos del cuello y la parte superior de la espalda, lo cual contribuye a los síntomas del síndrome de “cuello de texto”. Por otro lado, una investigación publicada en la revista Gait & Posture indica que todo esto podría reducir el equilibrio y aumentar el riesgo de tropiezos o caídas.
Cómo afecta a tu estado de ánimo
Cuando los científicos quieren estudiar el estrés, suelen pedirles a las personas que hagan varias cosas a la vez. Esto se debe a que hacer múltiples tareas al mismo tiempo es una manera confiable de estresar a las personas.
Hay pruebas de que caminar mientras usas el teléfono también funciona así, aunque no seamos conscientes de ello en ese momento. Un experimento reveló que cuanto más utilizaban las personas el teléfono mientras daban pasos en una caminadora, más aumentaban sus niveles de cortisol, la llamada hormona del estrés.
Un estudio de 2023 analizó los efectos psicológicos de caminar por un parque al aire libre mirando el teléfono o no. “Por lo general, cuando la gente sale a caminar, se siente mejor después, y esto es lo que vimos en el grupo de caminata sin teléfono”, dijo Elizabeth Broadbent, una de las autoras del estudio y profesora de Psicología de la Salud en la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda.
“En los grupos que caminaban con el teléfono, estos efectos se invertían”, añadió Broadbent. “En lugar de sentirse más positivas después de caminar, las personas se sentían menos positivas: menos emocionadas, menos felices, menos relajadas”.
Broadbent y los coautores del estudio atribuyeron estos efectos negativos a la falta de conexión del usuario del teléfono con el entorno que lo rodea. Ahora está ampliamente aceptado que pasar tiempo caminando por espacios naturales es benéfico para el estado de ánimo y la salud mental. “Al parecer, para obtener estos beneficios, es importante centrar la atención en el entorno y no en el teléfono”, aseveró Broadbent.
Los peligros de distraerse
La mayoría de nosotros sabemos que caminar y utilizar el teléfono es arriesgado. Algunas ciudades, como Honolulu, incluso han aprobado leyes para regular a los peatones distraídos, pero la investigación sobre estos peligros ha dado algunas sorpresas.
El trabajo de Giang ha analizado la conexión entre “caminar distraído debido al teléfono” y las visitas a urgencias. Usando datos del gobierno que abarcan los años 2011 a 2019, él y sus colegas descubrieron casi 30,000 lesiones por caminar ocasionadas por el uso del teléfono. Si bien muchos de esos accidentes ocurrieron en calles y aceras, casi una cuarta parte ocurrió en el hogar. Tropezar con algo o caerse por las escaleras es un riesgo real, dijo Giang.
El estudio de Giang reveló que la edad fue uno de los factores de riesgo más importantes relacionados con lesiones al caminar. Los jóvenes de entre 11 y 20 años presentaron la proporción más alta de lesiones, seguidos de los adultos en sus 20, 30 y 40 años, quizá porque los jóvenes usan el teléfono más que las personas de mayor edad, dijo Giang.
¿Cómo mantenerse a salvo? Si quieres revisar tu teléfono, Giang recomienda detenerte un momento, de preferencia sin estorbar al resto de los peatones.
Si en efecto vas a caminar y a usar el teléfono al mismo tiempo, recomendó evitar hacerlo cuando estes cerca de escaleras, pasos peatonales y terrenos concurridos o irregulares: según su investigación, son los lugares donde es más probable tener un accidente.
“Incluso las personas más alertas y conscientes se lastiman caminando”, agregó Giang. “Si además te distraes con el teléfono, en definitiva, te estas poniendo en riesgo”.
c.2024 The New York Times Company