Taylor Swift les ha dado mucho a sus admiradores… ¿por fin es demasiado?

Taylor Swift se presenta en su concierto en la gira Eras en el Metlife Stadium de East Rutherford, Nueva Jersey, el 26 de mayo de 2023. (Jutharat Pinyodoonyachet/The New York Times)
Taylor Swift se presenta en su concierto en la gira Eras en el Metlife Stadium de East Rutherford, Nueva Jersey, el 26 de mayo de 2023. (Jutharat Pinyodoonyachet/The New York Times)

Cuatro nuevos álbumes de estudio. Cuatro álbumes regrabados también. Una gira mundial de 1000 millones de dólares con su concierto grabado estrenado en cines. Y, por supuesto, una relación muy sonada que llegó hasta el Supertazón.

Para algunos, esta ráfaga constante que ha alcanzado su punto álgido en el último año está empezando a sumarse a un nuevo (y antes impensable) sentimiento: fatiga de Taylor Swift.

Y es un sentimiento que se ha consolidado en línea en los días posteriores al lanzamiento de “The Tortured Poets Department”, que pasó de ser un álbum de 16 pistas a una epopeya de dos horas y 31 canciones pocas horas después de su lanzamiento.

Muchos críticos (incluido The New York Times) han sugerido que el álbum estaba sobrecargado y que, sencillamente, no era el mejor de su carrera. Además, las críticas a la música ahora han abierto un espacio para una ronda de quejas más amplia que no se parece a ninguna que Swift haya enfrentado en su prolífica carrera reciente.

“Es casi como, si produces demasiado... demasiado rápido... en un descarado intento de saturar y dominar completamente un mercado en lugar de tener algo importante o medianamente interesante que decir... ¡el arte lo resiente!”, publicó en la plataforma social X, antes conocida como Twitter, Chris Murphy, un redactor de Vanity Fair.

Esto no quiere decir que nadie haya escuchado el álbum ni mucho menos. Según Spotify, “Poets”, que salió a la venta el viernes, se convirtió en el álbum más escuchado en un solo día, con más de 300 millones de reproducciones.

Y, por supuesto, a muchos de los fanáticos acérrimos de Swift, conocidos como “swifties”, les encantó su undécimo álbum o, al menos, han decidido airear cualquier reserva en conversaciones privadas. En los primeros días tras el lanzamiento del álbum, se vieron los acostumbrados análisis de las letras en busca de alusiones clave ocultas en las canciones, una atención a cada palabra que pocos otros artistas reciben.

Pero otros, incluidos algunos fanes de Swift, han admitido con libertad su frustración. Tanto admiradores como críticos han afirmado que las letras de Swift se han vuelto un poco sobrecargadas y que los temas de este último álbum —muchos de ellos canciones de ruptura— suenan muy parecidos a otros que ya ha publicado. El internet también ha proporcionado una cantidad casi ilimitada de bromas sobre la duración del álbum.

Algunos criticaron a Swift por vender tantas versiones de “Poets” y duplicar su tamaño una vez recibidos los pedidos, como parte de un despliegue cínicamente corporativo. (¿Te interesa el CD, el vinilo o el vinilo Phantom Clear?). El Daily Mail recopiló lo que consideró “Las diez PEORES letras del nuevo álbum de Taylor Swift… ¡clasificadas!”.

Por su parte, Reductress, la revista satírica para mujeres, ofreció una publicación titulada: “Mujer hace todo lo posible para que le guste el nuevo álbum de Taylor Swift por temor a las consecuencias”.

Quienes se atreven a criticar públicamente a Swift son muy conscientes de las posibles reacciones en su contra. Murphy, el escritor de Vanity Fair, hizo un chiste de humor negro al respecto. Al menos un usuario de la plataforma X que publicó un largo hilo en el que criticaba a Swift, el álbum y su lanzamiento lo hizo privado después de recibir más de tres millones de vistas. La revista Paste optó por no poner un pie de autor en su dura crítica del álbum de Swift, alegando motivos de seguridad para el escritor.

En un giro inusual, se considera que incluso Swift amonesta a sus defensores más militantes en una canción concreta del nuevo álbum, “But Daddy I Love Him”. Algunos sectores de la base de fanes de Swift desaprobaron con firmeza su breve relación con Matty Healy, de The 1975, y ahora parecen erizarse ante la cantidad de espacio que Healy ocupa en el último álbum.

Son tiempos extraños y complicados en el mundo de Taylor.

“Puede que sean días difíciles para la base de admiradores”, escribió el viernes Nathan Hubbard, copresentador del pódcast de The Ringer “Every Single Album”, en un hilo en las redes sociales sobre “Poets”. “Escucharán algunas críticas válidas a las que no están acostumbrados (si los críticos se atreven), y muchos tendrán que reconciliar su propia verdad de que este no es su álbum favorito, sin dejar de celebrarlo con razón y apoyarla a ella”.

De hecho, Hubbard escribió que escuchar la totalidad del doble álbum de 31 canciones después de la medianoche se había sentido como ser “una especie de rehén”.

En un nuevo episodio del pódcast, que se publicó el fin de semana, Hubbard y su copresentadora, Nora Princiotti, fueron algunos de los que señalaron que, si bien el álbum puede ser imperfecto, Swift simplemente pudo haber necesitado purgarse de las canciones de “Poets” para procesar un momento turbulento de su vida.

Princiotti dijo que disfrutó de gran parte del álbum y tuvo cuidado de estipular que “Poets” sí contenía varias “canciones especiales”.

Pero también se permitió expresar algo de “amor duro”.

“Musicalmente, en realidad no escucho nada nuevo”, dijo, y añadió que Swift “podría haber hecho un poco más de autoedición”.

“No creo que el hecho de que sea un álbum doble de más de dos horas de duración beneficie lo que tiene de bueno”, comentó Princiotti. “Y creo que, por segundo álbum consecutivo, todavía me quedo pensando: 'Muy bien, ¿y ahora qué nueva dirección tomará?’”.

Princiotti terminó por calificar “Poets” con una “B”. Y en el mundo de su pódcast y en el universo de Taylor Swift, reconoció Princiotti, ese podría ser el punto más bajo de su historia.

c.2024 The New York Times Company