Split, la ciudad de Croacia donde se vive “a lo Boca” y el turismo se mezcla con el fútbol como religión

Croacia tiene un rincón entre el mar, las montañas y... la pasión por el fútbol
Croacia tiene un rincón entre el mar, las montañas y... la pasión por el fútbol "a lo Argentina"

Ivan y Luka, dos jóvenes croatas, relatan a la distancia lo que Hajduk Split, su equipo, significa para su ciudad. “Es nuestra religión”, comparan, sin más vueltas. Un sagaz analista podría hablar de exceso de fanatismo. Un buen reflejo de ello fue la invasión en el campo de los seguidores, en la última edición del Derby Eterno de Croacia, que protagonizan el equipo costero y Dynamo Zagreb. ¿El motivo? La derrota del equipo local por las semifinales de la Copa Croacia. El partido terminó suspendido tras una pelea cuerpo a cuerpo entre policías y barras. Como si se hubiera exportado la -triste, por momentos- cultura del aguante, también existen, en Split, los “hinchas de la hinchada”, un rasgo distintivo de la afición argentina, o más aún, sudamericana.

"El sur resurgirá", dice el mosaico desplegado por Torcida Split, la barra brava del Hajduk Split
"El sur resurgirá", dice el mosaico desplegado por Torcida Split, la barra brava del Hajduk Split

Quizás, no sea casual. En 1950, Vjenceslav Žuvela, un joven estudiante de marina en la Facultad técnica de Zagreb, fundó la “Torcida Split”, el nombre de la principal “barra brava” del equipo blanco. La denominación con el argot portugués provenía, casualmente, de la admiración que tenía Bernard Bajda Vukas, máximo referente histórico de Hajduk, y por entonces, su emblema dentro de la cancha, por la afición brasileña de fútbol. Pero unos años después, el 12 de febrero de 1958, Hajduk Split protagonizaría un hito, ahora, del fútbol argentino.

Hajduk Split, un equipo que guarda una histórica vinculación con la Argentina, gracias a un recordado partido con Boca
Hajduk Split, un equipo que guarda una histórica vinculación con la Argentina, gracias a un recordado partido con Boca

El equipo yugoslavo disputó el primer partido nocturno televisado de la Argentina. Invitado por el presidente Juan Perón, Hajduk Split jugó contra Boca Juniors en su estadio, donde también se inauguraba la tercera “bandeja”. Hajduk Split no era cualquier equipo: venía de ser campeón de la liga yugoslava y vivía su época dorada. En ese contexto, el equipo balcánico realizó una gira que, entre otros lugares, lo trajo por nuestro país. Anecdóticamente, el partido terminó 1 a 1, con goles de Navarro y Vukas. Natalio Pescia, en cuyo honor se bautizó la tribuna popular media de Boca (donde habitualmente se ubica “La 12″), era el capitán del conjunto xeneize.

Casi tres cuartos de siglo después, el hilo que conecta al Hadjuk Split con Sudamérica, y en especial, con Brasil y Argentina, se mantiene vivo; en primer lugar, por el nombre que aún lleva su hinchada; y, en segunda instancia, por la admiración que hinchas del popular equipo de la actual Croacia le profesan a Boca Juniors. Según lo describe Ivan, Boca tiene el mismo componente “plebeyo” de su equipo. Aunque popular, Hadjuk Split siempre vivió a la sombra del poderoso Dynamo Zagreb. Cuna de Robert Jarni e Ivan Perišić, dos glorias del fútbol croata, Los maestros del mar tienen motivos para sentirse orgullosos. Aparte de su acalorada tribuna, es el segundo equipo con más títulos de Croacia. El exvolante del Inter, ahora, está a préstamo en el club que lo vio nacer, proveniente del Tottenham.

Una historia ilustra cómo unos y otros se paran frente al fútbol (y la vida). En 2017, los futbolistas Dejan Lovren y Luka Modric fueron denunciados por falso testimonio, en el marco del juicio contra el expresidente del Dynamo Zagreb, Zdravko Mamic, donde testificaron por sus transferencias a Olympique Lyon y Tottenham, respectivamente. El estado croata condenó al también representante de desviar 15 millones de euros del club, y de defraudar al fisco en 1,5 millones de euros. La trama de corrupción incluye al legendario Davor Zuker, presidente de la Federación Croata de Fútbol (HNS). Al día de hoy, la causa contra Lovren y Modric sigue abierta. El mediocampista de Real Madrid, en su crepúsculo deportivo, se enfrenta a la posibilidad de tener que cumplir cinco años de prisión. Mamic, en tanto, ya fue condenado a seis años y medio de cárcel. Admitió sobornos a jueces. Se fugó a Bosnia y Herzegovina en 2021.

Split parece una postal de película y tiene una insólita unión futbolera con la Argentina
Split parece una postal de película y tiene una insólita unión futbolera con la Argentina

En el medio, ambos jugadores bajo proceso judicial brillaron en los Mundiales de Rusia y Qatar. Pero para el resiliente pueblo croata hay algo más importante que el resultado deportivo. Al inicio del Mundial 2018, suscitado a pocos meses del escándalo de corrupción, los hinchas del fútbol habituales le produjeron un “boicot silencioso” a la selección en pleno Mundial, justo cuando la efervescencia traspasa los límites de los futboleros. “Cada derrota suya nos hace felices. Split les desea lo peor”, rezaba una bandera captada por las cámaras en un amistoso antes del subcampeonato del mundo logrado por Los Manteleros en Rusia. Más valientes, comerciantes locales decidieron perder dinero y no transmitir los partidos de Croacia.

Split, desde las alturas, con el mar bañando sus costas
Split, desde las alturas, con el mar bañando sus costas

Más acá en el tiempo, Hajduk Split sub-19 alcanzó la final de la Champions League divisional. Para sorpresa de los especialistas, sólo dos jugadores del equipo fueron convocados a la selección juvenil de Croacia. La sospecha de decisiones extra-deportivas completan el escenario. Como se diría en Argentina, Dynamo Zagreb refleja, para Split, todo lo que no quieren ser. Ese espíritu “rebelde”, piensan en Split, hermana a su equipo con Boca. A la distancia, admiran los latidos de la icónica Bombonera y bucean la web en la búsqueda de indumentaria “azul y oro” vía e-commerce. La tecnología, con transmisión de partidos en tiempo real, hace el resto.

Split fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1979. El imperial Palacio de Diocleciano que la engalana, así como su coqueto paseo costero, atraen, anualmente, la llegada de multitudes turísticas, que aprovechan el sitial estratégico de la ciudad para visitar las icónicas islas dálmatas.

Paseo costero de Split, Croacia.
Paseo costero de Split, Croacia.

Una final que pudo ser

Así, 66 años después del icónico partido que disputaron Boca y Hajduk Split, los caminos estuvieron muy cerca de volverse a cruzar, otra vez, en el mismo escenario, justamente, por la histórica campaña del equipo juvenil croata en la competencia de la UEFA. El campeón fue AZ Alkmaar, que se enfrentó al equipo argentino por la Copa Intercontinental en la Bombonera, el 8 de septiembre de 2023.

Los mismos caprichos de la historia que llevaron a Hajduk Split a la inauguración de las luces del estadio de Boca hicieron que no se reencontraran en 2023 en el mismo lugar. “Pagamos lo que sea, la plata no es un problema” repiten desde Croacia en busca de un lugar en la Bombonera, en busca de recrear las sensaciones que cada fin de semana se viven en el estadio Pojlud, la casa de Hajduk Split. Suena familiar.