Siosaia Fifita, el tongano que fue condenado por la sociedad japonesa por un affaire con cuatro amantes y su mujer

La polémica alrededor de Siosaia Fifita fue menguando a partir de su mejor conducta y ahora está disponible para enfrentar a Los Pumas
La polémica alrededor de Siosaia Fifita fue menguando a partir de su mejor conducta y ahora está disponible para enfrentar a Los Pumas - Créditos: @Adam Pretty - World Rugby

LA BAULE-ESCOUBLAC (Francia).– Refiere Eddie Jones en su autobiografía My Life and Rugby (Mi vida y el rugby) que el suceso del seleccionado de Japón en 2015 respondió, en parte, a cómo todo el equipo se impregnó de la cultura nipona. En lugar de resignar extranjeros, se abrazó a ellos, pero aunó a todo el plantel bajo la misma idiosincrasia de la cultura oriental. Así, Japón pasó de ser la cenicienta de los Mundiales a dar el golpe más resonante de la historia del certamen (ante Sudáfrica) y, cuatro años más tarde, a romper por primera vez la barrera de los cuartos de final.

Adoptar costumbres de una sociedad tan estructurada, no obstante, no es sencillo, y no todos pasan la prueba. Cuando se develó que un jugador extranjero estaba envuelto en un affaire que incluía una doble vida con una esposa y cuatro amantes, tentativa de extorsión y un falso Covid, la sociedad japonesa pidió su cabeza y volvió a ponerse en discusión la cuestión de la integración cultural, la xenofobia y la conveniencia de tener tantos extranjeros en el seleccionado.

Cuando las aguas se calmaron, el tongano Siosaia Fifita fue aceptado nuevamente en el seleccionado y hoy forma parte del plantel que el domingo se enfrentará a los Pumas en un mano a mano para ver quién pasa a cuartos de final, a las 13 en Nantes (las 8 de la mañana argentina).

El retrato de Siosaia Fifita para el Mundial de rugby Francia 2023; fue criticado en las redes sociales por su comportamiento
El retrato de Siosaia Fifita para el Mundial de rugby Francia 2023; fue criticado en las redes sociales por su comportamiento - Créditos: @Adam Pretty - World Rugby

Siosaia Fifita es un back (centro o wing) de 24 años nacido en Tonga de gran porte. Mide 1,87m y pesa 110kg. Pura potencia. El entrenador Jamie Joseph no lo ha utilizado hasta aquí en Francia 2023, pero podría ser una de sus armas secretas. Ya advirtió que lo que más le preocupa del partido es cómo romper la férrea defensa argentina.

No obstante, Fifita estuvo cerca de quedarse afuera del Mundial. Cuando estalló el escándalo, la sociedad japonesa lo condenó a través de las redes sociales. “Un tipo así no puede jugar en el seleccionado nacional de Japón, tiene que ser deportado”, clamó un internauta, según un informe de una revista especializada de rugby japonesa. “Es un asco, que regrese a su país”, pidió otro. El linchamiento mediático fue feroz. Desde entonces, de hecho, no volvió a jugar.

¿Qué había pasado? El 31 de diciembre pasado, el tabloide sensacionalista japonés Weekly Bunshun, uno de los más populares de aquel país con una tirada semanal de 700.000 ejemplares, reveló que Fifita había mantenido relaciones con cinco mujeres al mismo tiempo, su mujer y cuatro amantes. El escándalo estalló cuando C (así llama el periódico a una de las mujeres) descubrió a través de Facebook que su supuesto novio se había casado al cambiar su estado de “situación sentimental” de “soltero” a “casado”. Otra de sus novias afectadas, llamada D, fue más allá y denunció que Fifta le había pedido que le enviara 200.000 yenes (1300 dólares) a Tonga aludiendo que allí no le funcionaba la tarjeta de crédito y que los habría usado para pagar su boda. D aportó una captura de la conversación a través de Line, una red social de chats japonesa, dando fe de la estafa. Recién entonces recibió el dinero de vuelta. El informe también revela que en una ocasión, para no jugar un partido, aludió estar infectado de Covid, pero la mentira se descubrió por sus conversaciones en Line.

El japonés Rikiya Matsuda, durante el partido ante Inglaterra; los nipones disputarán la clasificación a cuartos de final con Argentina
El japonés Rikiya Matsuda, durante el partido ante Inglaterra; los nipones disputarán la clasificación a cuartos de final con Argentina - Créditos: @Daniel Cole

“No ser japonés es un factor agravante para una parte de la opinión pública que le reprocha a Fifita algo que se puede resumir así: está provocando un escándalo en nuestro país”, analizó Satoshi Tekahana, corresponsal en Londres de la revista Rugby Republic. “Los japoneses vemos a los deportistas como modelos. Esperamos de ellos una conducta ejemplar. Vemos los valores del deporte como los del bushido, el código moral de los samuráis. Ser un buen deportista no es suficiente. Hay que comportarse de la misma manera afuera de la cancha”.

El escándalo de Fifita reflotó los fantasmas de lo que le ocurrió a otro tongano nacionalizado como Christian Loamanu, a quien luego de un partido por la liga japonesa en 2009 le detectaron rastros de marihuana en un control antidoping. La unión japonesa lo suspendió de por vida. Afortunadamente para él, tuvo una carrera prolífica que incluyó pasos exitosos por Toulon y Leicester Tigers, pero no volvió a jugar internacionalmente. Loamanu asesoró a Fifita tras el affaire. “Siosaia vino a mi casa y hablamos de rugby y de su carrera. Él nunca pensó que el escándalo llegaría tan lejos. Lo insté a que pida perdón y siga adelante. Hay un tratamiento diferente hacia los extranjeros. Hay que amoldarse a la sociedad, hablar su lengua.”

La presencia de jugadores extranjeros es una constante a través de los años entre los japoneses. Sin embargo, en sus siete primeras apariciones mundialistas apenas había conseguido una victoria en 24 partidos (ante Zimbabwe en 1991). Para 2011, con John Kirwan a la cabeza, habían adoptado una política más nacionalista, reduciendo el número de jugadores nacionalizados. Ante la falta de resultados, el australiano Eddie Jones volvió a confiar en los extranjeros, pero bajo otro concepto. Su visión fue integrar a los foráneos a la cultura y la forma de pensar japonesas. Para eso, nombró de capitán a Michael Leitch, tercera línea nacido en Nueva Zelanda pero que vivía en Japón desde los 15 años. Todo un símbolo de esta pretendida comunión. Jones logró que los extranjeros asimilaran la idiosincrasia guerrera de los japoneses y que se amoldaran a su forma de vivir estructurada sin resignar su osadía. En Inglaterra 2015, Japón hizo historia al vencer por primera vez a Sudáfrica en el mayor batacazo en la historia de los Mundiales. Cuatro años más tarde, de la mano de Jamie Joseph, llegó a cuartos de final tras vencer a Irlanda y Escocia.

TOULOUSE, FRANCE - SEPTEMBER 04: Siosaia Fifita of Japan poses for a portrait during the Japan Rugby World Cup 2023 Squad photocall on September 04, 2023 in Toulouse, France. (Photo by Adam Pretty - World Rugby/World Rugby via Getty Images)
TOULOUSE, FRANCE - SEPTEMBER 04: Siosaia Fifita of Japan poses for a portrait during the Japan Rugby World Cup 2023 Squad photocall on September 04, 2023 in Toulouse, France. (Photo by Adam Pretty - World Rugby/World Rugby via Getty Images) - Créditos: @Adam Pretty - World Rugby

Japón pasó de tener ocho extranjeros en su plantel para el Mundial de 2011 a 17 entre los 33 que están en Francia 2023. Hay neozelandeses, sudafricanos, tonganos (entre ellos Fifita), australianos, fijianos y hasta un coreano.

Fifita llegó a Japón a los 15 años y se benefició de un programa de formación deportiva que lo llevó a jugar becado en la universidad de Tenri y luego a actuar profesionalmente en Sunwolves del Super Rugby y Kinetsu Liners de la Liga Japonesa desde 2020. En junio de 2021 Jamie Joseph lo hizo debutar en el seleccionado en un partido ante los British Lions y una semana más tarde apoyó su primer try, ante Irlanda. Luego del escándalo fue cesado del seleccionado. Sin embargo, hizo los deberes.

Habló con los entrenadores, pidió disculpas, hizo un culto del perfil bajo y, sobre todo, hizo buena letra en las redes sociales. “Incluso cuando las cosas no salgan según lo planeado, me voy a esforzar constantemente para superar los desafíos, dar lo mejor de mí y llevar alegría a los fanáticos con tantas victorias como sea posible”, posteó en enero en Instagram. En marzo, publicó una foto paseando por Tokio con su mujer por los florecidos jardines del castillo de Osaka. “Salida en familia”, fue el epígrafe que eligió.

Primero recibió la condonación social para dejar atrás la cancelación. Luego, el beneplácito de los entrenadores para incluirlo en la lista de 33 que están en Francia. Todavía no vio acción dentro de la cancha. El domingo, tendrá otra oportunidad en el partido decisivo ante los Pumas.