El Sena aguarda la apertura "increíble" de los Juegos Olímpicos de París

Agentes de la Gendarmería francesa comprueban los códigos QR y los equipajes de peatones y ciclistas en un puesto de control de barreras para circular cerca del Louvre en París el 18 de julio de 2024 (Dimitar DILKOFF)
Agentes de la Gendarmería francesa comprueban los códigos QR y los equipajes de peatones y ciclistas en un puesto de control de barreras para circular cerca del Louvre en París el 18 de julio de 2024 (Dimitar DILKOFF)

Convertido en una pasarela por donde desfilarán en barcos las delegaciones de miles de atletas, el emblemático río Sena se apresta este viernes a recibir la esperada ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024, cuyos organizadores prometen un "increíble" espectáculo.

Unos 7.500 competidores navegarán en 85 embarcaciones durante seis kilómetros de las aguas que dividen la capital de Francia, expectante sobre cómo saldrá la ambiciosa ceremonia de cuatro horas que mezcla la cultura francesa con los valores olímpicos.

"Mañana tendrán una de las más increíbles ceremonias de apertura", prometió el presidente francés, Emmanuel Macron, en una cena para jefes de Estado celebrada el jueves en el museo del Louvre.

Manejado con extremo sigilo por sus responsables, se rumorea que en el número participarán la estrella pop estadounidense Lady Gaga, la cantante canadiense Celine Dion y Aya Nakamura, la artista francófona más escuchada del planeta y blanco recurrente de la extrema derecha francesa.

Lo que es seguro es que la apertura, que ha obligado a colosales esfuerzos de seguridad, será presenciada en directo por personalidades y hasta 85 mandatarios de un mundo en tensión por las guerras en Ucrania y Gaza.

Y, además, será diametralmente distinta a los aislados Juegos de Tokio 2020, marcados por la pandemia del covid-19, pues se desarrollará ante los ojos de 320.000 espectadores a partir de las 17H30 GMT.

"Es una gran apuesta", dijo Tony Estanguet, presidente del comité de organización (COJO), consciente de los esfuerzos logísticos que ha significado poner en marcha una función al aire libre en un contexto de alerta terrorista.

- Alta tensión -

La ceremonia fue diseñada por el prodigioso director de teatro francés Thomas Jolly, conocido por el exitoso musical de ópera-rock Starmania, y hasta cierto punto puede ser vista como una idea transgresora.

Será la primera de unos Juegos Olímpicos en realizarse fuera de un estadio, obligando a ejecutar un operativo de seguridad sin precedentes que ha tornado el centro de París en una auténtica fortaleza.

Barreras metálicas cortan el paso en las calles y las restricciones de acceso a varias zonas han limitado el transporte y la vida de barrio de parisinos y turistas.

Vehículos policiales patrullan la ciudad, agentes fuertemente armados vigilan las esquinas y francotiradores se preparan para situarse en cada punto alto por donde pasará el desfile.

Unos 45.000 policías y guardias de seguridad privada contratados para la ocasión serán desplegados el viernes.

Las delegaciones de Israel y de los deportistas palestinos tendrán cuidados adicionales, en medio de temores de que la ofensiva israelí en Gaza sea un motivo potencial para los posibles atacantes.

Israel será representado por su presidente, Isaac Herzog, mientras que Jibril Rajoub, jefe del Comité Olímpico Palestino, será el rostro de la Autoridad Palestina.

La ausencia más notoria será la de Vladimir Putin, a raíz de la exclusión de Rusia por la invasión a Ucrania. Su par ucraniano, Volodomir Zelenski, no figura en la lista de invitados.

- La competición sigue -

La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, asistirá al evento sin el presidente Joe Biden, que recién desistió de la carrera a la reelección frente a Donald Trump, sobreviviente de un reciente intento de asesinato.

China enviará al vicepresidente Han Zheng y España, al rey Felipe; mientras que Javier Milei (Argentina), Gustavo Petro (Colombia) y Santiago Peña (Paraguay) serán la cuota de dignatarios latinoamericanos.

A pesar de que la gala en el Sena centra la atención dentro y fuera de los Juegos, la actividad deportiva no cesa desde el miércoles, aunque el viernes apenas están programados eventos de entrenamiento de tiro.

Desde mitad de semana, los torneos masculino y femenino de fútbol ya completaron sus primeras jornadas, en las que ya se registró la primera imagen a recordar del evento: el caótico final del Argentina-Marruecos que indignó al mismísimo Lionel Messi, ausente en París.

El cuadro de tenis se sorteó la víspera, proyectando un posible último duelo entre Rafael Nadal y Novak Djokovic en la segunda ronda de una competición que tendrá lugar en Roland Garros.

Y uno de los rostros más esperados, el de la brillante gimnasta estadounidense Simone Biles, ya empezó a entrar en calor en unos Juegos cuya temperatura puede ser marcada de forma definitiva en las aguas del Sena.

bur-raa/mcd/dbh/es