Fin de semana largo: cinco escapadas “acá nomás” para disfrutar del campo cerca de Buenos Aires
Muy cerca de la mega urbe que es la ciudad de Buenos Aires existen varias localidades cuyos almacenes, plazas y costumbres guardan una magia única que nos transporta a la época colonial, cuando las peñas y guitarreadas eran moneda frecuente.
Ahora, con la llegada de la primavera, los fines de semana se vuelven la oportunidad imperdible para aventurarse a la ruta y descubrir destinos que conservan su esencia gauchesca, con historia y delicias propias de cada destino.
San Antonio de Areco
Sin dudas, el más reconocido turísticamente y por lo tanto, el más buscado. Aquí se combina la propuesta cultural con eventos como peñas, guitarreadas y bailecitos criollos. Ideal para disfrutar del contacto con el campo, el río y un entorno bien gauchesco.
La variedad de estancias para pasar el día o incluso dormir es enorme. La página web de la localidad es muy completa y tiene actualizada la agenda de actividades. También hay campings, cabañas y casas quintas.
En la ribera de Areco se pueden encontrar puestos de artesanías y antigüedades. Además, parrillas públicas y un mercado que funciona los fines de semana. Entre los sitios imperdibles está la parroquia de San Antonio de Padua. Los pobladores la mandaron a construir en 1710 para pedir que los malones de indios no los atacaran. Justo al lado de donde estaba la original, en Mitre 366 (entre Alsina y Arellano) se levanta la actual iglesia cuya piedra fundamental fue colocada el 7 de febrero de 1869.
El puente viejo es otro punto de gran relevancia. Construido en 1857, fue una de las obras de mayor importancia ya que facilitaba la comunicación entre ambas costas del río Areco. El Parque Criollo y el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes también son una visita ineludible.
Sus calles concentran numerosos artesanos que mantienen vivas las clásicas actividades criollas como platería, cerámica, talabartería, telar criollo y soguería. No por casualidad el 29/1/2015 fue declarada Capital Nacional de la Tradición.
El rubro gastronómico es otro gran atractivo. Aquí bares históricos y pulperías se mezclan con almacenes de ramos generales y mercados con productos regionales. Lacarra es una histórica casona del año 1740 que fue convertida en restaurante. Ofrece un menú con el auténtico sabor de la comida rural argentina.
Cómo llegar: A 120 kilómetros de Ciudad de Buenos Aires, solo hay que tomar la ruta Nacional 8 hasta el kilómetro 113.
Navarro
Sus 250 años de historia lo vuelven una cita obligada. Para dar cuenta de ello nada mejor que comenzar la visita en el Museo Alfredo Sabaté, ubicado justo frente a la Plaza San Lorenzo.
La réplica del Fortín San Lorenzo es súper ilustrativa. Contaba por aquel entonces con una veintena de soldados y milicianos que cuidaban las fronteras naturales del virreinato del Río de la Plata. La reproducción fue realizada en base a documentación oficial y respeta medidas y distribución original. Cuenta con empalizada y foso.
Otro sitio emblemático es el Parque Dorrego. Allí un 13 de diciembre de 1828 fue fusilado Manuel Dorrego por orden del General Lavalle. Entre las reliquias religiosas cabe recorrer el templo parroquial San Lorenzo Mártir, inaugurado en 1870, en el mismo lugar de antiguos oratorios y capillas. Aquí hay obras de arte sacro, como un cristo de más de 400 años.
Navarro forma parte de los “Caminos de Moreira”. El mítico gaucho Juan Moreira, al cual Leonardo Favio le dedicó una película, vivió en este lugar.
La vieja Estación Trocha con su pintoresca construcción que data de abril de 1908 alberga el museo ferroviario con réplicas en miniatura y elementos del oficio. Finalmente se puede recorrer el Almacén Museo La Protegida. Un antiguo local de ramos generales puesto en valor y con una maravillosa exposición de objetos y herramientas de época. Aquí es posible saborear una exquisita tabla de fiambres y quesos locales, como así también empanadas y dulces artesanales. En invierno el guiso carretero, las cazuelas y el locro son protagonistas. Más información en su sitio oficial.
Cómo llegar: Son aproximadamente 120 kilómetros desde Buenos Aires y se accede por Acceso Oeste hasta el kilómetro 64 (Luján), luego por ruta provincial 47.
Carlos Keen
Ubicada en el partido de Luján, esta pequeña localidad debe su origen a la construcción del ramal ferroviario Luján-Pergamino, allá por 1879. Vivió su época de oro en la década del ‘30, cuando llegaron a vivir unas 3000 personas. Esto fue mermando hasta que en la década del ‘90 fue cerrada la estación y el tren dejó de pasar.
Hoy son apenas 500 los habitantes que se distribuyen en las alrededor de ocho cuadras de largo por cuatro de ancho. Allí se destaca la iglesia San Carlos de Borromeo, de principios del siglo pasado. A sus lados, importantes casas centenarias tienen prohibida la modificación de sus fachadas.
Y si bien este pueblo tradicional e histórico es de los más pequeños, lo que más se ha desarrollado es la oferta gastronómica. Los restaurantes de campo deslumbran con jamones, quesos y salames artesanales. También asados y platos típicos de olla.
Cómo llegar: A 88 kilómetros de Buenos Aires, tomar el Acceso Oeste hasta Luján y luego la ruta 7.
Tomás Jofré
Muy cerquita de Mercedes se encuentra esta localidad autodenominada “pueblo gastronómico de campo”. Con calles de tierra y casonas con pisos de ladrillos y patios con malvones invita a un viaje en el tiempo.
Si bien se llama Jorge Born, el nombre con el que se lo conoce es el que recibió la estación del tren que hasta la década del ‘70 funcionaba allí: Tomás Jofré. Este último fue un catedrático argentino, que si bien nació en San Luis, vivió más de dos décadas aquí. Entre otras cosas, fue autor del código de procedimiento Penal para la provincia de Buenos Aires.
Como en la mayoría de los pueblos, todo gira en torno a la plaza donde se instala la feria de artesanos: la pequeña capilla bautizada Nuestra Señora de Luján, los almacenes y algunos anticuarios se encuentran a su alrededor.
En este sitio la gastronomía es lo más importante. Además de los clásicos embutidos se preparan las mejores pastas caseras, legado que llegó gracias a la inmigración italiana. Y estas se sirven en restós con amplios jardines y mesas dispuestas debajo de majestuosos árboles. Claro, también hay asados y empanadas caseras. Muchos, como el tradicional Santa Victoria, ofrece la modalidad de tenedor libre.
Además de comer muy bien, en Tomás Jofré la propuesta es caminar y disfrutar del verde y la calma tan típicas de la Pampa argentina. Se pueden hacer cabalgatas y para los más chiquitos paseos en pony.
Cómo llegar: A 104,5 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, se debe tomar el Acceso Oeste hasta la bajada de la Ruta 5 y en el kilómetro 91,5 doblar a la izquierda y continuar por la ruta 41 alrededor de 7 kilómetros.
Gouin
Para terminar, muy al estilo de Keen y Jofré, este pueblito también se destaca por sus atractivos, historia y hasta una celebración propia: Fiesta Nacional del Pastel.
Construcciones centenarias, la plaza de San Martín, restaurantes rurales, la capilla de San Agustín, el camping Agreste, la Feria la Matera (los segundos domingos del mes) y los más deliciosos pastelitos completan la maravillosa postal.
A solo 11 kilómetros de Carmen de Areco, Gouin fue declarado Pueblo Rural y Turístico de la Provincia de Buenos Aires.
Fue en 1907 cuando autorizaron su nombre. En honor a unos de los accionistas franceses de la compañía Inmobiliaria Franco Argentina, que levantó la estación del tren que llegaba hasta Rosario.
Y es en diciembre cuando Gouin se viste de gala ya que desde 1995 se celebra la Fiesta Nacional del Pastel. Durante la segunda semana no solo se pueden saborear los más ricos dulces de la zona, sino que además hay música en vivo, muestras de danza y exhibición de destrezas criollas, entre otras propuestas.
Cómo llegar: Desde Buenos Aires por ruta Nacional N 7 hasta el kilómetro 137. Allí está el acceso, alrededor de 10 kilómetros de tierra.