La selección de Irán recibe una discreta bienvenida empañada por el asesinato de un joven que celebró la derrota con EE.UU.
PARIS.– Un iraní fue asesinado a tiros por las fuerzas de seguridad después de celebrar la eliminación de su país ante Estados Unidos en el Mundial de fútbol, anunciaron el miércoles grupos de derechos humanos.
Irán fue eliminado por Estados Unidos en el torneo en Qatar el martes por la noche, generando distintas reacciones entre partidarios y detractores del régimen islámico.
Mehran Samak, de 27 años, fue asesinado a tiros después de tocar la bocina de su automóvil en Bandar Anzali, una ciudad en la costa del Mar Caspio, al noroeste de Teherán, según los reportes.
Samak “fue un objetivo deliberado y le dispararon a la cabeza las fuerzas de seguridad (...) tras la derrota de la selección nacional contra Estados Unidos”, dijo el grupo Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.
El Centro para los Derechos Humanos en Irán (CHRI), con sede en Nueva York, también informó que las fuerzas de seguridad lo habían asesinado por celebrar la derrota y publicó un video de su funeral en Teherán el miércoles en el que se podía escuchar a la gente gritando “¡Muerte al dictador!”.
"Death to the dictator!"
Mehran Samak was reportedly shot by security forces in Bandar Anzali, Gilan Province, Nov. 29 as he was driving/honking to celebrate Iran’s loss against the USA in Qatar #WorldCup soccer match.
This was his funeral in Tehran.#مهسا_امینی #مهران_سماک pic.twitter.com/859lqW9My5— IranHumanRights.org (@ICHRI) November 30, 2022
El centrocampista de la selección iraní Saeid Ezatolahi, que jugó el partido contra Estados Unidos y es oriundo de la ciudad donde se produjo el asesinato, aseguró que conocía a Samak y publicó una foto de los dos en el mismo equipo de fútbol cuando eran adolescentes.
“Tras la derrota amarga de la pasada noche, la noticia de tu muerte incendió mi corazón”, afirmó Ezatolahi en un mensaje en Instagram, en que se refirió a Samak como un “compañero de infancia”.
“Llegará un día en que las máscaras caerán y se descubrirá la verdad. No es lo que nuestros jóvenes merecen, esto no es lo que nuestra nación merece”, añadió el futbolista en su mensaje.
Irán es escenario de protestas desencadenadas por la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini, una kurda iraní detenida tres días antes por la policía por violar el código de vestimenta del país que exige el uso del velo en público.
Al menos 448 personas, entre ellas 60 menores de edad, murieron a causa de la represión de las fuerzas de seguridad, según un balance del IHR.
Discreta bienvenida
Mientras tanto, la selección iraní de fútbol recibió una discreta bienvenida en su país. Los jugadores regresaron a Irán el miércoles por la noche, al día siguiente de su derrota por 1-0.
Los jugadores ventilaron ante el mundo entero los conflictos internos del país cuando no cantaron el himno nacional del país en su primer juego del Mundial. Muchos lo interpretaron como una muestra de solidaridad con las protestas. El equipo sí cantó el himno en los siguientes partidos.
La selección fue recibida por unas pocas docenas de hinchas en el aeropuerto internacional de Teherán, donde la gente vitoreaba y ondeaba la bandera iraní.
Pese a la aparente muestra de solidaridad, los jugadores también fueron criticados por manifestantes contrarios al gobierno, que les reprochaban no haber hablado de forma explícita la brutal represión del gobierno sobre las manifestaciones.
Una imagen en la que los jugadores se inclinaban ante el presidente, Ebrahim Raisi, antes de viajar al torneo fue muy criticada por activistas en medios sociales.
Las autoridades iraníes admitieron que algunos iraníes habían celebrado el resultado, aunque le restaron importancia. El general Hossein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria, dijo que “no es importante para nosotros” y que las celebraciones se habían hecho en “nombre de los enemigos”, según declaraciones recogidas por la agencia semioficial de noticias Tasnim.
Agencias AFP y AP