Qué se sabe del argentino y los otros dos rehenes que murieron por un error del Ejército de Israel
Los 69 días transcurridos desde que la organización terrorista Hamas secuestró el 7 de octubre a Alon Shamriz, de 26 años, Yotam Haim, de 28 años, y Samar Talalka, de 24 años, sirvieron para conocer las historias de vida de estos tres jóvenes asesinados por error este viernes en la Franja de Gaza por el Ejército Israelí.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) asumieron este sábado la responsabilidad por haber matado en la jornada de ayer “por error” a tres rehenes en la Franja de Gaza y dieron a conocer una investigación preliminar que revela que los capturados ondearon una bandera blanca y uno de ellos llegó incluso a pedir ayuda en hebreo.
Cuando se le preguntó al vocero de las FDI, Daniel Hagari, cómo fue que los rehenes pudieron escapar del cautiverio de Hamas, dijo que el ejército cree que “los tres huyeron o fueron abandonados por los terroristas que los mantenían cautivos” cuando las fuerzas de las FDI se acercaron.
Después de que se diera a conocer el asesinato de los rehenes, grupos de familiares expresaron su repudio en Tel Aviv.
En una protesta frente al Ministerio de Defensa los manifestantes ondearon banderas israelíes y pancartas con el rostro de algunos de los 129 secuestrados aún en manos de Hamas. ”Todos los días muere un rehén”, rezaba una pancarta. “Me estoy muriendo de miedo”, declaró Merav Svirsky, hermana de la rehén Itay Svirsky. “Exigimos un acuerdo ya”, añadió.
“Solo recuperamos a cuerpos muertos. Queremos que detengan los combates y empiecen a negociar”, aseguró Noam Perry, hija de un israelí retenido por Hamas.”Tenemos la impresión de que juegan a la ruleta rusa: ¿quién será el próximo en recibir la información sobre la muerte de un ser querido? Queremos conocer cuál es la propuesta que está sobre la mesa del gobierno”, añadió Ruby Chen, padre de Itay Chen, una rehén de 19 años.
Alon Shamriz, de 26 años
Según fuentes de la embajada de Israel en Buenos Aires, Alon tenía la ciudadanía argentina, era estudiante de ingeniería informática, y residía en el kibutz Kfar Aza, ubicado a poco más de dos kilómetros de la frontera con la Franja de Gaza. Fue secuestrado por Hamas durante el brutal ataque del 7 de octubre en su kibutz, donde unas 63 personas fueron asesinadas por los milicianos palestinos. Desde ese momento su familia no supo más nada de él.
Desde entonces, solo quedó el silencio y la angustia. “Soy un manojo de nervios. Los días pasan y no sabemos nada, eso es lo peor. No duermo bien, estoy muy tenso”, dijo su abuelo Yoel Eshel.
En una charla telefónica, se refirió con dolor a Alon como “el nieto que no está con nosotros” y describió al estudiante de 26 años como un joven “muy simpático, muy dado, una persona con la que es fácil de hablar de toda clase de temas”.
Yotam Haim, 28 años
Iris Haim, su mamá, contó que Yotam era baterista de heavy metal y tenía grandes sueños relacionados con la música. La misma noche del 7 de octubre planeaba tocar en un festival de música en Tel Aviv. El hermano de Yotam, Tovel ‘Tuvi’ Haim, también es baterista y toca con la cantante Netta Barzilai, quien semanas atrás cantó una oración por la liberación de Yotam.
Yotam se puso en contacto con su familia, que vivía en otro lugar cercano, por primera vez a las 6.30 de la mañana del 7 de octubre vía WhatsApp. Les hizo saber que estaba en la habitación segura de su kibutz Kfar Aza, y que había en el lugar muchos terroristas, unos 300 se supo después.
“Al principio, su mayor preocupación era que a la noche no podría ir a tocar al festival de Tel Aviv”, recordó su mamá.
“Lo que más me enoja es que me hayan cancelado el festival”, le dijo Yotam a su madre en uno de los primeros mensajes de aquel día.
Mientras avanzaba la mañana, Yotam permanecía en la habitación segura tocando la batería para mantenerse tranquilo. La situación comenzó a empeorar cuando los terroristas dispararon contra la puerta de su habitación segura y prendieron fuego a la casa.
Su madre le dijo entonces que saliera por la ventana pero Yotam contestó que no podía hacerlo porque había terroristas esperándolo afuera.
El último diálogo fue a las 10.44. “Me llamó y me dijo: ‘Maman´ -la palabra francesa para ‘mamá' con el que la había empezado a llamar después de un viaje a Francia-. ‘No sé si sobreviviré, pero te amo’”.
Samar Talalka, 24 años
El caso de Samar es particular en tanto no pertenece a una familia judía, sino de beduinos árabes.
Samar estaba trabajando el 7 de octubre en el criadero de pollos del kibutz Nir Am, donde a menudo hacía turnos de fin de semana, lo que lo obligaba a estar en el gallinero en las primeras horas de la mañana, dijo Wahid Ahoziil, un organizador local de la ciudad de Rahat.
“Cuando la familia intentó comunicarse con él, no respondió los mensajes”, dijo Ahoziil.
Samar trabajaba con su padre, mientras que su madre es maestra, añadió Ahoziil, y la familia vive en la ciudad beduina de Hura.
“Es un gran tipo”, dijo Ahoziil poco después del secuestro. “Quiere ganarse la vida honestamente”.
El alcalde de la ciudad beduina, Ata Abu Madighem, dijo a la Radio del Ejército: “Qué noticias tan amargas: beduinos y judíos fueron tomados como rehenes juntos, lograron huir juntos en un esfuerzo por continuar con sus vidas y terminaron sus vidas juntos en este evento tan trágico”.