Rodrigo De Paul y Leandro Paredes contaron con lujo de detalles cómo es la cábala de los caramelos
Rodrigo De Paul y Leandro Paredes se convirtieron en los primeros entrevistados de Susana Giménez en su vuelta a la televisión, después de casi cinco años de mantenerse alejada de la pantalla chica. En una charla amena con la diva, los deportistas hablaron de su relación dentro y fuera de la cancha, la cual es muy estrecha, como con el resto del plantel, lo que les permitió obtener la tercera Copa del Mundo para el país.
En medio de la entrevista, Susana Giménez mostró su interés en saber si era verdad que ambos tenían una cábala juntos antes de cada partido y cómo funcionaba. “La verdad que yo voy a todos los partidos, los sigo a todos los mundiales… pero esa cábala de los caramelos no la tenía. ¿Cómo empezó eso?”, les consultó la rubia.
“Arrancó, creo que después de la Copa (América) 2019. La empezamos también con Paulo Dybala, y bueno, después en la Copa (del Mundo) 2022 no pudo estar. Nosotros la seguimos hasta el día de hoy”, comenzó explicando Leandro Paredes, con una sonrisa de oreja a oreja.
“¿Entonces, ustedes llegan hasta el medio de la cancha y se los comen ahí?”, les preguntó la conductora totalmente intrigada. “Sí, nosotros llegamos hasta ahí al centro de la cancha. Primero vamos al vestuario, depende si hace calor o frío, nos cambiamos la remera y demás, y nos comemos los caramelos solos, caminando por el estadio”, explicó el dueño de la camiseta número 5.
Además, Rodrigo De Paul sumó fascinado que todo el plantel, por esa práctica, ya les consiguen antes de cada partido los caramelos, para que no tengan que traerlos de sus casas. “Cada uno elige los caramelos que come, hacemos el recorrido hasta la mitad de la cancha. Entramos siempre con el mismo pie. Ahí charlamos alguna cosa en particular, ya sea de la cancha, de la gente y cómo está el clima. ¡Yo me como 14!”, reconoció orgulloso el “motorcito” del seleccionado nacional. Con su inconfundible humor, Susana le respondió sorprendida: “Pero, ¿no te hace mal? Dios mío”.