River: Demichelis debe evitar que se le enojen todos los jugadores (y la culpa no la tiene Gallardo)

Demichelis, preocupado; River mostró su peor cara en la derrota en Liniers
Demichelis, preocupado; River mostró su peor cara en la derrota en Liniers - Créditos: @fotobaires

Si fuera entrenador de básquetbol, Martín Demichelis hubiera pedido minuto para juntar a sus dirigidos en medio del primer tiempo de River ante Vélez. Por cuestiones lógicas reglamentarias, no pudo. La charla esperó el entretiempo, aunque la ecuación no se modificó y el análisis pos partido fue claro: “Fue uno de los peores partidos desde que soy DT de River, sino el peor”. Más que nunca es necesario para el cuerpo técnico pedir minuto. Figurativamente hablando, ese efecto podría ser el receso que tendrá ahora por las eliminatorias sudamericanas.

El problema colectivo que tiene Demichelis es que River es una sombra del último campeón. Hace 49 días daba la vuelta olímpica ante Estudiantes en el Monumental, con tres fechas de anticipación. Generaba aplausos por su ritmo arrollador y la cantidad de goles que convertía. Casi ni se hablaba de Marcelo Gallardo porque la transición había sido sorteada con éxito, al punto que había logrado potenciar a futbolistas que, en 2022, con el técnico más ganador de la historia millonaria, no terminaban de despegar. Se hablaba, con razón, de “plantel amplificado”, que no sólo había logrado conformar un equipo titular avasallante, sino que había extendido las variantes a 14, 15 titulares.

La preocupación de los jugadores de River luego de la caída con Vélez
La preocupación de los jugadores de River luego de la caída con Vélez - Créditos: @LA NACION/Manuel Cortina

Esa virtud, quizás, es la que ahora se transformó en problema. ¿Por qué? El contexto se modificó. Cuando asumió Demichelis (y como bien dijo él) todos “arrancaron de cero”. Demichelis tomó un plantel heredado por Gallardo al que se sumaron incorporaciones (Kranevitter, Enzo Díaz, Rondón y Nacho Fernández), pero todos arrancaron de cero. Incluso Demichelis, que reconoció que él pensaba jugar 4-3-3 con mayoría de delanteros y terminó conformando un equipo que se consagró con mayoría de mediocampistas y un Beltrán que, a pura actitud y sentido colectivo, les ganó las pulseadas a los experimentados Borja y Rondón. El DT se despojó de cualquier preconcepto y armó su equipo en función de lo observado en cada entrenamiento, en cada amistoso.

El River de Demichelis fabricó una cuota arrolladora de gol, en cantidad de intérpretes para convertir (con un repertorio amplio) y en calidad de las jugadas y triangulaciones para lograr cada festejo. Primero desde la mentalidad y luego desde la búsqueda, cada titular fue un delantero que, además, ocupó un rol específico. Uno de los asteriscos los tuvo (incluso en la época de mayor esplendor) en el volante central. Enzo Pérez –mentalmente más liberado en 2023- a veces aparecía con más ganas de hacer un gol que de evitarlos; y los complementos de Aliendro o De la Cruz colaboraron pero –por naturaleza- son futbolistas que se desempeñan mejor más cerca del área rival que de la propia. Esa ecuación no le dio resultados en la Copa Libertadores, pero en el torneo local sacó amplia diferencia.

Nicolás De la Cruz, clave en el River campeón y a la expectativa de una transferencia que al final no se hizo
Nicolás De la Cruz, clave en el River campeón y a la expectativa de una transferencia que al final no se hizo - Créditos: @Nicolás Aboaf

Más allá de esta materia opinable, el problema que tiene Demichelis ahora es que llegaron como refuerzos pesos pesados (Funes Mori, Lanzini, Pity Martínez) y también un Colidio que eligió River por encima de Boca y de los billetes mexicanos. Eso apuntando a los que arribaron con ilusiones de ser titulares, pero también siguió Maidana, otro histórico que fue muy poco tenido en cuenta. Y más allá de las bajas, River sigue teniendo más de 30 profesionales para afrontar un solo torneo, la Copa de la Liga.

La decisión de ubicar a Santiago Simón en el lateral derecho puede ser una consecuencia de la abundancia pero también de hacerle un lugar a un juvenil del club que en un momento tuvo muchísima proyección y que en el primer semestre de 2023 casi no jugó. Y así como hizo Demichelis con Beltrán, ahora Simón tiene la chance de ganarse un puesto como titular por encima de Milton Casco y Marcelo Andrés Herrera. Ahora bien, ¿Simón siente jugar allí? ¿Está a tiempo de incorporar conceptos para ser un buen 4? ¿Hasta cuánto le puede pesar la responsabilidad de estar en el lugar de un histórico como Casco?

La eliminación de la Copa Libertadores y la Copa Argentina redujo el campo de acción de River a un puñado de partidos hasta fin de año. Sea en el lugar de la cancha que sea, hoy parece haber diez titulares para cinco lugares. Y Demichelis parece más pendiente en dejar contentos a todos, o demostrarles a todos que van a ser tenidos en cuenta. Eso puede jugar en contra a la hora de afianzar un equipo. Un equipo que, además, venía de ser campeón. Hoy no arrancan de cero. Ni Demichelis ni los jugadores.

River Campeón, Liga 2023, penal ejecutado por Ezequiel Barco
River Campeón, Liga 2023, penal ejecutado por Ezequiel Barco - Créditos: @Rodrigo Nespolo

Pero la abundancia y las alternativas por demás pueden generar confusiones. ¿Si el River de los aplausos jugaba con cinco volantes y un 9, una eliminación en la Libertadores es suficiente para barajar y dar todo de nuevo? Seguramente, Nacho Fernández siente que no hizo nada para perder la titularidad. Esequiel Barco y Pablo Solari lo mismo. ¿De la Cruz va a salir, que rechazó una oferta millonaria y hasta tuvo el gesto de no irse a Flamengo para no reforzar a un rival directo en la Copa? ¿Enzo Pérez, que es el capitán? Agustín Palavecino puede pensar que tuvo pocas oportunidades, Matías Kranevitter que no lo favorece el esquema ultraofensivo de Demichelis, Héctor Martínez que es injusto que luego de una lesión tan larga no pueda recuperar los espacios que tuvo. Matías Suárez puede pensar que está para más de 15 minutos, más allá de su lesión crónica; el Diablito Claudio Echeverri ve que ya le dieron la posibilidad de debutar en primera y ahora necesita de un poco más de pista… Y así puede pensar cada futbolista que hoy integra el plantel millonario. Acaba de llegar el defensor uruguayo Sebastián Boselli, también tras largas negociaciones.

Los problemas de River ante Vélez

Tras ser campeón, Demichelis amplió el abanico y las variantes. Se vio ¿obligado por él mismo? A darles minutos a todos. El periodismo le consulta (la pregunta que grafica la situación fue ‘¿qué más tiene que hacer Solari para ser titular?’) y él responde. Demichelis habla de fútbol y explica, aunque luego el hincha puede no estar de acuerdo en la totalidad de los conceptos. “Siempre cuando se pierde, el mejor jugador parece estar afuera, en el banco de suplentes. Veníamos de hacer un grandísimo segundo tiempo con Facundo Colidio y Pablo Solari. Se entrenaron fenomenal, normalmente desequilibran y hoy no tuvieron una gran noche”, dijo el DT luego de la derrota ante Vélez.

Que River haya ganado apenas un partido de los últimos 13 que jugó fuera del Monumental puede tener que ver con alguna influencia anímica, pero incluso en Núñez el equipo ha tenido partidos que no logró redondear del todo, hasta ganando o goleando, como ante Barracas Central (5-1). Más que un problema de escenario, parece una cuestión global futbolística en la que queda involucrado hasta un intocable como Armani.

Manuel Lanzini, en el partido que River venció a Barracas Central.
Manuel Lanzini, en el partido que River venció a Barracas Central. - Créditos: @Nicolás Aboaf

Demichelis, al margen de las lesiones que lo condicionaron como la de González Pirez o Rodrigo Aliendro, quedó atrapado en un problema generado en su propio ciclo. Empezó a cambiar (y volver a modificar nombres) sobre un equipo que él mismo había elaborado, que recibía aplausos y fue campeón. En un plantel demasiado amplio, y con tal de garantizarles minutos a todos, corre el riesgo de desarmar hasta sociedades que demostraron confiabilidad, también puede generar enojos en todos: en los que lo llevaron a ganar su primer título en River y otros que creen merecer ser titulares o tener más minutos. Estas dos semanas sin fútbol le pueden venir justas al DT para reordenar su propia transición. En esto, nada tiene que ver Gallardo.