Rechazan violencia contra la "dignidad" del obispo Salvador Rangel

CHILPANCINGO, Gro., mayo 5 (EL UNIVERSAL).- Los cuatro obispos de Guerrero rechazaron la violencia contra la "dignidad, los derechos y la vida" del obispo emérito de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.

En un comunicado, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González; el obispo de la diócesis de Ciudad Altamirano, Joel Ocampo Gorostieta; el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, y, el obispo de la diócesis de Tlapa; Dagoberto Sosa Arriaga, refrendaron su apoyo a Rangel Mendoza.

"Queremos manifestar nuestra cercanía y nuestro aprecio a Monseñor Salvador Rangel. Reconocemos su compromiso y entrega para no dejar indefensas a las comunidades de su diócesis ante las violencias, corriendo riesgos y peligros que sólo él y Dios conocen".

Los obispos rechazaron la violencia contra la dignidad, los derechos y la vida de Rangel Mendoza.

"Confiamos y esperamos que los diversos niveles de gobierno y procuración de justicia intervengan para esclarecer los hechos y proceder conforme a derecho".

El 29 de abril, la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) denunció la desaparición de Rangel Mendoza. Informó que desde tres días atrás, el obispo emérito está ilocalizable. Sin embargo, ese mismo día fue hallado en el hospital general de Cuernavaca, Morelos.

De inmediato, el fiscal general de Morelos, Uriel Carmona Gándara, informó que el obispo emérito había sufrido un secuestro exprés. Al día siguiente, el gobierno de Morelos contradijo la versión. El titular de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, afirmó que Rangel Mendoza no había sufrido un secuestro exprés y que el día 26 de abril entró a un motel con un hombre por su propia voluntad.

El gobierno de Morelos también difundió que los paramédicos que hallaron al obispo emérito recogieron sus pertenencias que tenía en el motel, donde encontraron pastillas de Viagra, condones y lubricante íntimo.

Además, difundieron fragmentos del parte médico: el obispo emérito dio positivo a cocaína y benzodiazepina, es decir: Rangel Mendoza fue dopado.

No obstante, el gobierno de Morelos no ha precisado qué le sucedió al obispo emérito.

Desde que el gobierno de Morelos difundió esta información, Rangel Mendoza ha sido sometido al escarnio público.

De acuerdo con fuentes de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Rangel Mendoza no ha dado su versión porque aún continúa con los efectos de las drogas.