"No hay razones para suponer secuestro exprés"

CUERNAVACA, Mor., mayo 3 (EL UNIVERSAL).- El comisionado estatal de Seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros, confirmó que no existen elementos para suponer secuestro exprés contra el obispo de la diócesis de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza.

"Las evidencias que hay en el caso ya se las dimos a la fiscalía. Hasta donde sabemos entró voluntariamente al hotel con una persona del mismo sexo, y esa persona después se retiró", declaró el jefe policiaco a la prensa.

Señaló que no cuentan con más datos, porque cuando recogían información llegaron los elementos de la Fiscalía General del Estado y tomaron el control de la escena.

"No sabemos cuáles son las bases de la fiscalía para sugerir que la desaparición del obispo de Chilpancingo se trató de un secuestro exprés", insistió el comisionado.

"Los que están en la política están tratando de aprovechar esto para denostar el actuar de la seguridad en el estado", agregó.

Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió que evitar conjeturas y especulaciones en el caso del obispo emérito.

"Ante todo damos gracias a Dios porque fue hallado con vida... Como Iglesia confiamos en las instituciones y eso nos lleva a dejar en manos de las autoridades la investigación correspondiente", refirió la CEM en un comunicado y expresó que el obispo emérito rendirá su declaración cuando mejore su estado de salud.

El primero que puso en duda el secuestro exprés fue el secretario de Gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo Salgado, al revelar que el obispo fue visto por última vez en una pizzería del municipio de Emiliano Zapata, donde se reunió con un trabajador de ese negocio.

El obispo fue reportado desaparecido el sábado 27 de abril y el lunes por la tarde lo hallaron en el hospital general José G. Parres, de Cuernavaca, donde fue llevado por una ambulancia.

Los primeros exámenes toxicológicos practicados al prelado arrojaron la presencia de cocaína y benzodiacepinas, de acuerdo con el reporte médico de egreso voluntario, al cual EL UNIVERSAL tuvo acceso.

Su ingreso al hospital fue a las 10:00 horas del domingo 28 de abril. La ficha médica indica que los paramédicos acudieron a un llamado de auxilio del Hotel Real Ocotepec, para auxiliar al obispo, donde fue encontrado desnudo y con dificultad para hablar. Sólo pronunció su nombre.

El lunes, el fiscal Uriel Carmona confirmó la identidad del obispo y declaró que el prelado fue drogado y víctima de secuestro exprés. La misma noche, Salud dio a conocer el egreso voluntario del religioso.