Raúl Jiménez, el futbolista de los 'casi golazos' que queda a deber en el Tri

Raúl Jiménez ha tratado de reencontrar el nivel que lo convirtió, entre 2019 y 2020, en uno de los mejores delanteros de Europa. Tras aquella tétrica fractura de cráneo que sufrió en el Wolverhampton, Jiménez retornó a los campos de la Premier League en agosto de 2021. Sin embargo, volvió a ver mermado su estado físico rumbo a Qatar 2022, pues una pubalgia le quitó actividad en los dos meses previos al Mundial. Llegó con lo justo y no pudo marcar diferencia.

Su etapa con los Wolves llegó también a su fin y, después de cinco años, partió al Fulham, un equipo que lo recibió gustoso, como reemplazo de Aleksandar Mitrovic, goleador serbio que se marchó al futbol árabe. Requiere de gran mérito que Jiménez permanezca en la Premier League. Es la prueba de que sigue siendo competitivo, pero hasta cierto nivel. De igual modo, es notoria su baja producción futbolística: en la actual temporada ha jugado ocho partidos sin marcar gol.

La temporada pasada anotó en tres ocasiones, todas en la FA Cup, en un total de 20 partidos —en la Premier League no convirtió ninguna vez ni tampoco en la Copa de la Liga—. Su declive, en cuanto a goles anotados, no podría ser más evidente si bien se trata de la mejor liga del mundo. Ante ese déficit en su carrera, Jiménez ha encontrado refugio en otros aspectos del juego: crear jugadas, bajar a recibir el balón, asociarse con sus compañeros para crear peligro. Lo hace bien, pero no basta.

Es cierto que nunca se caracterizó por ser un delantero de área al 100%. Más bien es un ariete que, en sus mejores momentos, mezclaba su capacidad para definir jugadas con la de generarlas. Pero esa faceta se ha visto reducida y se ha desvirtuado, hasta llegar a un punto en el que Jiménez es reconocido por los 'casi golazos' que (no) hace.

Como el sábado en el partido ante Ghana, cuando estuvo a punto de firmar una asistencia de gol de película con una 'rabona' que se inventó de la nada y que pudo haber adelantado al equipo mexicano (que terminó ganando ese cotejo por 2-0, sin tantos de Jiménez). Pero no pasó nada, absolutamente nada. Fue una jugada anecdótica que no tuvo utilidad alguna. Como tampoco hay utilidad en los casi goles de cada semana con el Fulham. Es una forma de esconder su bajo rango de efectividad frente al arco (y tampoco suma ninguna asistencia en el actual año).

Los números de Jiménez no son los de un jugador que marque diferencia en el equipo nacional. Sí, es cierto que en total acumula 30 tantos en los 101 cotejos que ha disputado con el Tri, pero valdría la pena contemplar cuáles de estos han sido realmente en momentos cruciales: acaso uno, el que hizo, de chilena, contra Panamá en las eliminatorias rumbo a Brasil 2014. De ahí en fuera, los demás han sido poco relevantes —basta recordar que ha jugado tres Copas del Mundo y en ninguna ha podido hacer gol—.

Lo peor es que esas jugadas se exageran de manera inaudita. Quizá sea una estrategia de redes, por ejemplo, de TUDN, que lo suele hacer. O de Paramount, que hace unas semanas destacó que Jiménez "cansó" a los rivales que enfrentó y que casi le anota un golazo de tijera al Arsenal. Pero esa exageración solamente sirve para los memes, porque nadie toma en serio los 'casi goles'. Jiménez podrá tener experiencia y jerarquía, pero eso no se traduce en el campo, donde más importa y donde un jugador de su recorrido está obligado a marcar diferencia. No es el caso y quizá ya nunca lo sea, si ni en su mejor momento pudo hacerlo.

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