Racing se complica: un plantel dividido, dirigentes que cuestionan al DT y un futuro incierto por las elecciones

Justo el día que Racing tenía para anunciar una buena noticia, tembló al ritmo de una crisis, como hace tiempo no pasaba. Durante una conferencia de prensa en la que se informó el regreso al club de Luciano Vietto –30 años, goleador del Mundial de Clubes 2022, con pasado en Villarreal, Valencia y Atlético de Madrid– el presidente Víctor Blanco contó que había tenido “una reunión especial con Costas porque no tuvimos un buen resultado”. La frase de Blanco, sumado al ruido mediático que generaron las declaraciones del arquero Gabriel Arias después de la derrota en Tucumán y la respuesta vía Instagram de Roger Martínez, terminó de instalar un mal clima que duró casi 48 horas.

El 5 de abril de 2014, hace más de una década, casualmente fue Vietto quien convirtió el gol para que Racing le ganara 1 a 0 a Vélez en Liniers después de 12 años. El Fortín era líder del torneo. La Academia, dirigida por Merlo, intentaba alejarse de un posible descenso que empezaba a asomar en el horizonte. El entonces juvenil definió a los 46 minutos del segundo tiempo, después de una asistencia de taco de Luciano Aued, todavía resistido en aquel tiempo.

Por el contexto, un grupo de socios tomaron ese gol de Vietto como el puntapié inicial para fundar #Racingpositivo, una corriente que buscaba cambiar cierto paradigma autodestructivo del club, que parecía tener un imán para las desgracias y los infortunios. Aquella movida que terminó reconocida como artífice del título de 2014 y la posterior estabilidad económica, dirigencial y deportiva de la Academia, tuvo un germen previo: el gol de Vietto, la noche del taco de Aued.

Justo en el regreso del cordobés, Racing volvió a vivir días de autodestrucción. Más allá de llevar las cuentas en orden y de competir a nivel internacional hace diez años, el mayor orgullo de Blanco en su gestión es que “Racing ya no sale en los medios por problemas o deudas”. Eso no ocurrió en las últimas 48 horas.

Después de la derrota por 1 a 0 ante Atlético Tucumán, el arquero Gabriel Arias dijo: “Ellos fueron más intensos y corrieron más que nosotros. No podemos vivir de la paciencia. Dejamos pasar chances, así es muy difícil conseguir cosas”. Costas fue en la misma línea: “Se nos fueron esas ganas y esa intensidad por ir a buscar la pelota como sea, como si fuera la última”. Roger Martínez le respondió por redes al arquero, que viajó a Chile para unirse a La Roja: “Confío en cada uno de mis compañeros que siempre dejan todo por esta camiseta y por este equipo. El grupo es mucho más que cada uno. Vamos Racing”.

Desde que se reinició el campeonato tras el receso por la Copa América, Racing acumuló tres victorias (Godoy Cruz, Unión, Newell’s), dos empates (Huracán, Independiente) y tres derrotas (Sarmiento, Gimnasia y Atlético Tucumán). Esos números no parecen alcanzar para generar una crisis, más allá de las reiteradas chances desaprovechadas de quedar puntero y de no haber podido vencer en el clásico a Independiente, pese a jugar más de una hora con un hombre más.

Lo que ocurrió entre martes y miércoles es la crónica de una crisis anunciada, que tiene que ver con la desconfianza entre el presidente Blanco y el entrenador Costas. Fernando Gago renunció a su cargo como DT de la Academia el 30 de septiembre. El candidato natural, por los nombres disponibles, era el del hombre que supo ser capitán del equipo en la década del 80 y 90. Al mandamás no lo convencía. Pese a buscar otras opciones, que hasta incluyeron un interinato con Sebastián Grazzini y Ezequiel Videla, Costas cumplió su sueño de volver a ser el DT de Racing.

Esa convivencia forzosa estuvo a punto de crujir. Pero el entrenador siente que está a cinco pasos de salir campeón con Racing de una copa internacional, algo que el club no logra desde 1988, y no va a bajarse de esa ilusión. Desde el lado dirigencial, a Blanco no lo pudieron convencer de pedirle a un símbolo del club que dé un paso al costado. Algunos dirigentes consideraban que era el momento de hacer una jugada parecida a la que hizo River con la salida de Martín Demichelis y la llegada de Marcelo Gallardo, lo que renovó el clima para ir por la Copa Libertadores.

El nombre fuerte que podía suceder a Costas nunca apareció. Eduardo Coudet está en España, a la espera de una oferta, y no tiene pensado volver a la Argentina. La opción B que acercaron algunos directivos era la de Antonio Mohamed, que fue campeón con Independiente de la Sudamericana. Pasado el mediodía, Blanco y Costas volvieron a la posición de convivencia que sostenía hasta el domingo. Y así será al menos hasta la serie de cuartos de final ante Athletico Paranaense. Un desafío para el que no estará Vietto, que luego de ser presentado viajó a España para acompañar el nacimiento de su hijo, con fecha para fin de mes.

Estas 48 horas de tensión fueron tal vez la primera muestra de la temperatura electoral que empieza a escalar en la mitad celeste y blanca de Avellaneda. El anuncio de Diego Milito de que será candidato en la elección de fin de año es tal vez el mayor desafío político en estos once años de conducción para Blanco, que había logrado la centralidad de las decisiones en Racing.