Racing campeón: cómo se construyó el sentido de pertenencia y los detalles desconocidos de un plantel ganador

Juan Fernando Quintero celebra con el trofeo junto a sus compañeros
Juan Fernando Quintero celebra con el trofeo junto a sus compañeros - Créditos: @JUAN MABROMATA

ASUNCIÓN (Enviado especial).- Ya pasó más de una hora de que Roger Martínez marcó el gol decisivo. Pero no se va nadie de la Nueva Olla. El césped sigue pintado de celeste y blanco: los futbolistas no se quieren ir. Es un premio para este plantel que se define como una familia. La calidad, cantidad y jerarquía de jugadores que se juntaron en la mitad celeste y blanca de Avellaneda para este 2024 se evidencia con sólo leer los apellidos. A veces, se trata de que justo coincidan en tiempo y espacio algunas personas. Además de la categoría, lo que distingue a este equipo es la unión y la simpleza, dos atributos que le impregnó Gustavo Costas, el líder del grupo.

Hubo un punto de quiebre, que fue el 1° de septiembre. La derrota en Tucumán ante Atlético dejó heridas. Gabriel Arias, el capitán, en caliente, habló de falta de actitud en un micrófono. Tembló el piso del vestuario. La crisis se transformó en fortaleza. A la base de un plantel que arrastraba la herida del campeonato perdido de una manera insólita en 2022 (Arias, Sigali, Mura) se sumaron otros futbolistas en busca de revanchas personales (Almendra, Quintero, Sosa, Roger) y algunos que tomaron este desafío como la gran oportunidad de sus carreras (García Basso, Salas, Martirena, Maravilla Martínez).

Maximiliano Salas prepara el centro, Maravilla Martínez, el remate al gol: una pareja que se entiende en todas partes
Maximiliano Salas prepara el centro, Maravilla Martínez, el remate al gol: una pareja que se entiende en todas partes - Créditos: @JOSE BOGADO

La camaradería y la sensación familiar se terminó de formar durante la pretemporada que se realizó en Ciudad del Este, Paraguay, donde Gustavo Costas se siente como en casa. Luego, en las concentraciones XL que implementó el DT antes de los partidos clave frente a Boca, Athletic Paranaense y Corinthians la camaradería se acrecentó. A Maravilla Martínez y a Maxi Salas los une el ser zurdos, goleadores y trabajadores del fútbol, con recorrido por el ascenso y distintos puntos de Latinoamérica. Son inseparables dentro y fuera de la cancha. Cuentan que ser rival al truco de esa pareja es más bravo que marcarlos en el césped. Salas es bromista y lanza algún sapucay correntino cuando está de racha. Martínez intimida con un latiguillo: “Mi primer terreno lo gané jugando al truco”.

Aunque Roger Martínez, Bruno Zuculini y Luciano Vietto no aparezcan en el once de memoria que tiene Costas en su cabeza, son fundamentales puertas adentro. Compañeros de camada en el Predio Tita hace más de una década, ahora vuelven a coincidir en Primera. Son los que exigen en el entrenamiento diario. Se suman a Arias y Sigali, los referentes del vestuario por edad y por historia, que ya dieron cuatro vueltas olímpicas con Racing y están preparando el legado para cuando ya no estén.

Bruno Zuculini, una de las voces más escuchadas en el plantel
Bruno Zuculini, una de las voces más escuchadas en el plantel - Créditos: @JUAN MABROMATA

A ese grupo también se suman Santiago Sosa, Facundo Cambeses, Agustín García Basso y Facundo Mura, los últimos que se suelen ir del club cada día, después de una extensa sobremesa postalmuerzo que se estira por las largas charlas en las que se habla de rock y series, entre otras cosas. Los colombianos Roger, Juanfer Quintero y Johan Carbonero, como suele ocurrir en los vestuarios argentinos, andan juntos y a las bromas, se buscan durante la práctica, en el vestuario y en las concentraciones.

Racing es familia es el mensaje que le gusta bajar al cuerpo técnico. Con palabras y con hechos: a Costas le secundan su hijos Gonzalo y Federico. Esa fue la sensación que dio el plantel en estos días en Paraguay. El lema que repitieron y tomaron como propio fue todos juntos.