Los Pumas vs. Japón: ganar para seguir en carrera o arrojar todo al olvido

Eduardo Simone, Gonzalo Quesada y Alejandro Allub festejan el triunfo sobre Samoa en octubre de 1999, crucial para seguir en el Mundial de Gales.
Eduardo Simone, Gonzalo Quesada y Alejandro Allub festejan el triunfo sobre Samoa en octubre de 1999, crucial para seguir en el Mundial de Gales. - Créditos: @Sergio Llamera

LA BAULE-ESCOUBLAC, Francia.– Es la primera vez en un Mundial que los Pumas se encuentran en una instancia decisiva, una suerte de octavo de final, en la que les quedan la opción de ganar y la poco probable de empatar sin que el rival sume bonus por cuatro tries, para determinar si siguen en la competencia o se vuelven eliminados tras la etapa de grupos. Hubo partidos en los cuales no tenían alternativa al triunfo, pero nunca como este domingo, en la última fecha de la zona D del Mundial de Francia y frente a un adversario, Japón, que suma la misma cantidad de puntos.

Argentina o el seleccionado nipón accederá a los cuartos de final si gana su partido o si logra un punto de bonus sin que su oponente lo haga en caso de empate. La maldita combinación que podía clasificar a Samoa y dejar fuera a los Pumas se cerró con la derrota de los isleños ante Inglaterra. Con la victoria británica por 18-17, el segundo puesto del grupo D se dirimirán entre los Pumas y Japón. Inglaterra quedó primero, y Samoa, fuera de todo.

Los Pumas llegaron a una instancia como la que esperó hasta este sábado Samoa en la primera disputa de la Copa del Mundo, Nueva Zelanda 1987. Debían anotarles cuatro tries a los All Blacks para despachar a Fiji, que había perdido contra Italia. Pero se consiguió uno solo y los neozelandeses golearon por 46-15. En Inglaterra 1991 y Sudáfrica 1995 no hubo ninguna posibilidad. Los argentinos perdieron los tres partidos y la eliminación se decretó antes de tiempo.

En Gales 1999, si bien no era un partido de la última fecha, el enfrentamiento con Samoa en Llanelli determinaría si los Pumas seguirían en carrera o quedarían eliminados. El recordado triunfo por 32-16 con un try de Alejandro Allub y la puntería fabulosa de Gonzalo Quesada dejó a los argentinos al borde de atravesar por primera vez una rueda inicial. Luego, la victoria –¡atención!– sobre Japón implicó entonces el pasaje a los playoffs.

Sí hubo una “final” en Australia 2003. En Adelaida, los Pumas se enfrentaron con Irlanda con la necesidad ineludible de ganar. Pero ése no era el último partido. Después quedaba el de Wallabies vs. Irlanda, por lo cual si los argentinos triunfaban, tenían que esperar al otro resultado. Pero perdieron por 16-15 y tuvieron que volverse. En ese torneo, los capitaneados por Agustín Pichot cayeron en el partido inaugural contra Australia, en Sydney, y después golearon a Namibia y Rumania. Irlanda llegaba con sed de revancha de lo de 1999, y no perdonó.

Al Mundial siguiente, Francia 2007, el fixture volvió a colocar a Pumas vs. Irlanda en la última fecha de la zona. Aquella vez, los liderados por Pichot llegaron al encuentro final del grupo en el primer puesto tras su enorme triunfo contra Francia, y tenían varias alternativas, aun perdiendo, de llegar a los cuartos de final. No hubo ninguna cuenta que hacer. Todo lo contrario: un equipo pasó por encima al otro. Fue victoria por 30-15 en el Parque de los Príncipes, de París.

Agustín Pichot celebra una de las victorias sobre Francia en 2007; el capitán venía de una frustración en Australia 2003 y, como varios compañeros, tuvo desquite a los cuatro años.
Agustín Pichot celebra una de las victorias sobre Francia en 2007; el capitán venía de una frustración en Australia 2003 y, como varios compañeros, tuvo desquite a los cuatro años.

Otro duelo de características similares al de este sábado en Nantes fue el que el seleccionado de la UAR sostuvo con Escocia en Wellington en Nueva Zelanda 2011. Durante buena parte del encuentro los argentinos se quedaban fuera del Mundial, pero faltando 7 minutos Lucas González Amorosino hizo magia cerca del touch y de la galera sacó un try inolvidable; la Argentina revivió y se llevó el éxito por 13-12. Sin embargo, no todo se resolvió en esa noche neozelandesa fría y lluviosa. A los Pumas les faltaba un partido, que le ganaron por 25-7 a Georgia, y a Escocia le quedaba una chance: vencer a Inglaterra por una diferencia amplia, algo que no sucedió. Ganaron los ingleses, y los Pumas avanzaron a los cuartos de final, en los que los esperaban los All Blacks.

En Inglaterra 2015 los Pumas pasaron sin problemas la primera etapa; no hubo ninguna “final”. Y en Japón 2019 el partido clave fue el primero, contra Francia, y lo perdieron. Entonces tuvieron que ir a jugarse a todo o nada frente a Inglaterra, el equipo más fuerte del grupo y que, de hecho, llegó a la final. La expulsión temprana a Tomás Lavanini anuncio el adiós, que luego se concretó con un categórico 39-10. Faltaba una fecha y los argentinos ya estaban afuera, como en 1991 y 1995.

La desazón de Marcos Kremer y Felipe Ezcurra en la caída frente a Inglaterra en Japón 2019.
La desazón de Marcos Kremer y Felipe Ezcurra en la caída frente a Inglaterra en Japón 2019.

Este sábado, otra vez, la cuestión será a todo o nada. “Japón estuvo en los cuartos de final en 2019, y nosotros, no. Ahora queremos ese lugar. Tenemos hambre de estar ahí”, enfatizó Michael Cheika. Para el rugby de ambos países el partido en Nantes conlleva mucho más que el pasaje a los cuartos de final del Mundial.