Los Pumas y la misión para recobrar la confianza en el Mundial: lograr un piso de rendimiento y un equilibrio mental, las claves

Los Pumas necesitan levantar cabeza
Los Pumas necesitan levantar cabeza

LA BAULE-ESCOUBLAC, Francia.– De ganarles a los All Blacks por primera vez de visitantes a sufrir la peor goleada en 10 años. De ganar en Twickenham a caer tímidamente con Gales y ser aplastado por Escocia. De estar a dos puntos de hacer historia en Ellis Park a perder sin atenuantes ante los suplentes de los Springboks en Vélez. Ahora, de llegar como favoritos a ser derrotados sin atenuantes por Inglaterra con un jugador de más durante 65 minutos. Desconcertante. Todo lo que crecieron los Pumas desde la llegada de Michael Cheika, todo el poderío que es capaz de imponer en una cancha se choca, de tanto en tanto, con la fragilidad de este equipo de lograr un piso de rendimiento, un equilibrio mental. Su propia cabeza sigue siendo, más que el rival, el gran enemigo de este equipo.

Con el transcurso de los días y el inicio, el martes, de los entrenamientos de alta intensidad, la nube negra que invadió la cabeza de cada uno de los jugadores, una mezcla de desilusión, enojo y miedo, se fue disipando. Ya se los vio más sueltos en la conferencia de prensa del miércoles por la mañana y, por la tarde, compartiendo sonrientes un momento con los hinchas locales que se acercaron en manada al entrenamiento abierto en el complejo deportivo Jean-Gaillardon - Les Salines.

El sábado, en Marsella, fue muy claro cómo el equipo falló en el aspecto mental. Primero, para sacarse los nervios que naturalmente acarrea un debut mundialista. Lejos de despojarse de esas ataduras, se fueron hundiendo con cada incidente: primero, la incertidumbre por la amonestación a Tom Curry, luego la amarilla a Carreras, enseguida la expulsión al 7 rival. A una oportunidad desperdiciada con un penal en profundo ataque (con uno más era para pedir scrum o line-out) le siguió una seguidilla de tres drops de George Ford. Nunca pudieron sacar la cabeza. Se notó el nerviosismo de los más chicos, faltó la guía de los más grandes. Faltó cabeza.

Agustín Creevy firma autógrafos a los fanáticos durante un entrenamiento abierto de los Pumas
Agustín Creevy firma autógrafos a los fanáticos durante un entrenamiento abierto de los Pumas

“En este tipo de derrotas se aprende más de lo normal”, advirtió Agustín Creevy, excapitán, el más veterano del equipo y uno de sus líderes. “Estamos todos un poco decepcionados por el partido que tuvimos, porque no pudimos mostrar todo lo que venimos entrenando. Venimos haciendo un trabajo en lo individual y en lo grupal muy bueno. Desde el primer día hasta el último partido que jugamos contra España fue realmente muy bueno y no lo he visto en otros Mundiales. La parte de la cabeza y sobre todo la parte física. Cada Mundial fue distinto, pero siento que estamos muy bien preparados. Lamentablemente cuando uno no puede demostrar eso adentro del partido es frustrante. Pero creo que eso nos va a ayudar a ser más fuertes, a unirnos más, a saber por dónde tenemos que ir, las cosas que nos sirven y las que no. Hay que afrontar esto, ponerle el pecho y ya pensar en el partido con Samoa. A partir de ahora van a ser todas finales, vamos a poner el foco en el juego. A los mundiales hay que disfrutarlos. Hay un montón de presiones, pero hay que sacárselas y salir a jugar como uno sabe.”

Con 101 caps internacionales, Creevy es el único argentino que alcanzó la centena. Su experiencia, como la otros líderes como Montoya, Matera, Kremer, Sánchez, Cubelli o Lavanini, es determinante para levantar al equipo. En el Stade Vélodrome, es uno de los aspectos donde el equipo falló.

“Claramente algo que no pudimos resolver”, admitió el entrenador de forwards Andrés Bordoy. “Jugamos con superioridad numérica y claramente la toma de decisiones o dónde se quería hacer fuerte Pumas no lo pudimos llevar a cabo. Los líderes son los que están en la cancha y tratan de llevar adelante el plan de juego en función de cómo se va desarrollando el partido.”

En el staff no hay ningún psicólogo deportivo ni especialista en cuestiones mentales. De hecho, la veces que hubo alguno en el seleccionado argentino son contadas. De todas formar, cuentan con el conocimiento de Michael Cheika. Sin necesidad de tener ningún título, el entrenador australiano es un verdadero motivador capaz de sacar lo mejor de cada jugador, algo que demostró en cada equipo que entrenó. Tendrá tarea extra en esta larga espera rumbo al viernes próximo, día de la presentación ante Samoa en Saint-Étienne.

Andrés Bordoy, entrenador de forwards de los Pumas
Andrés Bordoy, entrenador de forwards de los Pumas

¿En qué consiste el trabajo mental que realizan los Pumas? “Es un trabajo más de charla de equipo, más de hablar y decir lo que piensa”, responde Creevy. “Eso ayuda mucho a la comunicación del equipo. Ayuda a que los entrenadores entiendan en dónde estamos parados, y los jugadores dónde están parados los entrenadores. A los líderes también los ayuda mucho. Es una parte donde para mí es fundamental trabajar. Contar los problemas que uno tiene, intentar charlar entre todos los miedos. Está bueno que los jugadores se empiecen abrir y empiecen a trabajar esas pequeñas cosas. A mí es algo que me encanta, porque te das cuenta que cada uno tiene distintos modos de ver las cosas y eso ayuda mucho a la riqueza del equipo, se hace cada vez más fuerte. Estoy convencido que los grupos son los que ganan los torneos, los Mundiales. Los buenos grupos uno ve que están sólidos y fuertes aunque pasen por momentos malos. Nuestro grupo está muy bien, muy consolidado, y con todo ese trabajo nos va a ayudar mucho a recuperarnos.”

El interrogante que se plantea ahora es qué tornillos hay que ajustar. Si a los mismos problemas se le aplican idénticas soluciones, va a ser difícil que se solucionen. Al mismo tiempo, no sería coherente dar un golpe brusco de timón cuando el barco, aun en medio de la tormenta, sigue a flote con rumbo a su objetivo. Entonces, ¿dónde hay que ajustar? ¿Qué trabajo especial hay que hacer en el plano mental?

Michael Cheika, ante el desafío de recuperar a los Pumas
Michael Cheika, ante el desafío de recuperar a los Pumas - Créditos: @Santiago Filipuzzi

“El trabajo va a seguir siendo el mismo. Confiamos en la forma de laburo y en cómo los jugadores adhieren a ella. Estamos convencidos que va a pagar, que vamos a poder trasladarlo a la cancha”, advirtió Borody. “La derrota claramente dolió y nos afecta, nos toca el orgullo. Después de haber entrenado tan duro en la preparación, de haber encarado el Rugby Championship con un objetivo tan claro, perder este partido de esta forma nos duele. Un poco va a pasar por ahí. Por el orgullo que tiene este grupo. Nos apoyamos en los líderes y los jugadores, en cómo lo viven y cómo lo sienten, y queremos saber cómo ven esta derrota y los vamos a apoyar. El grupo laburando fuerte como lo viene haciendo, siendo más exigentes, es por ahí donde va a pasar la clave de lo mental. Son tres partidos que tenemos que demostrar cómo nos venimos preparando y llevarlo a la cancha”.

Las nubes negras empiezan a disiparse, a tono con el cielo diáfano y estival de La Baule. Los Pumas buscan sacar mejor versión en el partido con Samoa. El trabajo mental que hagan estas dos semanas va a ser determinante.