Gran Premio Nacional: Cuan Chef ganó de punta a punta y por varios cuerpos en el final de la Triple Corona
Cuan Chef y Eduardo Ortega Pavón son una sociedad exitosa. Potrillo y jinete coincidieron tres veces en un hipódromo ante el público y todas fueron con finales felices. La última obra, este sábado en Palermo, resultó una representación que se ganó los aplausos desde mucho antes de llegar al disco del Gran Premio Nacional (G1-2500m). El cierre de la Triple Corona tuvo un vencedor de punta a punta y por nueve cuerpos.
“Cuando lo empecé a montar y ganamos entre perdedores, les dije a algunos compañeros que tenía al ganador del Nacional”, aseguró el jockey paraguayo, ya con 18 años en las pistas argentinas. Varios dan fe de esas palabras, casi spoileando el desenlace del Derby a dos meses de su disputa. La confianza creció al adueñarse del Clásico Eduardo Casey (G2-2200m), en octubre. Y el viernes utilizó su cuenta de Instagram, con muy baja actividad, para ratificar su esperanza subiendo una historia con una foto de Cuan Chef y una frase: “Vamos mañana”. Fue la carrera que soñaba.
Inalcanzable desde la salida, el alazán fue una locomotora. Oleguer, el favorito que falló en la Polla, se recuperó, pero lo escoltó desde muy lejos, por delante de Baranello. Fue el triunfo que construyó con una campaña paralela a las grandes carreras el entrenador Alfredo Gaitán Dassie, que luego de 15 años volvió a levantar la copa de este clásico. “Es un fuera de serie”, lo describió. Antes del Casey, ya había advertido públicamente que esperaba los cotejos para galopadores porque “una brazada del mío equivale a dos de los demás”. Tiene 514 kilos de pura potencia.
Francisco Pérez Wertheim es el dueño del potrillo. “Lo elegimos en el haras Pozo de Luna porque tenía un gran parecido a Cool Day. Con el tiempo, este potrillo se hizo más grande de físico”, recordó. La vara ya estaba alta: Cool Day conquistó el Carlos Pellegrini de 2020. Para Establecimiento Mariana Eva, la caballeriza, valió la pena la espera para tener otro SPC de nivel internacional.
El Gran Premio Nacional (G1)
Napa Valley fue el vencedor del Gran Premio Palermo - Copa Haras Firmamento (1600m), en otro capítulo de los caballos que llegan a otro stud de segunda mano y escalan a lo más alto. “Hace cinco meses apareció el dueño y me dijo que me había comprado un ganador de una con algunos arrimes clásicos. Lo anotamos en carreras de 1400 metros y nos dimos cuenta enseguida que era para más distancia. Ahora ya ganó tres con nosotros y este es el primer Grupo 1 para la caballeriza Roque Alberto”, recordó Pablo Sahagian, el entrenador. Para su criador, RDI, había competido en nueve ocasiones, se desanimaron luego de su peor rendimiento y lo vendieron.
Colifato Novo y Yak Sport, los dos potrillos del lote, lucharon adelante a la velocidad que puede correrse en carreras cortas y al llegar a la recta final ya no tenían energías. Emmspacial Boy, que los había seguido a prudencial distancia, tomó el relevo acelerando en el codo y dominó casi toda la recta final, pero en la zona de definición apareció Napa Valley para pasar de largo. El Que Sabe se ubicó segundo a pasos del disco, a dos cuerpos, para darle forma al 1-2 de hijos del padrillo Il Campione. Y de regreso para la foto, el jockey Pablo Carrizo no logró contener las lágrimas: “Se me venían escapando los grandes premios por poco hace tiempo. Uno trabaja duro cada mañana para poder ganar estos clásicos grandes”. En rigor, esperó seis años y seis meses, el tiempo que transcurrió desde su éxito con El DT en el Gran Premio Montevideo de 2018. Mucho para un jinete con más de 1100 victorias en su legajo.
El Gran Premio Palermo (G1)
A la jornada, al llegar la noche, le restaba otra perla, fabricada por Labrado para agigantar su leyenda. El mejor velocista de 2022 y 2023 tuvo otra vez contratiempos en los primeros metros, como tantas veces, y lo resolvió con una recuperación admirable, como casi siempre. Llevado de manera impecable por Wilson Moreyra, el jockey de sus 18 carreras y 13 primeros puestos, apareció en el último tramo por adentro para quedarse por segunda vez con el Gran Premio Maipú (G1-1000m) - Copa Biogénesis Bagó, nuevamente en un final con suspenso: una cabeza sobre Comopudosucederme. Por esa misma diferencia se le escapó, además, ese clásico el año pasado.
El Gran Premio Maipú (G1)
“Es el caballo más importante que estoy corriendo. Esta vez largó bien, pero los de adentro se fueron abriendo y me dejaron sin espacio. Quedó último tras el encierro, pero se acercó al grupo solito y solamente tenía que esperar que tuviera fuerzas al final como las tuvo”, retrató Moreyra, agradecido por la actitud de Cristian Velázquez, que estaba a su lado con Capo Vaticano y lo protegió de una caída. Después, brilló como Cuan Chef. Y todo Venado Tuerto, donde es entrenado, pareció estar en la foto.