Prabowo Subianto, el cuestionado exmilitar que se adjudicó la victoria en las elecciones de Indonesia

El ministro de Defensa de Indonesia, Prabowo Subianto, obtuvo la victoria en la primera ronda de las elecciones presidenciales del archipiélago el 14 de febrero, después de que los resultados preliminares indicaran que estaba en camino de ser elegido líder de la mayor economía del sudeste asiático
(Yasuyoshi CHIBA / AFP)

YAKARTA.- Destituido del ejército en medio de denuncias por violaciones a los derechos humanos, exiliado en Jordania y alguna vez expulsado de Estados Unidos, el ministro de Defensa indonesio, Prabowo Subianto, ahora está preparado para ser el próximo líder del país en su tercer intento por el cargo.

Prabowo, de 72 años, reclamó la victoria con una ventaja aparentemente insuperable en los recuentos no oficiales de la votación del miércoles después de una campaña en la que contó con el respaldo de su antiguo rival electoral, el actual presidente Joko Widodo, cuyo hijo era su compañero de fórmula.

“Esta victoria debería ser la victoria de todos los indonesios”, dijo Prabowo este miércoles, con alrededor del 58% de los votos, según cuatro encuestadores en base a sondeos de boca de urna. Los resultados oficiales tardarán días en llegar. “Formaremos un gobierno con los mejores hijos e hijas de Indonesia”, mencionó más tarde.

Indonesian presidential candidate Prabowo Subianto displays a victory symbol after casting his vote in Bojong Koneng, Indonesia, Wednesday, Feb. 14, 2024. Subianto, an ex-general linked to past human rights atrocities, has claimed victory in Indonesia’s presidential election based on unofficial tallies. The 72-year-old candidate told thousands of supporters that the victory on Wednesday was “the victory of all Indonesians.” (AP Photo/Vincent Thian)

El excomandante de las fuerzas especiales ha experimentado una notable transformación de imagen desde que fue nombrado ministro de Defensa en 2019.

En los últimos años, ha cultivado una personalidad que es más carismática que el nacionalista ardiente que retrató anteriormente, según los analistas. Y durante la campaña, su avatar de dibujos animados de cachetes inflados generado por IA hizo corazones en los dedos al estilo coreano y acunó a su amado gato, Bobby, para el deleite de los votantes de la Generación Z.

Proveniente de una familia de élite indonesia y alguna vez yerno del difunto presidente Suharto, Prabowo fue acusado durante mucho tiempo de estar involucrado en el secuestro de activistas estudiantiles en 1998 y de abusos contra los derechos humanos en Papua y Timor Oriental.

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Esperaba suceder al dictador de larga data de Indonesia y fue acusado de atrocidades durante la brutal ocupación militar de Timor Oriental. Incluso alguna vez ha dicho que las elecciones van en contra de la cultura de su país.

Pero aun así, Prabowo se pasó las últimas dos décadas probando suerte en la política democrática, adoptando diferentes personalidades en múltiples intentos por convertirse en el líder de Indonesia.

Las acusaciones no están probadas y Prabowo siempre ha negado cualquier responsabilidad.

Los resultados no oficiales del “conteo rápido” de la votación del hoy sugirieron que su cambio de marca ha funcionado.

El apoyo de Widodo

Incapaz de postularse después de cumplir el máximo de dos mandatos, Widodo, más conocido como Jokowi, pareció mostrar su apoyo al que previamente fue su acérrimo enemigo, Prabowo, a quien derrotó en las elecciones de 2014 y 2019.

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Con su hijo de 36 años como posible vicepresidente, Jokowi podría estar buscando conservar cierta influencia en el gobierno, dicen los analistas.

Al nombrar a Prabowo para su gabinete, Jokowi le brindó un nivel de validación y visibilidad del que antes carecía, lo que le valió un trato de alfombra roja como ministro de Defensa en viajes de París a Pekín, y el fin de su prohibición de viajar de facto a Estados Unidos en 2020, cuando visitó el Pentágono.

Sus 9 millones de seguidores de Instagram pueden ver instantáneas de su trabajo diario, intercaladas con publicaciones de sus gatos, retratos artísticos en blanco y negro y fotografías familiares antiguas.

Muchos jóvenes indonesios se han fanatizado por Prabowo, particularmente por sus incómodos movimientos de baile en público que se han vuelto virales en TikTok, ayudándolo a llegar a un grupo demográfico clave.

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Más de la mitad de los votantes indonesios tienen menos de 40 años y tienen un conocimiento limitado de las narrativas más oscuras de su pasado militar de línea dura y su ascenso bajo el gobierno autocrático de Suharto.

“El equipo de Prabowo está claramente retratando a Prabowo de una manera ‘más suave’ en un esfuerzo por ganarse a los votantes indecisos. Es un cambio con respecto a campañas anteriores donde hemos visto al populista nacionalista Prabowo y al proislamista Prabowo”, dijo Ross Tapsell, de la Universidad Nacional de Australia.

En otra señal del cambio de imagen, en una entrevista televisiva, Prabowo, conocido por su temperamento legendario, se mostró gracioso y paternal. En esta campaña, Prabowo ha tratado de deshacerse de su reputación de temperamento volátil retratándose a sí mismo como un abuelo tierno, que baila en actos de campaña.

Refiriéndose a su época como soldado, Prabowo dijo: “Tal vez la percepción que tenía de mí era que era duro y aterrador. Ahora no doy miedo, ¿verdad?”.

Durante mucho tiempo, la posibilidad de que Prabowo llegara a la presidencia de Indonesia se consideraba poco probable en una de las democracias más enérgicas del sudeste asiático. Para muchos indonesios, Prabowo representa los años de gobierno de Suharto, que duraron 32 años. Después de que Suharto fuera derrocado en 1998, Prabowo fue expulsado del ejército indonesio cuando se descubrió que estaba implicado en el secuestro y tortura de activistas pro-democracia. Aún hoy, más de una docena de ellos siguen desaparecidos y se teme por su vida.

Agencia Reuters y The New York Times