La ONU condena la escalada del conflicto birmano y los ataques de la junta contra civiles
Bangkok, 7 jun (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado la escalada del conflicto en Birmania (Myanmar) y los últimos ataques de la junta militar contra civiles, que han causado numerosas bajas.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, indicó en un comunicado el jueves en Nueva York (viernes en Birmania) que Guterres pidió la protección de todas las comunidades y urgió a la contención a todas las partes en conflicto.
El secretario general se refirió a los bombardeos aéreos y la violación de los derechos humanos en lugares como la región de Sagaing (norte) y en el estado Rakáin (oeste) y pidió contención a todas las partes en conflicto.
Guterres solicitó el apoyo a su enviada especial para Birmania, Julie Bishop, en sus esfuerzos para construir un proceso inclusivo de paz con la colaboración de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
En las últimas semanas, diferentes agencias de la ONU han alertado de un recrudecimiento del conflicto entre la guerrilla Ejército de Arakán y el Ejército birmano en Rakáin, con numerosas víctimas civiles entre las comunidades rakáin y rohinyá.
A finales de mayo, la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos indicó que unos 45.000 rohinyás han tenido que huir de sus hogares en los últimos meses en medio de ataques contra su comunidad, incluidos asesinatos, decapitaciones y la quema de sus casas.
Hay informaciones que responsabilizan tanto a las fuerzas de la junta como al Ejército de Arakán, una guerrilla rakáin.
El Ejército birmano está siendo investigado en los tribunales internacionales por supuestos delitos de lesa humanidad y genocidio por las operaciones en 2016 y 2017 contra los rohinyás, que provocaron la huida de más de 800.000 a la vecina Bangladesh.
Unos 18.6 millones de personas de una población total de 54 millones se encuentran en necesidad de ayuda humanitaria y 3 millones se encuentran desplazados en Birmania debido al creciente conflicto, según datos de la ONU.
El golpe militar de febrero de 2021 acabó con diez años de transición democrática y abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas con miles de jóvenes uniéndose a grupos armados que combaten al Ejército.
(c) Agencia EFE