De película: le dijeron que iba a perder la pierna y ha liderado a su equipo a los playoffs de la NFL

PHILADELPHIA, PENNSYLVANIA - JANUARY 03: Quarterback Alex Smith #11 of the Washington Football Team delivers a pass over defensive end Vinny Curry #75 of the Philadelphia Eagles in the third quarter of the game at Lincoln Financial Field on January 03, 2021 in Philadelphia, Pennsylvania. (Photo by Mitchell Leff/Getty Images)

En ocasiones exageramos al catalogar como “de película” alguna historia del mundo del deporte. Sin embargo, en el caso de Alex Smith (1984, Washington) no es así. Lo del quarterback del Washington Football Team es de superproducción. En un principio se dijo que podría perder la vida. Después, que deberían amputarle una pierna. Más tarde, que jamás volvería a caminar. Seguido, que era imposible que jugase nuevamente al fútbol americano. Y todo por una infección tras operarse de una fractura en su extremidad izquierda. Hace unos días fue titular en el partido que sirvió al conjunto de la capital de los Estados Unidos para conseguir el título de su división por primera vez desde 2015. Lo dicho, de película, aunque el propio jugador ha reconocido que si llevasen su historia a la gran pantalla, no iría al cine a verla.

Todo comenzó cuando, en 2018, Alex Smith se fracturó la pierna izquierda y tuvo que pasar por 17 operaciones quirúrgicas. Sí, diecisiete. Una fractura de fíbula y tibia que se fue complicando por una infección que derivó en una fascitis necrosante y sepsis potencialmente mortal. Ahí es donde empezó la ristra de ‘es posible que’, pasando por la muerte, la amputación y la minusvalía anteriormente mencionadas. Lo que parecía ser una operación rutinaria se complicó hasta el punto de tener que llevarse a cabo varias intervenciones para eliminar tejido muerto e infectado para mejorar la salubridad del tejido restante de su pierna. Todo esto en cuatro hospitales distintos, con varios doctores diferentes y en un periodo de nueve meses de auténtica pesadilla.

La opción que aconsejaban la mayoría de los médicos era la de amputar la pierna a la altura de la rodilla y realizar un injerto de tejidos de su cuádriceps para evitar que la infección se continuase extendiendo. Sin embargo, dos años de rehabilitación y mucho trabajo físico y mental quitaron la razón a todos los médicos. Tuvo adosado a su pierna todo un entramado de metales a modo de andamio que ayudaban a la recuperación del hueso y su asentamiento en la pierna. Un aparato que le acompañó durante un año entero y que, una vez pasado el suplicio, su esposa mandó transformar en una réplica del trofeo que se entrega al equipo ganador de la Super Bowl de la NFL. Una motivación extra que ayudó al actual quarterback del Washington Football Team a superar todas las piedras que le aparecieron en el camino, dejando boquiabiertos a propios y extraños regresando al emparrillado en la presente temporada.

Durante la presente campaña, las lesiones del quarterback titular, Kyle Allen, le mandaron de vuelta al terreno de juego, en el que rindió como sabía. Jugó seis partidos como titular, ganando 5 de ellos y dando cinco pases de touchdown por sólo cinco intercepciones. Enderezó la marcha del equipo y lo metió en los playoffs, siendo sólo el quinto mariscal de campo de la historia de la NFL en entrar en la postemporada con tres conjuntos distintos (49ers -2011-, Chiefs -2013, 2015, 2016 y 2017) y Washington (2020). Evidentemente, es el máximo favorito para lograr el galardón de Regreso del Año en la liga norteamericana, sin importar de lo lejos que llegue su equipo en los playoffs, para los que ahora es duda por un tirón en la pantorrilla de su pierna milagrosa. Independientemente de todo eso, la historia ya está escrita.

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