Daniel Suárez, el primer extranjero en ganar un campeonato de NASCAR
Cuando Daniel Suárez empezó a incursionar en los circuitos de NASCAR en los Estados Unidos, el piloto regiomontano apenas iba precedido de un título de novato del año, en 2010, que obtuvo en la categoría mexicana. Pero no bajo el cobijo de título alguno y si embadurnado en un espíritu de aventura e incertidumbre.
En 2014 finalizó su participación en la NASCAR México para ir, en 2015, a probar suerte en la Xfinity Series, donde recibió un galardón que le era familiar: el de novato del año. Esto sentaba las bases de lo que podía ser, a mediano-largo plazo, una carrera satisfactoria en el segundo serial más importante de NASCAR.
Pero 2016 terminó por ser un año no sólo de progresos y anhelos sino de consolidación para el piloto regiomontano. El piloto del auto 19 fue abriéndose paso carrera a carrera, en una temporada en la que fue hilando hitos, como el 11 de junio al recibir la bandera a cuadros en Michigan, donde se convirtió en el primer mexicano en ganar una carrera de NASCAR.
En octubre, en Dover, ganó su segunda competencia, pero no se convertía en una mera estadística, el de Monterrey estaba tejiendo algo más grande: buscando el campeonato. Suárez estaba haciendo ya bastante ruido, y llegó el 19 de noviembre, la fecha en la que se definiría al campeón de la NASCAR Xfinity Series, donde competiría, en el Chase, con Elliott Sadler, Justin Algaier y Erik Jones, por el campeonato en Homestead-Miami.
Su fin de semana empezó con el pie derecho, al ganar la Pole Position, pero, aunque eso no es garantía de nada, por la naturaleza de las carreras de NASCAR, le inyectó confianza al mexicano para afrontar una carrera en la que absolutamente todo podía pasar.
Luego de liderar la mayor cantidad de vueltas en la carrera, Suárez se encontró punteando los giros finales. Y parecía que era cuestión de tiempo para lograrlo, pero vino una precaución (bandera amarilla), a 10 vueltas del final, cuando ya Daniel llevaba una ventaja de casi 3 segundos por encima de sus perseguidores, pero de nuevo todos debieron juntarse para el reinicio.
Y fue en la arrancada que Suárez pudo sacar provecho, ya que en el carril interno reiniciaron con fuerza, y por el externo no fue así, lo que le permitió a Suárez encaminarse a culminar con la hazaña de convertirse en el primer extranjero en ganar un título de la NASCAR, en un suceso que no pasó desapercibido en México e ilusionando no sólo al propio Daniel de competir en la Monster Energy Series muy pronto, sino con la reanudación de NASCAR México, ver más pilotos mexicanos, o latinos, en el gran show de los stock cars.