Netanyahu llega a la Knéset para la votación crucial de la reforma judicial en Israel
Jerusalén, 24 jul (EFE).- El primer ministro, Benjamín Netanyahu, llegó ya a la Knéset (Parlamento israelí) donde en las próximas horas se llevará a cabo la votación de una de las leyes clave de la polémica reforma judicial, mientras miles de manifestantes protestan fuera del recinto en contra de ese plan que ven como una amenaza para la democracia.
El primer ministro, que esta mañana fue dado de alta del hospital tras implantarle ayer un marcapasos, accedió a la sede parlamentaria en Jerusalén por una entrada de emergencia de la Knéset para eludir las manifestaciones, que están bloqueando el acceso principal.
Netanyahu fue directo a su despacho, donde se reunió con los ministros de Justicia, Yativ Levin -arquitecto de la reforma judicial-, y de Finanzas, Bezalel Smotrich, del ala ultraderechista del gobierno.
Está previsto que la Knéset -donde la coalición de Gobierno tiene una clara mayoría- vote y apruebe hoy una de las leyes clave de la reforma, la que elimina la doctrina de la razonabilidad, que permite todavía al Supremo revisar y revocar decisiones gubernamentales en base a si estas son razonables o no.
Los debates comenzaron ayer y están en los alegatos finales, por lo que la votación tras la segunda y tercera lectura del proyecto de ley en el pleno del parlamento ocurrirá en las próximas horas; aunque cada vez son más las voces que llaman a un aplazamiento para abrir un diálogo.
"Estamos trabajando las 24 horas, de todas las formas posibles para encontrar una solución. Existe la base para un posible entendimiento, pero quedan lagunas que exigen la responsabilidad de las distintas partes", señaló el presidente de Israel, Isaac Herzog, defensor y mediador para lograr una reforma alternativa que parta del consenso entre todos los partidos políticos.
Herzog se reunió ayer por separado con Netanyahu y con los líderes de la oposición, Yair Lapid y Benny Gantz, para reimpulsar un diálogo que empezó en abril, pero que se rompió en junio, cuando el gobierno decidió seguir adelante unilateralmente con la reforma.
Esto revitalizó el movimiento de protestas, que no ha cesado en siete meses, con manifestaciones masivas en las últimas semanas -este sábado más de 550.000 personas salieron a las calles en todo el país-, una fuerte presión social a los sindicatos para que convoquen una huelga general; y con más de 10.000 reservistas que se niegan a presentarse voluntarios al servicio.
La reforma judicial es vista por sus detractores -que abarca a amplios sectores de la sociedad- como una amenaza a la democracia, porque socava la separación de poderes y la independencia de la Justicia.
Antes de llegar a la Knéset, Netanyahu se reunió también con Aryeh Deri, líder del partido ultraortodoxo Shas, segunda fuerza dentro de la coalición; con el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer -quien lideró las conversaciones rotas con la oposición-; y con el secretario de su gabinete, Yossi Fuchs, según medios hebreos.
(c) Agencia EFE