Nadal marca la Davis
Málaga, 18 nov (EFE).- El adiós de Rafael Nadal, convertido en leyenda antes de su último golpe de raqueta, emplazado en Málaga, en el Palacio de los Deportes Jose María Martín Carpena, marca la fase final de la Copa Davis, el torneo por equipos más importante de cada temporada, el espectáculo de fin de curso del tenis, contenido en esta ocasión por la dimensión y la repercusión de uno de los mejores deportistas.
La cita supondrá un momento histórico. La magnitud de Nadal aplaca la trascendencia deportiva y el objetivo por el que durante seis días van a pujar los ocho equipos más destacados del año, lustrados por algunos de los atletas más reputados y sobresalientes de la temporada.
Está fuera de toda duda el idilio de Nadal con la Copa Davis. El balear, una vez asumido su destino, eligió formar parte del considerado campeonato del mundo de tenis por selecciones. Ha logrado cinco de las seis Ensaladeras que tiene España el ganador de veintidós Grand Slam que llegó a Málaga el jueves y que desde entonces se ejercita en las instalaciones de la ciudad para encontrar el tono adecuado y ponerse a disposición del capitán español David Ferrer.
La presencia de Nadal ha puesto patas arriba Málaga, sobrepasada por la expectación generada en medio de una quincena centrada en el tenis. Durante dos semanas ha puesto en escena las Finales de la Billie Jean King y las de la Copa Davis. Además, el impacto Nadal y todo lo que conlleva.
Málaga reserva sitio a parte de la élite social y deportiva, a autoridades que procuran no faltar al histórico retiro de una leyenda que asume su situación y que quiere disfrutar de sus últimos momentos como tenista. La organización quiere responder a la exigencia del acontecimiento.
La dimensión y la figura del personaje y la grandeza del momento modera la repercusión del cartel competitivo y todo lo que hay en juego.
Las ocho mejores selecciones del mundo van a pujar por la corona del 2024 que el pasado año conquistó Italia, que parte como una de las favoritas para mantener el dominio y lograr su segunda Ensaladera consecutiva y la tercera de la historia, y por un jugoso premio económico de poco más de dos millones y medio de euros para el campeón. El finalista tiene fijado millón y medio, también para repartir entre todos los integrantes del equipo, y los semifinalistas, un millón de euros.
De hecho, la magnitud de todo lo que rodea a Rafael Nadal aplaca el aliciente de un nuevo duelo entre Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, los dos jugadores referentes en los nuevos tiempos y que desde hace meses pujan por la autoridad del cetro del tenis mundial.
Ambos se han repartido los Grand Slam en este 2024. Los de pista dura han sido para el transalpino, ganador en Australia y Estados Unidos que llega a Málaga como líder de la azzurra y como número uno del mundo. Alcaraz, ahora referente de la Armada, ha ganado Wimbledon y Roland Garros además de haber sido plata en los pasados Juegos Olímpicos. “Quiero que Rafa se retire con un título”, dijo el murciano que considera más relevante el adiós de su ídolo que el evento en sí.
El papel de Nadal es una incógnita aún. No compite desde que disputó los Juegos Olímpicos en París, en agosto pasado. Saltó a la pista después, en Riad, para la exhibición de los Six Kings Slam. Sin exigencias en el marcador, sin objetivo en juego. “Si no me veo para el individual voy a ser el primero en no querer jugar”, dijo el ganador de veintidós Grand Slam el pasado jueves, cuando llegó a Málaga para iniciar su preparación para las Finales de la Copa Davis.
España, pendiente de la contribución del balear al equipo, entra en acción el martes, frente a Países Bajos. El cuadro que capitanea David Ferrer cuenta con el plus de Carlos Alcaraz que acusa la exigencia de toda la temporada pero que asume el liderazgo y aspira a su primer éxito con la selección.
El murciano es el número uno de España sin duda y de los puntos que obtenga dependerán las posibilidades de progreso de la Armada en la Copa Davis que no gana desde que en el 2019, ya con el nuevo formato, consiguió en Madrid.
Fue el último de la selección española, el sexto, y el último de Nadal, el quinto en su carrera. Un nuevo éxito daría la despedida perfecta al mallorquín y elevaría a la Armada al quinto lugar de la clasificación histórica de ganadores, igualado a Suecia,
Jannik Sinner y Carlos Alcaraz
Los dos referentes de las pistas en la actualidad, los hombres que han cambiado la historia del tenis, que han propiciado el cambio de ciclo, encabezan el cartel de la edición 112 del torneo por equipos con más repercusión.
Sinner, voraz, inalcanzable, número uno del mundo, llegó a Málaga directamente de Turín, donde conquistó las Finales ATP, para liderar a Italia, reforzado además con Lorenzo Musetti, decimoséptimo jugador del mundo.
Estados Unidos, el que más trofeos tiene con 32, aunque el último en el 2007, presenta a Taylor Fritz, el quinto del ránking, Tommy Paul, duodécimo o Ben Shelton, vigésimo primero, como bazas fiables para aspirar al éxito.
Alemania echará de menos a Alexander Zverev. El segundo jugador del mundo no fue incluido en la convocatoria de Michael Kohlmann. Es una de las ausencias destacadas del evento que no contará con los rusos, aún excluidos de los torneos, como Daniil Medvedev o Andrey Rublev, o por la no clasificación de sus respectivos equipos, como el serbio Novak Djokovic, el noruego Casper Ruud o el búlgaro Grigor Dimitrov.
El torneo echa a andar el martes, a las 17.00 horas con la puesta en escena de España ante Países Bajos. El miércoles Alemania se enfrentará a Canadá, finalista en tres de las últimas cuatro ediciones aunque con éxito y ttiulo solo en la del 2022 cuando superó a Australia.
El jueves 21 será el turno de Estados Unidos contra Australia, finalista derrotado en el 2022 y 2023. Es el segundo equipo con más Ensaladeras el oceánico que, sin embargo, lleva tiempo con la intención de acabar con una sequía que se eleva a los diecinueve años a pesar de rozar el éxito en los últimos tiempos.
Y en la sesión vespertina, Italia, la gran favorita junto al conjunto norteamericano, y Argentina, capitaneada por Guillermo Coria, en momento de “transición” tal y como reconoce su responsable y que cuenta con el titulo conseguido en el 2016, que enterró el maleficio del equipo en esta competición.
El vencedor del choque entre España y Países Bajos se enfrentará al ganador del duelo de Alemania y Canadá, el viernes. Un día más tarde, se medirán los que se impongan en los enfrentamientos entre Estados Unidos y Australia frente el de Italia y Argentina. El domingo será la gran final y el epílogo del torneo que coronará al mejor equipo del mundo.
Santiago Aparicio
(c) Agencia EFE